Bajo un manto de estrellas resplandece el nuevo Belén

Navidad 2006 en Schoenstatt

En estrellas enviadas a Schoenstatt, la familia de Schoenstatt se hizo presente en el Santuario Original With the stars sent to Schoenstatt, the Schoenstatt Family from 34 countries  was present in the Original Shrine Mit den nach Schönstatt geschickten Sternen war die Schönstattfamilie aus 34 Ländern im Urheiligtum vertreten Fotos: POS Fischer © 2006
Misa de Nochebuena en la Iglesia de Peregrinos Christmas Mass in the Pilgrims’ Church Kinder-Christmette in der Pilgerkirche
Villancicos de Latinoamerica: Tomás Garzón, de San Isidro, Argentina Christmas Carols from Latin America: Tomás Garzón from San Isidro, Argentina Weihnachtslieder aus Lateinamerika: Tomás Garzón aus  San Isidro, Argentinien Fotos: Brück © 2006
Misa de Nochebuena en la Iglesia de Peregrinos Christmas Mass in the Pilgrims’ Church Kinder-Christmette in der Pilgerkirche
Oración en el pesebre en la Misa de medianoche en la Iglesia de la Adoración Prayer at the manger, in the Mass at midnight in the Adoration Church Gebet an der Krippe in der Christmette in der Anbetungskirche
Pesebre en la Iglesia de la Adoracion Manger in the Adoration Church Krippe der Anbetungskirche Fotos: POS Fischer © 2006 Album de fotos – photo album – Fotoalbum

SCHOENSTATT, mkf. Navidad 2006 en Schoenstatt: Bajo un manto de estrellas enviadas desde 34 países del mundo con miles de nombres representados por ellas, la familia de Schoenstatt en pleno, junto con todos aquellos que cada uno llevaba en su corazón y forma parte del apostolado común, se hizo presente esta Nochebuena en el Santuario Original y en la Misa de Nochebuena de la familia. En el Santuario Original - el nuevo Belén de nuestro tiempo - se imploró para todos ellos las gracias y bendiciones del Niño Jesús, hecho hombre para hacer del mundo un Reino del Padre, un Reino de amor, de solidaridad, justicia y libertad.

"En esta nochebuena 2006 quisiera presentar ante el pesebre, en el Santuario Original, que tanto amo, los nombres de mis seres queridos... Quisiera recordar a todos mis parientes y amigos, a los que sufren y a los que están solos", puede leerse en una estrella enviada por Internet pocas horas antes de la medianoche del 24 de diciembre. Hay estrellas con nombres de personas enfermas y personas fallecidas recientemente. con nombres de seres queridos que se encuentran lejos – física o emocionalmente -, hay cartas sencillamente escritas al Niño Jesús, hay una estrella enviada por un niño de nueve años de los Estados Unidos, hay "estrellas" escritas por religiosas de un claustro en España y una estrella venida de la tumba de San Vicente Pallotti en Roma. "Que podamos ir a Schoenstatt", le piden Blanca y José Brahin, de Argentina, al Niño Jesús. Están presentes en las estrellas el Papa Benedicto XVI, Fidel Castro, Angela Merkel, varios obispos "y todos los motociclistas del mundo". "Que brille muy fuerte la estrella de Juana Mejias, que nació el 19 de diciembre, para que siempre sea sanita y esté feliz junto a sus papás", se lee en una de las cientos de estrellas enviadas desde Adolfo González Chávez en Argentina. Están también representadas por estrellas las víctimas de la explosión en Nigeria, el niño que ese día fue asesinado por su mamá, los chicos de un hogar de niños que celebraron la Navidad ante un pesebre generosamente donado por una parroquia en Alemania.

El Santuario original brilla con millares de estrellas

El 24 de diciembre por la tarde fueron llevadas al Santuario, pegadas en hojas de papel, todas las "estrellas" enviadas, y una estrella en representación de cada país desde el cual se enviaron estrellas: Argentina, Paraguay, Alemania, Chile, Venezuela, Brasil, Uruguay, Estados Unidos – los países con mayor cantidad de estrellas – seguidos de Rusia, Japón, Gabón, Italia, Burundi, Sudáfrica, Republica Dominicana, El Salvador, Nigeria - con una pocas estrellas- al igual que Canadá, España, Colombia, Austria, Suiza, México, Ecuador, Puerto Rico, Perú, la India, Rumania, Portugal, Costa Rica, Panamá... el universo entero representado aquí, en el Santuario Original. Es infinitamente grande la alegría que irradia la presencia en el Santuario Original en esta Nochebuena: fotos impresas de las estrellas presiden Misas y encuentros, coronando carteleras frente a los Santuarios y ermitas... mientras el Santuario Original, ese pequeño nuevo Belén, abre sus muros de par en par para acoger a miles y miles de personas en esta noche de Navidad.

Tocados por la fe y la alegría de los niños

Poco después de la invasión de estrellas en el Santuario Original, más de 900 personas, entre ellas muchas familias con niños, "invadieron" la Iglesia de Peregrinos para asistir a la Misa de Nochebuena para niños. Los chicos - vestidos de estrellas, pastorcitos, ovejas, María y José - participaron activamente en la representación del relato tan querido y popular de la Navidad, del Dios con nosotros, del Dios hecho hombre, del Dios en el pesebre. El Padre Franz Widmaier invitó a los niños a compartir todos sus conocimientos sobre este relato, cosa que ellos, ni lerdos ni perezosos, tomaron al pie de la letra sin perder detalle alguno, comenzando por los ángeles en el campo, el burrito y el buey, la búsqueda de albergue, los Reyes magos siguiendo a la estrella, camellos y ovejas… y en medio de tanta fe infantil y alegría inocente también los mayores se dejaron tocar por el misterio de la Navidad. "Fue la mejor Navidad en toda mi vida", comentó, emocionado, un señor mayor. Acompañados de villancicos en castellano – aportados por Tomás Garzon, de San Isidro, Argentina -, de órgano y - como broche de oro- de bengalas, grandes y chicos celebraron la Navidad.

Multitudinaria peregrinación al pesebre

Poco antes de la medianoche comenzó la Misa de Nochebuena en la Iglesia de la Adoración, con las estrellas - presentadas antes en la tumba del Padre Kentenich – presentes en el pesebre. Como cada año, uno de los momentos más emotivos fue la oración ante el pesebre. Los celebrantes, de rodillas, le rezaron al Niño Jesús, mientras el celebrante principal, Mons. Hermann Zimmerer (director general del Instituto de las Hermanas de María) hizo entrega al Niño Dios de toda la familia de Schoenstatt en el mundo entero, la iglesia, los países y pueblos en guerra, la gente que padece inundaciones, terremotos, guerras, corrupción, injusticia, hambre..., todos los familiares y amigos de los presentes, todo el mundo. Se encontraban presente también miembros de la gran familia de Schoenstatt – de Méjico, la India, la Argentina, Chile, Brasil, los Estados Unidos… - representando así a todos los que a través de estrellas y oraciones quisieron unirse a Schoenstatt. En su prédica, Mons. Zimmerer destacó lo revolucionario del nacimiento de Jesús como niño, lo novedoso, lo atrayente de este acontecimiento de la Navidad. Dios no quiso asustarnos, no quiso llegar con poder y brillo, sino como un niño, para no despertar en nosotros el temor ante él sino nuestro amor por él.

Finalizada la Misa, al amparo del frío y la neblina de la noche invernal, una banda de instrumentos de viento interpretó en el atrio de la Iglesia canciones de Navidad, al mismo tiempo que alegremente se intercambiaban saludos navideños en todos los idiomas de los países presentes, una pequeña Babel...

En medio de la paz que reina el 25 de diciembre en Schoenstatt - donde en la mayoría de las casas no se atiende a los peregrinos durante el tiempo de Navidad - el 26 de diciembre ("segundo día de Navidad" y día feriado en Alemania) comenzó, por vez, los "Diez minutos junto al pesebre", esa multitudinaria peregrinación de niños y grandes al pesebre...