published: 2006-10-17 |
Mateo, ¡sígueme!Ordenación diaconal de Matheus Bernardes, de Poços de Caldas, Brasil |
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BRASIL, Ir, M. Nilza/ www.maeperegrina.com.br. Cuando Jesús se encontró con el recaudador de impuestos Mateo, lo miró al fondo de su corazón y descubrió que era un hombre bueno, entonces le dijo: ¡Sígueme! El se levantó y lo siguió. (Mt. 9,9) Hoy Jesús pasa nuevamente por la calle y su mirada llena de amor se dirige al estudiante de Química, en la Unicamp, con un futuro brillante ante él… pero el Señor quiere más que eso para él y lo llama: Matheus, ¡sígueme! Tras mucha oración, luchas y diálogo, Matheus Bernardes, hijo de Odete y Paulo, de Poços de Caldas/MG, da su sí y emprende su camino al sacerdocio, ¡como diácono del Instituto de los Padres de Schoenstatt ordenado en el mes de septiembre! La ceremonia, envuelta en una gran alegría, se celebra en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en Jaraguá, São Paulo. La Familia de Schoenstatt está de júbilo: en breve, tendrá un Padre de Schoenstatt más. ¿Qué lleva a un joven a dejarlo todo por Jesús? ¿Por qué ser Padre en ese Instituto? Dejemos que sea el mismo Matheus quien nos responda: ¿Por qué ser padre hoy? ¿Por qué el Instituto de los Padres de Schoenstatt? Para mí el Padre José Kentenich es uno de esos ejemplos cercanos, alguien que se decidió por Jesucristo y se consagró plenamente a Él. En Alianza de Amor con María, nuestro Padre y Fundador pudo seguir al Señor y también pudo vislumbrar un camino para la realización del hombre moderno. Por esa Alianza, por ese camino indicado por el P. José Kentenich, me decidí por los Padres de Schoenstatt... más allá de eso, encontré también otros tantos ejemplos vivos de seguimiento a Jesús dentro del mismo Instituto de los Padres de Schoenstatt; en aquel tiempo en que todavía me encontraba en la Juventud Masculina eran los Padres... y cómo me gustaría ser como ellos... hoy son mis hermanos de comunidad y cómo me alegro de que aquellos Padres, que dieron su sí a Cristo, sean hoy mis hermanos y desde esa perspectiva más fraterna sigan siendo un ejemplo para mí. ¿Cuál es el desafío más grande en el discernimiento
vocacional? Hoy, luego de muchos años de formación, llego a la conclusión de que el desafío más grande en el discernimiento vocacional no es tanto la profesión, la familia o la novia; el desafío más grande consiste en tener el corazón totalmente dispuesto a entregarse y pertenecer solamente a Jesucristo. Durante el proceso de discernimiento de la vocación no están en juego los grandes aspectos de nuestra vida sino esos aspectos pequeños, casi ínfimos que en los momentos de decisión pesan mucho. ¡El corazón del sacerdote, el corazón del consagrado tiene que estar dispuesto a darlo todo por Jesús! ¿Dónde queda la realización profesional del sacerdote? ¿Cómo se hace para saber cuál es mi vocación? Entretanto, Él continúa llamando... ¡Él nos llama todos los días. Por eso, escuchemos la voz del Señor y después busquemos a alguien con experiencia (¡y mucha sabiduría!) para que nos acompañe en el proceso de discernimiento. Aquí la palabra proceso es fundamental: descubrir la vocación no es algo de uno o dos retiros de silencio o de una noche de vigilia... es necesario tomarse mucho tiempo para que el proyecto de vida, al cual nos llama el Señor, se torne cada vez más claro y así pueda decirle desde lo más profundo de mi corazón: ¡Sí, Señor, te seguiré adonde Tú quieras que vaya! ¿Cómo se puede afirmar que dedicarse a Schoenstatt es ayudar
a construir un Brasil mejor? Nuestra Alianza de Amor con la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt nos conduce a una relación cada vez más profunda con el Dios de la vida... al igual que con nuestros hermanos y hermanas, y con nuestra sociedad. ¿Cómo? El mismo P. José Kentenich puede responder a esta pregunta: él siempre citaba el ejemplo de la tela de araña. Toda tela de araña posee un hilo maestro del que penden los demás. Si este hilo maestro es cortado, se viene abajo toda la tela. Nuestro hilo-maestro es nuestra relación con Dios; la Alianza de Amor con María fortalece esta relación, fortifica nuestro hilo-maestro. Una vez que está firme, podemos establecer muchas relaciones con nuestros hermanos y hermanas en la sociedad... ¿Cómo engañar a un hermano o una hermana si la norma de mi relación con él es mi relación con Dios? De esta manera, tengo plena convicción de que estaremos (¡y ya estamos!) construyendo un Brasil mejor. Fuente: www.maeperegrina.com.brTraducción y redacción: mca, Argentina |
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Last Update: 17.10.2006
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