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 published: 2006-12-22

La noche más buena y luminosa de nuestra historia

Último 18 del 2006 - A pocos días de Navidad

 

La noche más buena y luminosa de nuestra historia...

The most holy and brilliant night of our history...

Die heiligste und strahlendste Nacht unserer Geschichte…

 

El Santuario Original, el 18 de diciembre

The Original Shrine on December 18

Das Urheiligtum am 18. Dezember

 
 

Misa de Alianza en la Iglesia de Peregrinos

Holy Mass in the Pilgrims Church

Heilige Messe in der Pilgerkirche

 
 

Renovacion de la Alianza

Covenant Renewal

Bündniserneuerung

 
 

Peregrinos de Brasil

Pilgrims from Brazil

Pilger aus Brasilien

Fotos: Tomás Garzón © 2006

 
 

Visita con la Auxiliar: Pehuajó, Argentina

Visit with the Auxiliary: Pehuajó, Argentina

Besuch mit der Auxiliar: Pehuajó, Argentinien

Foto: Hernandez © 2006

 

 

 

SCHOENSTATT, mkf. "...Que este 18, como todos los demás, sea un día muy bendecido; que podamos peregrinar hasta nuestro Santuario y una vez más decir Sí Madre", escribe Viviana Mera, de Ecuador, en este último día 18 del año. Faltando ya pocos días para la Nochebuena, en medio de los últimos preparativos, todos vuelven su mirada a la fuente original y cuna de la Alianza de Amor – el Santuario original – al cual se vinculan espiritualmente a través de los millares de Santuarios y ermitas esparcidos por el mundo entero.

Como es habitual, todos los presentes en Schoenstatt renovaron la alianza de amor, unidos a aquellos a quienes representan en ese lugar de gracias. La Misa de Alianza fue celebrada por Mons. Hermann Zimmerer, Director General del Instituto de las Hermanas de María, acompañado por nueve Padres de Schoenstatt y Sacerdotes diocesanos. "No me imaginaba una congregación tan internacional en esta época del año", comenta Tomás Garzon de la Roza, de Argentina, voluntario de la Oficina de Prensa. Y tiene razón: estaban presente peregrinos de Texas, USA, de Argentina y de Brasil, además de jóvenes de Argentina, Méjico, la India, Chile ... Después de la Misa, con velas en sus manos, todos se dirigieron al Santuario Original para la renovación de la Alianza de Amor.

Una verdadera lluvia de estrellas en Schoenstatt

Todo es preparación para la Navidad; en muchos lugares, la familia de Schoenstatt promueve Pesebres vivos, novena de Navidad, "búsqueda de albergue", Mil Avemarías... Los misioneros de la Campaña del Rosario ofrecen la visita de la Auxiliar. Cuenta Susana Hernández, de Pehuajó, Argentina: "Con la Auxiliar estamos saliendo a los distintos barrios, previa invitación a los vecinos, al párroco, anuncios por diario y televisión. Nos preparamos para Navidad y una estrella para el pesebre. Se reza el rosario, escriben los nombres en las estrellas, que llevaremos al pesebre de la Parroquia, damos una estampa con un mensaje de adviento y compartimos algo dulce al terminar. Los misioneros y la gente participan con alegría".

Una vez más, en esta Navidad, están todos invitados a enviar los nombres de aquellas personas que deseen hacer presente en el pesebre de Schoenstatt en la Nochebuena, que escritos en estrellas de papel serán llevados el 24 de diciembre al Santuario Original, para ser depositados más tarde, durante la Misa de Nochebuena celebrada a medianoche, sobre la tumba del Padre. Pueden hacerlo vía internet - o también por e-mail (hermana.kornelia@gmail.com).

Al cabo de una semana de haber comenzado con el envío de "estrellas" a schoenstatt.de ya se ha producido una verdadera "lluvia de estrellas": cientos de ellas llegan cada día, desde 30 países hasta este momento – incluso de Rusia, Rumania, la India... y hasta de monasterios, colegios y personas que no son del Movimiento.

Todo nos invita a prepararnos para la Navidad

Los textos y las canciones del tiempo de Adviento nos recuerdan que se aproxima la venida del Señor, de ese Niño Dios que habrá de llegar - ya sea que tengamos todo listo, todo en orden, todos los adornos colgados, toda la comida preparada y todas las tarjetas de navidad enviadas... o no. Es la Virgen quien prepara nuestro corazón, nuestra casa, nuestra iglesia y nuestro mundo, tal como lo hizo en Belén en aquel entonces. La carta de Alianza del Padre Javier Arteaga, Director del Movimiento de Argentina, enviada el 18 de diciembre puede iluminar nuestro camino en esos últimos días previos a la Navidad:

En estos días de Adviento todo nos invita a prepararnos para la Navidad: adornos bellísimos y árboles luminosos en la televisión, en los diarios, en las calles y en los comercios. Pero no obstante esas "ofertas de navidad", en nosotros hay algo que aún queda insatisfecho. Así la Navidad no es verdaderamente Navidad. Somos como ese viajero que está camino a Casa, y busca con los ojos anhelantes, llenos de esperanzas….

Se cuenta que un viajero iba camino de retorno a su casa. Mucho había visto y aprendido en su largo viaje, y el anhelo del reencuentro con los que él amaba iluminaba su mirada abierta, clara y llena de esperanza. Una mañana llegó a un pueblo buscando un trabajo y lugar donde quedarse por unos días. En una de las tantas casas donde preguntó fue recibido por tres niños, hermanitos, que salieron a su encuentro y lo invitaron a pasar. Los padres de los niños invitaron al viajero a quedarse con ellos. El viajero aprendió a hornear el pan, trabajar la tierra, ordeñar las vacas, pero había algo que no podía entender: cada día, y algunos días en varias ocasiones, el papá la mamá y los hermanos se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, un burrito marrón y una vaca. Despacito dejaban una pajita entre María y José. Con el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando y se hacía más mullido. Cuando le llegó al viajero el momento de partir, la familia le entregó un pan calentito y frutas para el camino, lo abrazaron y lo despidieron. Ya se iba cuando dándose vuelta les dijo: "Una cosa quisiera llevarme de este hermoso momento". "Por supuesto", le contestaron. "¿Qué más podemos darte para el camino?". Y el viajero entonces preguntó: "¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José?" Ellos sonrieron y el niño más pequeño respondió: "Cada vez que hacemos algo por amor a alguien, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre. Y así vamos preparando para que cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un colchón delgado y por lo mismo frío, pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calientito." El viajero comprendió todo. Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una voz adentro suyo lo invitó a seguir camino y compartir con otros este inmenso regalo que él había recibido.

Este cuento nos muestra tres actitudes que nos pueden ayudar a preparar y vivir una verdadera Navidad:

La Navidad es la fiesta de Dios con los hombres.

Dios viene a nuestro encuentro, es el prometido "Emmanuel", Dios con nosotros (Is. 7, 13-15). Nos trae la salvación que tanto hemos buscado por variados y erráticos caminos. Una salvación que es plenitud de vida en el Amor y que sólo Él puede dar. La invasión mediática de los Papá Noeles y el consumo compulsivo quiere desplazar y reemplazar en nuestros corazones al Niño Dios. Es extraño que en todas partes se hable de la fiesta pero no se quiera nombrar al festejado. ¿No será discriminación?

  • Para que sea una verdadera Navidad tratemos de tener un espíritu profundamente religioso y recibir con amor al Niño Dios, a Jesús el Salvador, y festejarlo a Él porque es "su cumpleaños".

La Navidad es fiesta familiar.

Dios cuando vino a nosotros lo hizo naciendo en el seno de una familia, con ello quería resaltar la importancia que para Él tiene la familia: cuna y custodia de la vida humana y divina; es la escuela donde el hombre aprende a amar y a trascender. Ante tanta soledad y desconsuelo, ante tanta amargura y desunión la Navidad nos invita a mirar al pequeño Niño, a María y a José y deponer nuestras distancias.

  • Para que sea una verdadera Navidad encontrémonos como hermanos, hijos pobres de un mismo Padre, rico en misericordia, intentando un mejor diálogo, la reconciliación y la unidad en los corazones.

La Navidad es la fiesta del Amor generoso y solidario

"Tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo único" (Jn. 3, 16). El nacimiento y la vida de Cristo entre los hombres es el mayor testimonio del amor generoso y solidario de Dios para con nosotros. Como decía un gran predicador ¿Qué ganaba Él viniendo a nosotros? ¿Qué nos debía? Nada, sólo quiso darse todo para que tuviéramos su Vida, Vida en el Padre Dios, Vida eterna. La Navidad es la fiesta del Amor que se entrega con total generosidad, sin merecimientos y sin condiciones. Pero eso no es todo: Él también nos dijo "ámense unos a otros como yo los he amado" (Jn. 13, 34).

  • Para que sea una verdadera Navidad tratemos de crecer en el amor generoso y solidario con el que está triste y postergado compartiendo nuestro tiempo, nuestro pan dulce o nuestro corazón. Salir de nosotros para ir a los otros sin cálculos, por amor, como Dios lo hizo con nosotros.

Esperemos anhelantes con María a Cristo, nuestro Salvador, creciendo en el amor fraterno y solidario.¡Alegrémonos: pronto será Nochebuena, la noche más buena y luminosa de nuestra historia!

Fotos de Navidad en Schoenstatt

Videos, audios

 

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Last Update: 22.12.2006 Mail: Editor /Webmaster
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