published: 2007-03-30 |
Nación de Dios, corazón del ChacoUna ermita en Mariscal Estigarribia, Paraguay: "Lo que no hay, se inventa" |
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PARAGUAY, Margarita de Brítez. En Mariscal Estigarribia, corazón del Chaco paraguayo, a la derecha del pórtico de ingreso a la 6ta División de Infantería, se erige la ermita de la Virgen de Schoenstatt. Apenas asumió su cargo el comandante de esta unidad militar, Gral. Eduardo Brítez, comenzó a hacer planes para construir la ermita de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Al principio tuvo la idea que transmitió al Padre Antonio Cosp, director del Movimiento en el Paraguay, de construir la ermita más grande de las existentes hasta ahora en el país, a lo que el Padre preguntó ¿por qué la más grande? El amor todo lo puede...En el Chaco, todo emprendimiento cuesta mucho más. Es la extensa región oriental del país, árida, muy calurosa y poco poblada. A pesar de todo comenzó la construcción con los recursos disponibles, y con el lema militar de: "lo que no hay, se inventa". Se manifestaron la creatividad, la inventiva, y por sobre todo, la mano de la Madre de Schoenstatt. Se consiguieron los materiales y la mano de obra de varias personas que efectuaron su trabajo con espontáneo y ferviente amor, ese que se siente cuando se construye la casa de la Mamá. Cada parte de la ermita resultó como si hubiera sido minuciosamente planificada por el mejor arquitecto. Los colores coinciden con cada detalle de su imagen, como si hubieran sido cuidadosamente seleccionados de una amplia gama. Sin embargo todo ha sido fruto de su providencia. Un testimonio emocionanteLa bendición de la ermita se realizó – como corresponde – con el marco de una ceremonia militar, con desfile de las tropas y la presencia de los oficiales y sus familiares. La banda militar ejecutó canciones religiosas realzando la solemnidad. La presencia de Monseñor Lucio Alfert, nacido en Alemania, conmovió a los presentes con su relato, de que cuando niño, la primera imagen frente a la que rezaba sus oraciones era la de la Virgen de Schoenstatt. ¡Buen viaje, Hijo!Los oficiales y los soldados velan por la seguridad de la patria cobijados bajo su manto. Es emocionante ver llegar a los choferes militares y santiguarse a su paso. Cuánto sacrificio, privaciones y soledad sufre el soldado que resguarda las fronteras más distantes de la patria. Encomendamos a nuestra Madre, que guarde, cobije y proteja a cada uno de esos soldados en su noble misión. Su presencia trasciende su casa, la 6ta División de Infantería, pues las personas que cruzan el Chaco por la ruta internacional, saludan y se santiguan ante su imagen. Es como la mamá que te bendice y desea ¡Buen viaje, hijo!
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Last Update: 30.03.2007
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