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 published: 2006-10-24

La MTA escoltada con la alegría de corazones sencillos y fervorosos

18 de octubre en Tuparenda: en la mente y los corazones perduran las imágenes, los cantos, las ofrendas, los rostros de miles de peregrinos...

 

Tuparenda, 18 de cotubre: procesión de entrada de una de las cuatro Misas

Tuparenda, October 18: Entrance procession to one of the four Holy Masses

Tuparenda, 18. Oktober: Einzug zu einer der vier Heiligen Messen

 

Misioneros de la Campaña del Rosario con sus peregrinas “vestidas de fiesta”

Missionaries of the Schoenstatt Rosary Campaign with their Pilgrim MTA`s , with beautiful flowers

Missionare der Kampagne der Pilgernden Gottesmutter: nirgendwo sonst bekommt die Pilgernde Gottesmutter solche Blumenarrangements

Fotos: Pardo © 2006

 

Encuentro de misioneras: Melba Lopez (izq.), Marijú Pereira

Encounter of missionaries: Melba Lopez (left), Marijú Pereira

Begegnung zweier Missionare der ersten Stunde: Melba Lopez (li.), Marijú Pereira

 
 

Pedro Fadul

Pedro Fadul

Pedro Fadul

Fotos: Lopez © 2006

 
 

Santa Misa

Holy Mass

Heilige Messe

Foto: Agüero © 2006

 
 

Em honor a la Mater...

In honor of the MTA…

Zur Ehre der MTA…

Foto: Lopez © 2006

Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

 

 

 

PARAGUAY, Melba López. Cada vez que se aproxima la celebración jubilar de algún Santuario de nuestra Madre y Reina bulle en nuestros corazones la seguridad de que serán circunstancias de bendecidas gracias para la Comunidad que lo celebra, y que los corazones se hermanan en agradecimiento al Padre que marcó estos caminos de vínculos y de ideales, para transformarnos y llevarnos hacia Dios. Y nos invade la ilusión de poder peregrinar hacia nuestra casa: el Santuario. No siempre es posible trasladarse y estar presente, muchas veces nos adherimos a distancia, pero este 18 de octubre la Mater hizo posible que, como peregrinos y con la Imagen de la Campaña del Rosario que misionamos, desde Corrientes, Argentina, nos llegáramos hasta Asunción.

El Santuario Hogar de Iaia y Roberto Quevedo - instrumentos elegidos para llevar el itinerario pedagogico de la Obra Familiar de Paraguay a Corrientes y toda Argentina - alojó nuestra imagen, que silenciosamente se integró al ámbito de fuerza y ternura que irradia ese lugar de gracias hogareñas.

Luego fuimos invitados a conocer la Fundación en Alianza, lugar de altos fines educativos, con un exitoso emprendimiento editorial que generosamente busca hacer cultura y brindar formación a las escuelas, de actividad incesante y creativa. Los sorprendimos en la celebración de sus 25 años, ya que inició sus actividades el 18 de octubre de 1981, y haciéndonos sentir Familia, sumamos nuestras plegarias a su agradecimiento en el Santuario del Trabajo que en un clima de armoniosa integración irradia luces de vida para la educación de niños y jóvenes paraguayos. Es un lugar de vida, de incesante producción y de responsables profesionales, que vuelcan sus esfuerzos.

Todos los pasos se encaminan a la morada de Dios

La llegada a Tuparendá ya era el anuncio de una jornada de gratificación para el alma. Miles y miles de personas se encaminan en la calurosa jornada, poco importa el sol y los inconvenientes, todos los pasos van hacia la "morada de Dios", que es el significado de Tuparendá en guaraní.

Flameaban banderas paraguayas y de países vecinos…los jóvenes integrantes de la Fundación hacían ondear la que los identifica.

A medida que avanzábamos se experimentaba la certeza de que cada uno vivía instantes únicos. Ese hoy tan único nos decía que había que detenerse y contemplar… descubrir la mano de Dios en ese entorno, en el aroma de la tierra rojiza, en las tonalidades grisáceas y blancas de abigarradas nubes desparramadas en el celeste cielo, en las variaciones del color verde que una naturaleza pujante exhibe en todo su esplendor. Las altas palmeras salpicaban el horizonte, alternando con árboles florecidos que plenos de vigor se apiñaban unos con otros. El césped estaba cuidado, y una legión de servidores, con delantales que los identificaban, se ponían a disposición de los peregrinos: ordenaban, acompañaban, recogían residuos, papeles, envases… cuántos ejemplos de alegre instrumentalizad. Y allá a lo lejos, donde termina el sendero, tan cerca, el Santuario embanderado con los colores del país hermano, lucía emblemático y hasta casi altivo. En su interior refulgía la calma de bienvenida, la madre aguardaba y muchas rodillas tocaban el suelo, en total y filial Alianza.

Y eran peregrinos los mil rostros que uno descubría al caminar. El corazón palpitaba de emoción porque los encuentros alegran y regocijan, en la tierra Santa de Tuparenda.Tantas personas se veía: a las Hermanas de María en uno y otro lugar, los Padres de Schoenstatt - compartiendo, conversando, saludando y también escuchando - ambos permanentemente interrumpidos en su caminar, saludados con especial afecto y sencillez.

¿Percibirán que como dilectas hijas e hijos del Padre, cada acercamiento, cada mano que los estrecha, cada saludo es querer descubrir inconscientemente el legado del Padre en ellos?

La única gran protagonista es María

Peregrinos…multitudes… Pilar y Joaquín García, desde BsAs, efusivos y reconfortados de estar en las Bodas de Plata del Santuario, acompañados de matrimonios amigos, han recorrido más de mil kilómetros. Los altavoces leen saludos de lugares muy lejanos. Los hijos del Padre están muy juntos, como desconociendo la distancia. La Hna. María Teresa y la Hna. Mariela aceptaron ser fotografiadas, sonrientes, en ese día de gracias.

Una pionera de la Campaña de Paraguay, Marijú Pereyra, también compartía alegremente con quienes llegaban. El cielo empezó a cubrirse y el sol desapareció… en plena Misa un chaparrón quería ahuyentar tantos adherentes, nadie se iba, sólo se refugiaban en lugares cercanos, nadie se retiraba.

La Mater, como un imán poderoso y pleno de ternura, atraía sin fatigas a quienes permanecían horas en el lugar, mientras las voces del coro preparaban el momento de la Comunión. Al terminar la Misa, detrás del Pórtico de una futura gigantesca Iglesia, aparece un haz de luz. ¿Es que el cielo va dibujando mensajes?... Hay mucha algarabía, agitar de pañuelos. El Santísimo que adorado por miles de voces cruza hacia el lugar de Custodia, y nuevamente empieza la lluvia. Hay rostros anónimos, miles de caras que cruzan, sin ningún protagonismo especial. La única y gran protagonista es MARÍA. Uno contempla el peregrinar de más y más personas que se paran frente a la imagen de dimensiones extra grande de la MTA, otras que miran casi con candor la Cruz de la Unidad que se alza en el verde predio.

Un hijo sorprendido en diálogo con su Madre

Padres con sus hijos, madres, ancianos, enfermos, vehículos que llegan, sillas de ruedas empujadas por Servidores. El Padre Cruz Viale que llama con paternal preocupación a los niños para que no se mojen. La lluvia como una caricia de agua bendita calma el calor de la tarde, corre casi una brisa bajo los toldos y lugares de concentración. Un hombre solitario, que silenciosamente y sin alardes se para muy cerca del frente del pórtico, mira la gran imagen y reza. Le pregunto: ¿usted es Pedro Fadul? Asiente. Es un empresario, un hombre interesado en el bien común, un político, un schoenstattiano… un hombre totalmente empapado por la lluvia que quiso pasar inadvertido, y que responde con un rostro alegre y confiado. "¿Qué le dice usted a la MTA?, le pregunto. "HOY le pido llegar a mañana, otros días pido y agradezco otras cosas", contesta casi con apuro. Es un hijo sorprendido mientras dialogaba con su Madre.

Un movimiento que quiere servir a la Iglesia

Atardece y empiezan los preparativos para la Misa de las 20 horas. Más personas, más peregrinos con cargas de pedidos, de confiadas plegarias, de acciones de gracias, se escucha un Rosario desgranado incesantemente desde un sector. Los árboles parecen perlados por las gotitas de lluvia que retienen. Nada es discordante, los altoparlantes recuerdan la Fundación, palabras y premisas dejadas por los que protagonizaron los diferentes momentos. La emblemática figura del P. Antonio Cosp, que estuvo confesando con sencillez debajo de unos árboles, encabeza la columna de Padres de Schoenstatt. Más atrás, Monseñor Claudio Jiménez. Padres de Argentina, de Chile, de Bolivia, Sacerdotes Diocesanos, sumados a un Movimiento que quiere servir a la Iglesia.

La alegría y bullicio del Paraguay se manifiesta en niñas y jóvenes ataviados a la usanza típica de su país, que con elegancia y sobriedad escoltan a la MTA y agitando unas palmas enormes, muestran sus fervorosa cercanía a la Madre de Dios.

La imagen de la MTA iluminada en el fondo del pórtico es toda una promesa de superación y crecimiento. Encarna su mirada la meta que derrama las gracias, hacia las cuales seguramente se encaminará este pueblo de fe.

La entrega filial de un pueblo

Quedan en la mente y los corazones las imágenes, los cantos, las ofrendas, las palabras de cada homilía que con tristeza y preocupación puntualizan los perfiles que son verdaderos padecimientos sociales, y queda reflejada en el brillo de tantos ojos, en la mirada atenta de tantos rostros, la seguridad de que María es MADRE y REINA en sus corazones.

Y en la quietud del día de Alianza que termina, en el camino de peregrinos de regreso, mientras el alma acuna los ecos de un Santuario vivo que late en todos y cada uno, que marca un norte y que testimonia la entrega filial de un pueblo que supo conquistar ese Trono para su Madre, le pedimos a la Mater: Implora para todos ellos los dones del Espíritu Santo, para que prontamente alcancen el destino de grandeza y paz, de justicia y solidaridad, que sus corazones filiales merecen.

 

 

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Last Update: 24.10.2006 Mail: Editor /Webmaster
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