Saboreando el paso de Dios en nuestras vidas

Reflexiones y observaciones "navideños" desde Roma

Pesebre en San Pedro Manger at St. Peter’s Krippe auf dem Petersplatz
Pesebre en el Santuario de Belmonte Crib in the Shrine in Belmonte Krippe im Heiligtum von Belmonte
Navidad Christmas Weihnachten Fotos: Nuño © 2007

ROMA, Francisco Nuño. Aunque la fiesta de Epifanía de este año ya pasó, quiero referirme en mis apuntes al tiempo de Navidad y a algunas experiencias vividas en las últimas fechas. El tiempo "corre" pero es bueno detenerse y saborear el paso de Dios en nuestras vidas. Así que volvemos a la Navidad.

El día 22 de diciembre pasados tomamos Anneliese y yo el avión en Roma-Fiumicino para volar a Madrid. El cariño y la finura de la Hermana Fernanda, nuestra ‘compañera de camino’ en Belmonte, y la bendición de nuestros Diocesanos de Moriah, lo permitieron: La Hermana se hizo cargo del cuidado del Santuario hasta nuestro regreso el miércoles 27. Fueron cinco días de una íntima y gozosa vivencia familiar con los nuestros en Madrid, con los hijos, sus esposas y con nuestros cuatro nietos, que nos esperaban con la alegría propia del caso.

Después de acomodarnos en el estrecho asiento del avión – cada día que pasa están las filas de asientos de los aviones más estrechas e incómodas– comencé a leer un periódico editado en Madrid. ¡Cómo me duele mi España querida! En una de las columnas de este diario se comentaba la noticia de que los responsables de unos colegios públicos de Zaragoza, Mijas y Cartagena se habían opuesto a la instalación del belén en sus centros. El respeto por los niños de otras religiones, concretamente del islam, era el motivo aducido. Se ha generado una polémica en España sobre el caso. En Europa vivimos en un caos de identidad sin precedentes, los europeos tenemos que reflexionar. Sin criterios más claros e ideas sólidas, la idea europea sucumbirá.

Respecto a los belenes, otra experiencia, esta de Italia: una señora conocida nuestra nos comentaba que con ocasión de la Navidad de este año ella había decidido poner junto a un relieve de cerámica con la Sagrada Familia de Nazaret – un belén en pequeño – otras tres figuras importantes, una figura de Buda, otra figurita de Mahoma y una tercera de un rabí israelita. Su intención: mostrar a sus hijos de diez y doce años la necesidad de una convivencia pacífica entre las religiones. Quiero citar al margen que los dos niños han estado durante todas las vacaciones de Navidad solos con la abuela porque los padres se fueron de viaje para descansar unos días.

¿Por qué están así las cosas?

Vivir en Roma tiene la ventaja de estar cerca del Santo Padre y poder, si se quiere, seguir día tras día sus enseñanzas. Los días de Navidad están llenos de mensajes importantes y lúcidos de este nuestro querido Papa alemán, de Su Santidad Benedicto XVI. Una serie de alocuciones del Vicario de Cristo que comenzaron justo el viernes 22 cuando partimos para Madrid. En este día el Papa se reunió con los cardenales, arzobispos, obispos y prelados superiores de la Curia romana que acudieron al palacio apostólico vaticano para felicitar a Su Santidad y les dirigió la palabra. En sus reflexiones, que vale la pena leerlas, habló también de Europa. "Ante estas familias con sus hijos, ante estas familias en las que las generaciones se dan la mano y en las que el futuro está presente (el Papa hablaba en ese momento a los cardenales sobre su viaje a Valencia del año pasado), el problema de Europa, que aparentemente casi ya no quiere tener hijos, me penetró en el alma. Para un extraño, esta Europa parece cansada; más aún, da la impresión de querer despedirse de la historia. ¿Por qué están así las cosas?".

La "construcción" del belén en la casa

Justo esa era la pregunta que yo me hacía en el avión: ¿Por qué están así las cosas en España? Sin querer entrar en la dinámica de una polémica sin sentido, pensé en mis nietos y me alegré de tener en el desván de mi casa desde hace años unas cajas con mucha historia. Son las cajas con las figuras de nuestro belén familiar, el que los niños, mis hijos y los hijos de mis hijos, conocen perfectamente. Ellos, los cuatro nietos, se alegraron cuando el día 23, estando en casa todos, subimos al desván a por las cajas, les quitamos el polvo de los últimos doce meses y bajamos al salón de la casa las imágenes del misterio, las de los pastores y reyes magos, las figuras tan entrañables de las ovejas, gallinas, cabras y otros animales. La "construcción" del belén en la casa es parte importante de nuestra vida familiar, los hijos y nietos esperan con alegría el momento, cada uno tiene su aporte personal que hacer en esta tarea navideña, el abuelo es la autoridad indiscutible en todo este proceso… Y luego, en la Noche Santa todos nos reunimos ante el belén, cantamos, leemos el Evangelio y nos alegramos llevando al Niño nuestras ofrendas de todo el año y recibiendo de El muchos y valiosos regalos (¡a veces, con tantos abuelos y tíos, nos "pasamos" en el número de regalos!). Pero la fiesta de nuestra Navidad familiar, junto al belén, es un regalo que Dios nos da y que nosotros nos hacemos mutuamente. En este año, gracias a otros, también ha sido posible. Gracias, gracias.

El Santuario engalanado con un maravilloso pesebre

Dos experiencias más con los belenes. La primera va unida a nuestro Santuario Matri Ecclesiae aquí en Roma. En el equipamiento del Santuario faltaba un "Presepio" o belén adecuado. Anneliese se puso ‘manos a la obra’ y buscó en las tiendas de objetos religiosos de Roma las figuras de un belén digno del ambiente de nuestro Santuario. Los precios de tales "presepios" nos asustaron. En una tienda especializada cercana al Vaticano encontramos por fin el belén que nos gustó. Figuras de madera pintadas a mano, procedentes de Groeden, ciudad de Los Dolomitas en el Tirol del Sur. Una pequeña maravilla con un estilo ágil y alegre, bellísimo, muy al gusto de nuestros italianos. Después de una consulta con los responsables de Moriah (nuestros sacerdotes diocesanos) y contando con los donativos generosos que los últimos peregrinos alemanes dejaron en el Santuario compramos las figuras más importantes del belén. En la Misa del 18 de diciembre en el Santuario, los peregrinos allí presentes llevaron al altar en procesión cada una de las figuras y hoy los que rezan en el Santuario se alegran de tener delante un pesebre maravilloso, en donde José y María gozan del Niño Dios ante las miradas atentas de un buey y un burro que dan calor al ambiente.

Estando en Roma durante el tiempo de Navidad es obligado acercarse a la Plaza de San Pedro y admirar con miles de peregrinos de todo el mundo el belén que los responsables del Vaticano instalan en la plaza. Anneliese y yo hemos ido dos veces a rezar y saborear el ambiente. Con alegría hemos podido leer en unas hojas explicativas que parte de las figuras del belén de este año provienen del belén que nuestro querido San Vicente Pallotti montó en el año 1842 en la Basílica di Sant Andrea della Valle en Roma. A través de esta caricia de la Divina Providencia para nosotros nos hemos unido a nuestro Padre Fundador en la Plaza de San Pedro adorando al Niño recién nacido y hemos dado gracias a Dios por la oportunidad y el tiempo que nos ha regalado.

"Abrir nuestro tiempo a Dios"

Y hablando del tiempo, quiero cerrar mis apuntes de hoy con unas palabras tomadas de la homilía del Santo Padre durante la solemne Misa de Nochebuena de este año: "La Navidad se ha convertido en la fiesta de los regalos para imitar a Dios que se nos ha dado. Dejemos que esto haga mella en nuestro corazón, en nuestra alma y en nuestra mente. Entre tantos regalos que compramos y recibimos no olvidemos el verdadero regalo: darnos mutuamente algo de nosotros mismos. Darnos mutuamente nuestro tiempo. Abrir nuestro tiempo a Dios. Así la agitación se apacigua. Así nace la alegría, así surge la fiesta."