Belmonte, una fuente para una Iglesia renovada

Peregrinación a Roma de los amigos del Santuario de Belmonte

San Nicolás visita a los peregrinos. Parece un gemelo de Mons, Wolf... St. Nicholas visiting the pilgrims, One could think he were a twin of Mons. Wolf… St. Nikolaus besucht die Pilger. Man könnte meinen, er wäre ein Zwilling von Dr. Wolf… Foto: Bühler © 2006
Entrevista con Radio Vaticana Interview with Radio Vatican Interview mit Radio Vatikan
Audiencia Audience Audienz
Misa en el Santuario de Belmonte Holy Mass in the Shrine in Belmonte Heilige Messe im Heiligtum in Belmonte Fotos: Caspari © 2006
P. Ludivco habla a los peregrinos Fr. Ludovico talking to the pilgrims Pater Ludovico spricht zu den Pilgern Foto: Bühler © 2006 Fotoalbum – album de fotos – photo album: www.moriah.de

ROMA, Mons. Dr. Peter Wolf. Desde el 4 hasta el 9 de diciembre peregrinaron a Roma, invitados por el Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, 70 amigos del Santuario de Belmonte. La mayoría aprovechó la oportunidad de viajar en ómnibus desde Schoenstatt, Landau, Karlsruhe o Liebfrauenhöhe. Otros eligieron la posibilidad de viajar a Roma en un vuelo económico y encontrarse allí con los peregrinos que llegaron con el ómnibus de la empresa Sommer.

Ya en Roma, la peregrinación comenzó con la primera Santa Misa en el Santuario Matri Ecclesiae, presidida por el P. Georg Egle. En la homilía supo dar un muy buen aporte a la misión del Santuario y así hacerla accesible a los peregrinos. Después de instalarse en el hotel "Tra noi" y de hacer una siesta romana, los peregrinos visitaron la basílica de San Pedro. Esta vez sin ninguna espera pudieron visitar la tumba del Papa Juan Pablo II y quedarse allí orando un buen rato. Después tuvieron tiempo para contemplar toda la basílica. A la tarde festejaron en la capilla del hotel las vísperas de San Nicolás. Después llegó San Nicolás con la mitra de Mons. Heinrich Tenhumberg . Es un costumbre europea de festejar a San Nicolás la noche del 5 de diciembre, especialmente para los niños: alguien se viste como el obispo San Nicolás – el origen del actual Papá Noel o Santa Claus – y reparte golosinas y regalitos según se hayan portado los niños durante el año. Ya avanzada la noche hubo aún un "tour nocturno" por la Plaza Navona hasta el Panteón, para llegar a la mejor heladería de Roma: Giolitti.

Audiencia con el Santo Padre

La mañana del miércoles el grupo participó de la audiencia con el Santo Padre que tuvo lugar en la basílica de San Pedro y en el Aula Paulo VI. Tenían asientos en el Aula y pudieron participar bien en todo. El Papa Benedicto contó de su viaje a Turquía y participó a los oyentes sus encuentros y esperanzas en esos días tan movidos. Los peregrinos le habían escrito una carta en la que le agradecían por su viaje y le prometían sus oraciones por su empeño por la reunificación de las iglesias orientales y su afán por establecer el diálogo con las religiones y la paz entre las culturas. Pudieron dejar esta carta, junto con la publicación "Mensajero del Amor" – que contiene textos de Benedicto XVI y del Padre Kentenich – en la mesa de regalos del Santo Padre. A la tarde se dividieron en tres grupos para hacer distintos recorridos por la antigua Roma imperial, que fueron muy interesantes y les hicieron descubrir perspectivas totalmente nuevas. El día terminó con la celebración de la Santa Misa en el hotel, presidida por el P. Stefan Keller. Hice una homilía hermosa sobre San Nicolás que encantó a todos.

El jueves a la mañana visitaron la basílica de San Juan de Letrán y la de la Santa Cruz. En el camino, a bordo del ómnibus, el P. Oskar Bühler y Mons. Dr. Peter Wolf les dieron una introducción. Contemplaron el magnífico altar de mosaicos con la cruz, de cuyo pie brotan las corrientes del Paraíso. Era una fuerte imagen del lema de la peregrinación: "Belmonte, una fuente para una Iglesia renovada". En este sentido visitaron también el famoso baptisterio de la basílica de San Juan de Letrán. De allí siguieron hacia el gran monumento de San Francisco con sus compañeros en camino hacia el Papa, que también tiene un papel importante en las peregrinaciones a Roma – a pie – del Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt. Poco después se encontraban ante la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, que fue devuelta por el emperador Constantino y su madre, Elena. Es muy conmovedor que en esta iglesia se pueda estar sobre el santo piso del monte Calvario y venerar las reliquias de la Santa Cruz, recuerdos de la fuente de la redención.

Belmonte, un lugar donde brota vida nueva

A la tarde los peregrinos visitaron por segunda vez el terreno del Santuario. Se reunieron en la nueva Casa de la Alianza y escucharon testimonios de la vida en torno a Belmonte. El matrimonio Nuño y la Hna. M. Fernanda les contaron, de un modo muy conmovedor, sus primeras experiencias con el Santuario. También el P. Ludovico Tedeschi les contó del esfuerzo puesto en la fundación de la Familia de Schoenstatt italiana. Entre tanto hay seis mil familias que tienen una vinculación regular con el Santuario por medio de la visita de la Virgen Peregrina. Hay verdaderamente un clima de un comienzo nuevo. Mientras los peregrinos estaban allí, llegó al Santuario gente de la parroquia con el párroco para rezar el rosario. Fue una gran alegría encontrar también en Belmonte a la Sra. Höltschi – del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt – que vive y trabaja en esa parroquia desde hace más de cincuenta años.

El jueves, víspera de la fiesta de la Inmaculada, fue el día del regreso. Comenzó con la Santa Misa en el Santuario Cor Ecclesiae, de las Hermanas de María, presidida por Mons. Dr. Peter Wolf. En la homilía vinculó el misterio de la fiesta de la Inmaculada con las intenciones de la peregrinación. Luego las Hermanas agasajaron al grupo de peregrinos con pan dulce ("pannetone"), un pan típico de la época de Navidad en los países latinos, y té. Luego, entre algunos atascos, tomaron la autopista con rumbo al norte. Con una hora de retraso se encontraron en Asís donde los esperaba el P. Luc, un franciscano holandés, en San Damián. Les mostró al grupo, de manera convincente, a San Francisco y a Santa Clara en el contexto del cambio radical de aquel entonces. Después tuvieron la oportunidad de rezar en la pequeña iglesia de San Damián y echar una mirada al claustro.

Desde allí se abrieron camino en medio de una corriente de turistas sorprendentemente grande para llegar a Santa Clara, y algunos hasta la plaza mayor de Asís. La tarde la pasaron en Santa María de los Ángeles. La gran iglesia de peregrinos estaba repleta durante la Santa Misa celebrada con motivo de las fiestas patronales. Pero a pesar de la gran multitud, la mayoría pudo llegar a la capilla de la Porciúncula y rezar allí en silencio. Alrededor de las 19 hs. participaron en el rezo de Vísperas con los franciscanos. Un final "a toda orquesta" fueron los fuegos artificiales, que durante media hora se elevaron delante de la fachada de la iglesia de Santa María de los Ángeles en honor de la Inmaculada. ¡Algo así solo pueden hacerlo los italianos! Luego se dirigieron a la Domus Pacis para compartir una cena a la italiana. Durante la noche viajaron de regreso a Alemania. Cuando en la madrugada del sábado atravesaron el túnel del San Gotardo, se extendía ante ellos un paisaje invernal con una nevada maravillosa. Y todos comprendieron claramente que la Navidad no está lejos.

En la próxima primavera la Central de peregrinos de Schoenstatt hará una peregrinación a Roma.

Traducción: aat, Argentina