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| Las Misiones Jesuíticas guaraníes: San Ignacio Mini, Fachada del frente de la iglesia Missions of the Jesuits: San Ignacio Mini, Façade of the church Jesuitenmissionen: San Ignacio Mini, Fassade der Kirche |
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Loreto Loreto Loreto |
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San Ignacio Mini, acceso a la Sacristia San Ignacio Mini, entrance of the sacristy San Ignacio Mini, Eingang zur Sakristei |
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San Ignacio Mini: Interior de la iglesia San Ignacio Mini: Interior of the church San Ignacio Mini: Inneres der Kirche |
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Santa Ana: Arbol sobre el muro Santa Ana: tree growing on the wall Santa Ana: ein Baum wächst auf der Mauer |
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Simbolo y piedra fundamental del Santuario Ciudad del Este Symbol and corner stone of the Shrine in Ciudad del Este Symbol und Grundstein des Heiligtums in Ciudad del Este |
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Piedra Fundamental del Santuario Nacional, Tuparenda Corner Stone of the National Shrine, Tuparenda Grundstein des Landesheiligtums, Tuparenda Fotos: Cabral © 2007 |
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PARAGUAY, Javier Cabral. En el libro "Retiros" del Padre Nicolás Schwizer leemos sobre la "Nación de Dios": "La expresión viene de San Agustín, de una obra suya que se llama: `De civita Dei` (De la Nación de Dios). En esta obra el santo contrapone a la Nación de Dios la Nación diabólica.
El Padre tomó esa idea de la Nación de Dios no sólo de San Agustín, sino la llevaba también en su propia sangre: 'Crear un Reino en pequeño que merece el nombre de Nación de Dios y es reflejo del Reino de Dios'. Con esa idea, el Padre Kentenich fundó la Congregación Mariana y, más tarde, la Familia de Schoenstatt. Lo consideraba como un Reino de Dios en la forma de una Nación de Dios. Además, el Padre descubrió que también las Reducciones Jesuíticas tenían esa meta de crear una Nación de Dios en pequeño. Por eso eligió como tema de estudio de la Congregación Mariana de aquellos años (1915/6 y 1916/7) las Reducciones del Paraguay. Y tomó como punto de comparación entre Reducciones y Congregación la idea de la Nación de Dios que en ambas fundaciones se trataba de realizar y encarnar."
Un poco de historia sobre las reducciones
Observación inicial: estos temas son muy amplios, este artículo quiere servir de motivador al lector inquieto para que busque más información en libros o en distintas páginas web.
Es un tema muy amplio, pero sólo destacamos que desde mediados del siglo XVI y por casi 150 años las Misiones Jesuíticas guaraníes se consolidaron en una amplia región que incluye parte de lo que hoy son los países de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. Se estima que en su auge albergaron a una población de más de 140.000 indígenas en 1732.
En el libro "Ser Nación de Dios" de Carmen Cosp de Santa Cruz leemos: "El espíritu comunitario. Uno de los aspectos que más llama la atención, aún hoy, de sociólogos, economistas y politólogos, es la organización de la propiedad y el trabajo en las misiones del Paraguay. En las misiones existían dos clases de propiedad: la colectiva y la privada. El Tupá mba´é o la cosa de Dios, donde lo que allí se producía servía para las necesidades de aquellos que no podrían trabajar y el abá mba´é, lo propio del indio cuyo producto le pertenecía a él y a su familia. Los indios trabajaban para ambas propiedades."
Fueron más de 30 pueblos organizados, que despertaron la admiración y el asombro, pero también sospechas y envidias del poder político, que hicieron que los jesuitas fueran expulsados.
Las misiones quedaron abandonadas a su suerte desde 1767. Queda la pregunta sobre cómo se habría desarrollado la historia de la inculturación del cristianismo, la historia de los pueblos indígenas ... si los jesuitas hubiesen podido seguir...
El saqueo colaboró también para que hoy muchas de las reliquias se hayan perdido, pero queda la riqueza arqueológica de sus ruinas como un ejemplo de una experiencia evangelizadora inédita en todo el mundo.
En 1984 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Las más renombradas hoy son Trinidad y Jesús en Paraguay, San Ignacio Miní en Argentina y Santo Angelo en el Brasil. También tienen buena infraestructura para turistas las ruinas de Santa Ana y Loreto en la Argentina.
En la Internet existen varias páginas con buena información y excelentes fotos como, que habla de la Reducción de la Santísima Trinidad, Paraguay.
Las reducciones hoy en día
En algunas de ellas, al ingresar, impresiona la quietud, sólo los pájaros quiebran el silencio. Al caminar donde se erigían las casas de los indios, las hojas caídas forman como un colchón de varios centímetros, el pie se hunde en dichos lugares. La selva fue ocupando su antiguo espacio, adueñándose nuevamente de lo que fue abandonado.
En las iglesias antiguas donde se congregaban hasta dos mil indios, hoy los mismos, en Loreto por ejemplo, fueron sustituidos por árboles gigantescos que están de pie en forma permanente en medio de las paredes.
A veces es difícil distinguir las construcciones, pues el musgo verde rodea cada una de las piedras, en otros lugares las estructuras de acero y madera sostienen las columnas para evitar el derrumbe de las mismas.
En algunos casos grandes árboles han crecido sobre las antiguas murallas, en otros casos las higueras han cubierto columnas envolviéndolas de una manera curiosa.
A pesar de la vegetación abundante, en todas se puede percibir el antiguo sistema de organización, con el patio central, la iglesia la frente, y las demás instalaciones.
En otras reducciones hay menos vegetación y pueden observarse más detalles de los pisos de las iglesias, figuras en las paredes, etc.
Herencia
En Paraguay la misión nacional es "Nación e Dios, corazón de América", que busca rescatar y revivir esa experiencia, reatando la historia. En el Santuario de Tupãrenda la piedra fundamental tiene dicha inscripción.
En el símbolo del Santuario de Ciudad del Este se puede observar un arco roto, un pórtico que es la entrada que nos conduce a la Nación de Dios. Representa el trabajo trunco de los Jesuitas y nuestro compromiso de continuar la construcción de la Nación de Dios en el Alto Paraná.
Observación final
Las construcciones ya estaban así cuando las visitamos.