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 published: 2006-11-23

Testigos del alma universal que palpita en Belmonte

Apuntes romanos – Los nuevos custodios del Santuario de todos nosotros comienzan su trabajo

 

Peregrinos se dirigen al Santuario en Belmonte, Roma

Pilgrims on the way to the Shrine in Belmonte, Rome

Pilger auf dem Weg zum Heiligtum in Belmonte, Rom

 

Imagen del Niño Jesús de Praga, regalo de la familia de Schoenstatt de Chequia

Picture of the Baby Jesus of Prague, gift of the Czech Schoenstatt Family

Prager Jesuskind, ein Geschenk der Schönstattfamilie von Tschechien

 
 

El Padre Frantisek Jarisek y su hermana Maria Jiraskova de la República Checa, con los Musolino

Father Frantisek Jarisek and his sister, Maria Jiraskova, from Czech Republic, with the Musolino

Pater Frantisek Jarisek und seine Schwester Maria Jiraskova aus Tschechien, mit Ehepaar Musolino

Fotos: Nuño © 2006

 

 

 

ROMA, Francisco Nuño. A mitad de noviembre, Francisco y Anneliese Nuño, hasta el verano de 2006 superiores generales del Instituto de Familias de Schoenstatt, han asumido su nueva tarea de custodiar el "Santuario de todos nosotros" en Belmonte, Roma. Además Francisco Nuño asumió también la tarea que soñaba desde hace años: ser corresponsal de schoenstatt.de, trasmitiendo "en vivo" lo que pasa en Belmote y Roma.

Todos los grandes acontecimientos, aunque estos ocurran en la intimidad, tienen sus vísperas. Así ocurrió con nuestra salida de Schoenstatt en Alemania en dirección a Roma, prevista para el martes 7 de noviembre de este año. Eran las dieciocho horas y quince minutos de la tarde del lunes 6 cuando Anneliese y yo, invitados por el pleno del Consejo General de la Obra, nos sentábamos a la mesa con todos sus miembros en la Casa de los Sacerdotes Diocesanos de Moriah para celebrar juntos como familia el final de nuestra actividad como miembros del Consejo (seis años) y para alegrarnos por nuestra partida inminente para Belmonte en Roma. Fue un regalo y una velada inolvidable: allí estaban con nosotros los superiores y superioras generales de los otros cinco Institutos de Schoenstatt con sus respectivos Padres Asistentes o Directores Generales, allí estaban también los dirigentes de las Federaciones internacionales y el Director del Movimiento en Alemania. En la pluralidad y diversidad de las personas y comunidades experimentamos la presencia de nuestro Padre Fundador, padre de todos, que nos unía en comunidad alegre y gozosa. Sin agenda ni ‘orden del día’ vivimos una experiencia de familia del Padre, experiencia de una solidaridad de destinos posible y anhelada.

Los tuyos siempre contigo

Y para que la víspera fuera aún más gozosa y completa tuvimos la alegría de recibir en casa, ya bien tarde, a nuestras familias Martino, Jensen y Köstner, que al terminar las reuniones de la nueva Dirección General de ese día decidieron venir a casa para ayudarnos a preparar las maletas y el auto para nuestro viaje. Gran sorpresa y alegría familiar bien íntimas. Los tuyos están contigo, te ayudan a dar los últimos toques a la cocina de la casa de Vallendar, que dejamos para siempre después de doce años en Schoenstatt. Y cuando las maletas y todos los paquetes estaban en el coche nos sentamos en el salón cansados y contentos por sabernos tan queridos y mimados por Dios. Esa noche fue corta pero inolvidable, nos acostamos tarde y nos levantamos al día siguiente temprano para asistir a la Santa Misa de las siete y cuarto de la mañana en el Santuario original. Desde este lugar santo salimos directamente en dirección a Roma. Poco después de las ocho de la mañana estábamos Anneliese y yo en la autopista N 61 con nuestras miradas puestas en el sur.

La más "italiana" de todos…

El viaje ha sido bueno, sin contratiempos. Los más de mil trecientos kilómetros desde Schoenstatt a Roma nos exigieron dos días en carretera. Dormimos al final del primer día en Italia, al sur de Milán. Para que la ruta fuera menos penosa Anneliese y yo nos hemos alternado al volante de nuestro ‘Volkswagen Golf’ que lo llevamos también para Italia. Este país mediterráneo tiene en sus gentes alegres y abiertas también una forma distinta de manejar los autos y la circulación. Aquí se corre y se tiene la especial habilidad de flexibilizar y relativizar en parte las normas del tráfico según la situación de cada momento. Lo importante es avanzar. Un ambiente especial para Anneliese. Ella tuvo su escuela de conducir "a la mediterránea" ya cuando vivíamos en Madrid. Al pasar la frontera de Suiza con Italia tuve la impresión que se "encontraba en casa" con el auto. Poco antes había tomado ella el volante. La travesía de Milán en el atardecer del miércoles fue toda una experiencia. El tráfico era intensísimo. Miles de italianos cada uno en su ‘macchina’ intentaban llegar a casa después del trabajo y allí, en medio, nuestro auto alemán con mi esposa al volante. ¡Fascinante! La más "italiana" de todos, era mi Anneliese. Por lo menos así lo sentía yo, que a duras penas intentaba leer los letreros de la ruta para indicarle el camino a seguir. Para ella ningún problema. En algún momento dije yo que habíamos tenido mala suerte y llegado a Milán a la hora punta. Anneliese en su alegría y poderío tuvo incluso la soltura de ‘corregirme’ carioñsamente y decir: "No, esto es la rush hour"; ¡así, en inglés, para que el andaluz, venido de más allá del sur, lo entendiera bien! Toda una experiencia. Cuando llegamos al hotel, pocos kilómetros más adelante, dimos gracias a Dios por el buen viaje realizado en este día y por la salud que El tan graciosamente nos concede cada día de nuevo.

Compartiendo techo y mesa

Los primeros días en Roma han sido muy intensos. La familia Musolino nos esperaba en el Santuario de Belmonte. Allí nos arrodillamos los cuatro a nuestra llegada en la tarde del miércoles ocho de noviembre. Se iniciaba así una nueva etapa de nuestras vidas. Nuestra residencia en Roma será provisionalmente el apartamento de la Via Ovada 29 en donde vivieron los Abram durante dos años y en donde están ahora Lito y Rosita Musolino. La Casa dell’Alleanza aún no está terminada, faltan los últimos detalles. En Italia hay siempre tiempo y las cosas llevan su ritmo. Paciencia.

Los Musolino regresan a Argentina el día 2 de diciembre. Durante las próximas tres semanas compartiremos techo y mesa y a la vez ellos nos ayudarán a introducirnos en nuestro trabajo de custodios del Santuario. El viernes 10 de noviembre tuvimos nuestra primera reunión del "Consiglio" (Consejo) del Santuario. Fue a la sombra del otro Santuario de Schoenstatt en Roma, el Santuario Cor Ecclesiae de nuestras Hermanas de María. Nos reunimos allí porque la Hermana M. Asunción acababa de regresar horas antes de Alemania. Al Consiglio – institución convocada por los Diocesanos – pertenecen los representantes de los Institutos en Roma, Padre Ludovico, Hna. M. Asunción y la señora Roberta Cuccaro así como los que trabajamos en Belmonte, Anneliese y yo y la Hermana Fernanda. Preside el Consiglio el padre diocesano Michael Gerber de Alemania. En esta primera reunión hemos tenido la oportunidad de intercambiar sobre la vida que ya palpita en el Santuario y sobre las distintas sensibilidades de los miembros del Consiglio. Dos grandes corrientes pueden fomentar la vida y dar al Santuario su propia identidad y proyección. Por una parte, el Santuario en Belmonte como el centro espiritual de la futura familia de Schoenstatt en Italia y por otra, el Santuario como el lugar elegido por nuestro Padre Fundador para proyectar a toda la Iglesia universal el carisma del Fundador y su Obra así como la internacionalidad de nuestra familia de Schoenstatt en el mundo entero.

Dos experiencias concretas

Dos experiencias vividas en estos primeros días en Roma nos ayudan a entender lo antes apuntado: en la tarde del sábado 11 fuimos invitados a su casa por la familia de Gianna y Pietro Lapiana, responsables de la Virgen Peregrina en esta zona. Además de sus dos hijos y una amiga coordinadora de la Campaña tomaron el té con nosotros otras personas, entre ellas una profesora de la universidad de Lublín en Polonia, amiga de la Hermana Fernanda. Fue una reunión familiar con once personas de seis nacionalidades distintas y con un intercambio vital en torno a la experiencia de nuestra fe y de nuestro amor a María, la Madre y Reina Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt.

El lunes 13 llegaron a Belmonte el Padre Frantisek Jarisek y su hermana Maria Jiraskova de la República Checa. Ellos han traído desde el Santuario de Rokole una imagen del Niño Jesús de Praga que la familia de Schoenstatt checa ha regalado al Centro internacional de la Familia de Schoenstatt en Roma. Este presente y otros parecidos procedentes de todos los Santuarios de Schoenstatt en el mundo son y serán cada vez más parte integrante y testigos del alma universal que palpita en este lugar santo que la Familia regaló a nuestro Padre y que él bendijo hace ahora cuarenta y un años.


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Last Update: 23.11.2006 Mail: Editor /Webmaster
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