En las huellas de Don Joao Pozzobon

Peregrinación de la Campaña del Rosario de Argentina a Santa Maria

Entrando para la celebración del envío Entering for the celebration of commissioning Einzug zur Sendungsfeier
Unas de las Auxiliares que les acompañaron; estuvo tambien la Auxiliar de los Ciegos Some of the Auxiliaries that accompanied the pilgrims; they also brought the Auxiliary of the Blind People Einige der Auxiliares, die bei der Wallfahrt dabei waren, unter anderem auch die der Blinden
Grupo de San Isidro Group from San Isidro Gruppe aus San Isidro
El matrimonio Ottolenghi, ellos fueron del primer grupo que fueron  a Santa María a recibir las primeras Peregrinas que llegaron a Buenos Aires con el Padre Esteban The Ottolenghi’s, who were part of the first group that went to Santa Maria to receive the first Pilgrim MTA’s, together with Father Esteban Ehepaar Ottolenghi aus der ersten Gruppe, die mit Pater Uriburu nach Santa Maria fuhr, um die ersten Bilder der Pilgernden Gottesmutter in Empfang zu nehmen: Anfang der weltweiten Verbreitung der Kampagne
Cantando todos juntos Singing together Alle singen gemeinsam Fotos: Bueno © 2006 Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

ARGENTINA, Rita Bueno. "Cómo explicar lo que hemos vividos en esos cuatro días" – fue uno de los primeros comentarios que se escucharon al regreso de los misioneros de la Campaña del Rosario de su peregrinación a Santa María, Brasil, lugar de origen de la Campaña que en 1950 inició Don Joao Pozzobon. Durante la "Romaria de Primavera" en Santa María, los peregrinos de Argentina con sus Auxiliares, rosarios y banderas fueron como otra "corriente de retorno" desde los países adonde la Campaña se difundió a partir de 1983, momento en que se tornó mundial, como tanto anhelaba Don Joao y se hizo posible gracias a la decisiva intervención del Padre Esteban Uriburu.

"Buscando una dirección, me contacté con Graciela Montivero, voluntaria de la Casa María Reina en Buenos Aires", comenta Rosario Lara Marañon, voluntaria de la Oficina de Prensa durante tres meses, "y ¡ah!!!!!!... ¡qué dato!!! Me contó que está emocionadísima porque estuvo en Brasil siguiendo los pasos de Don Joao, conoció su casa y todo. ¡Le dije que escriba un testimonio porque desborda de emoción!". Desde muchos otros lugares también se escucharon comentarios parecidos, como el de Rita Bueno, de San Isidro, que comparte lo que vivieron los más de 80 peregrinos de Argentina.

El Santuario Tabor, ¡"o maior do mundo"!

¡Cómo explicar lo que hemos vivido en esos 4 días!, comienza Rita Bueno, y se revive con ella cada momento de gracias de esta peregrinacion:

Comenzamos la peregrinación a Santa María con la Santa Misa celebrada por el Padre Guillermo Mario Cassone en Confidentia, acompañado por los sacerdotes que viajaron con nosotros, el Párroco de San Nicolás y el Padre Sergio, Párroco de San Pedro.

¡Ya estábamos en clima de Peregrinación! Fuimos 2 micros completitos de distintas comunidades: de Mar del Plata, del Centro, Capital, 9 de Julio, Añatuya, Lomas de Zamora, San Pedro, Villa Ballester, Lanús, Flores, San Luis, Pinamar, La Plata  y Garín, un crisol de comunidades a los pies de la Mater. Espero no olvidarme de ninguna.

Las Hermanas de María nos recibieron con la alegría de siempre, en todo momento a nuestro servicio, haciéndonos sentir como en casa. Santa María nos recibió con una lluvia torrencial, pero dejamos las valijas y cruzamos a saludar a la Mater en "su Casa": el Santuario Tabor, el Santuario de la Filialidad Heroica. El Padre Guillermo nos explicaba que este Santuario es más grande que los demás. Me imaginaba al Santuario de San Isidro adentro del Santuario Tabor. Al escucharlo pensé: "somos hijos en el Hijo". Nuevamente en mi pensamiento y en el corazón el Santuario de la Filialidad.

Recorriendo la vida de Don Joao

Después de un buen descanso nos levantamos temprano para recorrer los lugares donde vivió y sembró tanto amor a la Mater don Joao Pozzobon, acompañados por sus hijos y el nieto que lleva su mismo nombre. Hemos recibido de ellos continuamente palabras de agradecimiento, siempre con una sonrisa. Ellos continúan ahora la misión que heredaron de su Padre. Como decía don Joao: "entendí la misión y por ella mi entrega fue total".

Recorrimos su casa, humilde, sencilla, abierta a todos, donde siempre había un plato de comida para el necesitado; fuimos a la Parroquia donde fue ordenado Diácono, al Cementerio donde descansan sus restos, a su casa natal en Ribeirao y a la Parroquia de San Pedro, el lugar donde recibió los Sacramentos. Nuevamente pudimos contactarnos con el Padre Argemiro, cada palabra suya encendía más el corazón de todos.

Un hombre atento al querer de Dios

En su Homilía el Padre Argemiro nos hizo retroceder en el tiempo. Fuimos recorriendo las distintas etapas de nuestra vida, replanteándonos cómo vivimos nuestro Bautismo: ¿Nos sentimos realmente hijos predilectos de Dios?, ¿qué es para nosotros la Eucaristía, somos conscientes del regalo que nos hace Jesús quedando para nosotros en un "pedacito de pan"?, ¿le damos lugar en nuestra vida al Espíritu Santo para que nos colme con sus dones?, ¿reconocemos que a través del Sacramento de la Reconciliación el Padre nos cubre con un manto de misericordia?, ¿y cómo andamos con el Sacramento del matrimonio?, ¿cuáles son nuestras luces y cuáles son nuestras sombras?... Realmente fue una catequesis excepcional.

Don Joao fue un hombre auténtico, servicial, un excelente hijo, esposo y padre ejemplar, un hombre que entendió y vivió dando testimonio de la pedagogía y la espiritualidad de nuestro Padre Fundador - como él decía sin tener mucho estudio, simplemente se dejó conducir por la Divina Providencia - un hombre atento al querer de Dios. Y aunque muchas veces no lo entendía le daba su sí. Él supo decir "ADSUM", fue "el burrito de la Mater", lo importante no era el burrito sino "la carga que llevaba arriba".

Y como broche, después de la mística, ¡la mástica! Nos esperaron con una cena espectacular: el famoso risotto, asado, postre, y muchísimo más. Cantaron para nosotros las canciones de su tierra y nosotros les cantamos las nuestras, y para terminar el festejo, mientras nosotros cantábamos la Marcha de San Lorenzo, el Padre Guillermo marchaba con paso ágil y contundente cual soldado de la Patria.

La "Romaria da Primavera"

¡Qué más puedo decir! Que le agradezco a mi querido Padre Kentenich este gran regalo. Hemos llevado al Santuario Tabor a todo el equipo de coordinadoras, a los misioneros, a las familias misionadas, a la Familia, ¡a todos! Y en la Santa Misa del domingo todos fueron al Altar. Vivimos con mucha emoción "la Romería da Primavera", todo el suelo cubierto de pétalos de rosas, y en el centro Ella... ¡nuestra Madre y Reina! A quien en la oración de Consagración, cada uno en su idioma le regaló nuevamente todo, todo en su Corazón.

Y al Padre le decimos como siempre: "Tú buscas aliados para la misión. Aquí estamos. Vamos contigo. Nuestro corazón en tu corazón, nuestro pensamiento en tu pensamiento, nuestra mano en tu mano, Padre, ¡tu herencia es nuestra misión!

La tercera Auxiliar de San Isidro

Para la Campaña de San Isidro, toda la peregrinación tuvo un "sello" especial ya que fuimos además a Santa Maria para buscar la tercera Auxiliar de San Isidro. Esta Auxiliar fue conquistada durante dos años con la Adoración al Santísimo, participando de la misma en el Santuario y en las Parroquias a las que pertenece cada uno de los misioneros. ¡Estamos felices con nuestra nueva Auxiliar, que ya está peregrinando!