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Vigilia de adviento en el Santuario de La Molina, Peru Advent vigil in the Shrine of La Molina, Peru Adventvigil im Heiligtum La Molina, Peru |
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Cada uno buscó su imagen en el pesebre… Each one chose his o her picture in the manger… Jeder wählte sein Symbol in der Krippe aus… |
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Soy la llama ... I am the llama... Ich bin das Lama... |
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Soy un angelito... I am a little angel... Ich bin ein Engel… |
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Soy San José… I am Joseph… Ich bin Josef… |
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Nuestro pesebre te espera, Niño Jesús Our manger is ready for you, Baby Jesus... Unsere Krippe erwartet dich, Jesuskind… Fotos: Espinoza © 2006 |
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PERÚ, Queca Espinoza. La noche del 2 de diciembre fue muy linda en el Santuario de La Molina: se realizó una hermosa Vigilia de Adviento. Culminó cuando cada uno de los presentes, niños y adultos, llevó "su" símbolo al pesebre explicando por qué lo había elegido.
La vigilia comenzó con una reflexión sobre el Adviento: es un tiempo de esperanza, es el tiempo del inicio de un nuevo año litúrgico. Los ornamentos sacerdotales son de color morado simbolizando el anhelo por la llegada del Redentor, la austeridad de la espera.
Luego los participantes se dividieron en dos grupos: los niños por un lado y los papás por el otro. Respondieron estas preguntas: ¿qué me gustó, qué conseguí y qué no me gustó del año que ha pasado? y ¿qué me gustaría lograr en este nuevo año?
Terminada esta etapa, se reunieron nuevamente, y con la compañía de la Mater en el Santuario sacaron muy buenas conclusiones que los ayudarán a ser mejores padres y mejores hijos. Se propusieron fomentar la unión en la familia, el diálogo de los padres con cada uno de los hijos – que son únicos e irrepetibles por lo que el trato y el respeto son muy personales – sobre todo porque fue un insistente pedido de ellos. Cultivar la buena conversación en la familia y respetar los espacios de cada uno. No discutir – los padres – en presencia de los hijos. A los hijos les gusta el apostolado que hacen sus padres, pero hay ocasiones en que ellos los necesitan más. El propósito lo tomó cada uno en un tiempo de silencio y de intimidad con el Señor.
Esperando la llegada de Jesús
Y luego todos los presentes fueron invitados a elegir individualmente una figura del nacimiento, a explicar por qué la escogió y a que la colocara en el pesebre.
Hubo intervenciones muy profundas, otras muy originales, otras mudas, pero la más jocosa fue: "yo escogí esta imagen porque era la única que quedaba".
Finalmente quedó todo el pesebre listo y así estará hasta el 24 a la noche, cuando recién se pueda incluir al Niñito Jesús. Mientras tanto hay que prepararse para recibirlo y festejarlo como Él se merece y con Él a su Madre, que llenará de gozo el corazón de cada uno.
La vigilia terminó con un amable intercambio, muy agradable.