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 published: 2006-12-13

Schoenstatt cerca de la Casa Blanca

¡Hola, Familia nacional e internacional de Schoenstatt! – Bendición de la casa de Schoenstatt en Washington DC (Estados Unidos)

 

La Familia de Schoenstatt reza por primera vez delante de la Casa Blanca, en el lugar exacto donde estuvo el Padre Kentenich en 1948, y donde tomó conciencia de la importancia que reviste en el mundo la presencia...

First time that the Schoenstatt Family prays before the White House, where Fr. Kentenich stood in 1948, realizing the importance for the world of the presence of the Movement in Washington

Zum ersten Mal betet die Schönstattfamilie vor dem Weißen Haus, wo Pater Kentenich 1948 gewesen ist und davon sprach, dass Schönstatt auch in Washington präsent sein müsse

 

 

Entrada, Rincón de Schoenstatt en Mt. Pleasant, Washington

Entrance of the Schoenstatt Place at Mt. Pleasant, Washington

Eingang zum Schönstatt-Haus in Mt. Pleasant, Washington

 
 

El P. Michael Schapfel, del Instituto de Sacerdotes Diocesanos, y el P. Dieter Haas, asesor, en la bendición del Rincón de Schoenstatt.

Fr. Michael Schapfel, from the Institute of the Schoenstatt Diocesan Priests, and  Fr. Dieter Haas, Schoenstatt Father, spiritual advisor from the Washington, DC region, blessed the Place.

Pfr. Michael Schapfel, Institut der Schönstatt-Diözesanpriester, und P. Dieter Haas bei der Einweihung

 
 

Hna. Irraida

Sister Irraida

Schwester Irraida

 

 

Procesión a la parroquia

Procession to the parish church

Prozession zur Pfarrkirche

Fotos: Barrera © 2006

 

 

 

EEUU, Enrique Soros. La Familia de Schoenstatt tiene desde hace un mes su propia casa en el área de Washington: El Rincón de Schoenstatt en Mount Pleasant, Washington. Además de compartir la enorme alegría de tener su lugar, ellos quieren comunicar la misión de Schoenstatt en ese lugar: Schoenstatt cerca de la Casa Blanca. Se abre entonces la pregunta, ¿es esta misión regional, o más grande?

La Mater Peregrina llegó al área metropolitana de Washington DC a través de Elfi Stitz en 1989, en Clifton, Virginia. "Madre de la Unidad" fue la primera Ermita en esa región, bendecida en la parroquia St. Andrew the Apostle el 31 de mayo de 1999. Desde 2001, la Mater visita a los pobres en tres barrios ubicados a tan sólo 3 kilómetros de la Casa Blanca. ¡Ella ha conquistado muchos corazones para su Hijo Jesús en la región!

El de Francisca es uno de ellos. Durante muchos años ella pagaba el alquiler de su peluquería, y deseaba tener finalmente su propia casa para evitar ese gasto. Era muy difícil, y por eso prometió a la Mater: "Si me regalas una casa, entonces yo te regalaré una parte de ella para tu causa". Luego de superar muchas complicaciones, Francisca compró su casa, y cumplió con su palabra. Nos permite usar el primer piso para la Misión de la Mater. Este es el lugar de la familia de Schoenstatt, donde rezamos y hacemos nuestras reuniones semanales.

Es nuestro primer lugar, lo llamamos El Rincón de Schoenstatt y allí compartimos nuestras vivencias y oraciones. No es grande, pero es nuestro centro espiritual, y creemos que Ella quiere irradiar sus gracias a toda la región desde allí, un pequeño lugar en un barrio pobre.

Bendición de El Rincón de Schoenstatt, 11 de noviembre de 2006

Muchos miembros de la familia de Schoenstatt y misioneros de la Campaña del Rosario se reunieron el 11 de noviembre para honrar a Jesús y María pidiéndoles que se establezcan en el Santuario Hogar. Entre ellos estaban Mabel y Ricardo Barrera, de Montreal, Canadá y Luz María y Hugo Tellez, de Piedras Negras, Méjico.

Después de la bendición, oficiada por el P. Dieter Haas, fuimos en peregrinación hacia la parroquia Sagrado Corazón, cantando y llevando carteles e imágenes de la Madre tres veces admirable. ¡Queríamos mostrar a la gente de Washington nuestra gran confianza en que María quiere conquistar la ciudad para su hijo! La jornada terminó con una Misa celebrada por el P. Dieter y concelebrada por el P. Michael Schapfel.

Al día siguiente, fuimos tras las huellas del P. Kentenich, que visitó Washington en 1948. Primero, rezamos en el lugar en donde estaba la casa palotina en la que él se hospedó, y luego frente a la Casa Blanca. Es allí donde el P. Kentenich comprendió la importancia de la misión de Schoenstatt en Washington. Para finalizar, celebramos una Misa en St. Mary Historic Church, en Virginia, con la participación del famoso tenor Carlos Ibay.

¡Su atención por favor! ¿Es la misión de Schoenstatt en Washington regional, nacional o internacional?

El P. Esteban Uriburu vino a Washington en 1995 y brindó charlas en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Desde entonces, la Mater Peregrina visita esas instituciones, a las que se agregaron la OEA, la Pan American Health Organization y el FMI. Así vemos cómo poco a poco, Ella va conquistando el área.

Washington es una ciudad cosmopolita, internacional, incluso global. Los ojos del mundo entero se posan sobre ella. Por eso nos preguntamos, ¿debemos nosotros, los locales, enfrentar la misión de Schoenstatt en Washington? ¿O deberíamos compartir esa responsabilidad con la familia nacional de Estados Unidos? O incluso, ¿debemos escuchar las voces de Schoenstatt alrededor del mundo para esta misión?

El Padre Kentenich señaló las cuatro grandes capitales a las que el Santuario debía llevar sus gracias para transformar, brindar paz, justicia, dignidad y valores cristianos: Roma, Washington, Moscú y Jerusalén. El Santuario de Roma fue bendecido en septiembre de 2004. ¿Cuál de las restantes ciudades globales será la próxima en recibir el Santuario? ¿Quiénes participaran de esa misión?

La misión del 31 de mayo: transformen el mundo desde sus fundamentos.

Si la Familia de Schoenstatt nacional o internacional quiere asumir la responsabilidad de la misión en Washington como propia, entonces creemos importante escuchar las opiniones de distintas familias diocesanas alrededor del mundo.

La mano en el pulso del tiempo, el oído en el corazón de Dios: Schoenstatt no es un movimiento en busca de gente piadosa que rece y trate de imitar las virtudes de Cristo y María solamente en el ámbito personal y familiar. El Padre Kentenich expresó en el 31 de Mayo que nuestra misión no se limita a la transformación de la Iglesia y sus miembros. También implica traer justicia al mundo, construir una política con principios y políticos honestos, motivar a los poderosos a servir a los más necesitados en lugar de utilizarlos para sus propios intereses, y usar el poder para traer paz a los pueblos. Debemos preguntarnos cómo lo haría Jesús.

La vida de millones personas depende de las decisiones que se toman en Washington. Si nosotros, como familia de Schoenstatt, no los discutimos, ¿seremos capaces de encontrar la misión del futuro santuario de Washington, de los Estados Unidos, o del mundo entero?

¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

"La familia internacional de Schoenstatt no comprendió la importancia de este momento", lamentó Ricardo Barrera, luego de la bendición en Washington. Cuando lo escuchamos, intentamos evaluar cuán cierto era su pensamiento. Le dijimos que habíamos recibido más de 75 saludos desde 18 países, lo que mostraba el interés por el acontecimiento. Pero él nos respondió: "Pero no hay muchas personas de otros países presentes". Tenía razón.

También notamos que la familia nacional no estuvo bien representada en la celebración, y que la participación de la familia regional en las actividades no fue tan alta. Esto habla de que, si bien estamos en camino hacia una meta, todavía no somos conscientes de su profanidad e importancia. El crecimiento y desarrollo de una familia regional es un proceso orgánico, que toma tiempo. Sabemos que tenemos que respetarlo, pero también creemos necesario empezar a actuar.

Estamos convencidos de una cosa: la misión de Schoenstatt en Washington es tan grande, tan trascendental, que nuestra familia regional no puede alcanzarla por sí sola. Necesitamos la ayuda y el compromiso de la familia nacional e internacional.

No hay límites ni fronteras

Queremos compartir un saludo enviado por la familia Horat-Garat de Buenos Aires. Creemos que sintetiza nuestro espíritu: "Rezamos a la Mater para que ella tome posesión de ese lugar de gracias en el corazón político de Estados Unidos, para que desde allí derrame un nuevo torrente de vida y esperanza, que ilumine y transforme corazones. Nuestra oración familiar los acompaña y se hace una con la suya, haciendo desaparecer las fronteras. ¡Somos uno, porque estamos unidos a Ella, y a través de Ella a Cristo!".

Lo sabemos: Nosotros debemos empezar

Nosotros, los washingtonianos, debemos empezar. Debemos comprometernos más, rezar más, luchar con más fuerza para alcanzar la santidad. Debemos conocer más al Padre Kentenich, tener más reuniones y encuentros, y llevar la Peregrina a más lugares.

La bendición de El Rincón de Schoenstatt es un hito par nuestra familia. Un momento que nos empuja a alcanzar nuestra meta, y nos muestra lo mucho que podemos hacer por la Iglesia. Pero la pregunta sigue en pie: ¿Quieren la familia nacional e internacional tener un papel fundamental en la misión de Washington? Si la respuesta es sí, contamos con sus aportes al capital de gracias, y con su presencia en nuestro próximo gran hito. ¿Será acaso una gran reunión internacional?

¡Muchas gracias por todo su apoyo!

Traducción: Tomás Garzón de la Roza, Buenos Aires, Argentina

 

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Last Update: 13.12.2006 Mail: Editor /Webmaster
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