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 published: 2006-09-12

Crear redes de amor

Lleno de luz: bodas de oro del Santuario de Schoenstatt en Meppen

 

Jubileo de Oro del Santuario de Schoenstatt en Meppen, Alemania

Golden Jubilee of the Shrine in Meppen, Germany

Goldenes Jubiläum des Heiligtums in Meppen, Bistum Osnabrück

 

 

Impresionante: testimonios de la vinculación con el Santuario

Impressing: testimonies of the attachment to the Shrine

Beeindruckende Zeugnisse der Verbundenheit mit dem Heiligtum

 
 

Misa festiva en la Iglesia Santa María de la Paz

Festive Mass at St. Mary of Peace

Festgottesdienst in der Pfarrkirche Maria zum Frieden

 
 

Mons. Franz-Josef Bode, Obispo de Osnabrück

Bishop Franz-Josef Bode, Osnabrück

Bischof Franz-Josef Bode von Osnabrück

 
 

Procesión de la iglesia parroquial al Santuario

Procession from the parish church to the Shrine

Prozession von der Pfarrkirche zum Heiligtum

 
 

En el Santuario: Mons. Bode enciende la vela jubilar

In the Shrine: Bishop Bode lights the jubilee candle

Im Heiligtum: Bischof Bode entzündet die Jubiläumskerze

 
 

La parroquia felicita

The parish congratulates

Die Pfarrei gratuliert

Fotos: POS Fischer © 2006

Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

 
   

ALEMANIA, mkf. El obispo de Osnabrück, Mons. Franz Josef Bode convocó a oponer a las redes del odio el beneficio de las redes del amor y de los santos, y no solamente con motivo del quinto aniversario del atentado del 11 de septiembre de 2001. Justamente en un momento en que las redes del odio rodean mortalmente al mundo, es importante crear hoy redes del amor, dijo el obispo, redes de la fe y de la esperanza. Tampoco deben mantener un dominio indiscutido las fuertes redes del dinero, la red organizada de la economía globalizada, que tapan y ahogan por completo la dignidad del individuo y el valor de las culturas y tradiciones desarrolladas.

Las redes del amor, dijo Mons. Bode, surgen – según su experiencia – por los Santuarios de la Sma. Virgen en todo el mundo, pero finalmente surgen por personas vivas que allí se vinculan con Dios y con los demás y así se transforman en santos y en Santuarios vivos. Una de las primeras y más fuertes redes del amor es la familia, en la que se unen firmemente las generaciones. En las nuevas comunidades y en los Movimientos, tal como en el Movimiento de Schoenstatt, él ha experimentado continuamente esta comunión de las familias, de las generaciones, de los hombres y mujeres, de los sacerdotes y los laicos, dijo Mons. Bode el 10 de septiembre en Meppen, donde, junto con más de 800 personas celebró las bodas de oro del Santuario de ese lugar.

Hubo tanta luz solar que complicó la tarea de los fotógrafos, y esto después de un agosto totalmente lluvioso. Era un "tiempo papal", con un brillante cielo azul, sin nubes, temperatura estival y un sol que no solamente le sonrió al Papa Benedicto en Munich, sino también a las más de 800 personas que celebraron las bodas de oro del Santuario en Meppen junto con el obispo diocesano, Mons. Franz. Josef Bode.

Casas, casas, quiosco, Carrefour, casas ¡Santuario! En medio de la ciudad, en la calle Esterfelder, está el Santuario de Meppen. Pero este domingo al mediodía era muy fácil encontrarlo. Cariñosamente coronado por el vecindario con una guirnalda de rosas colocada sobre la puerta, encima un magnífico número "50" dorado, banderas, estacionamientos cerrados, personas diligentes que corrían de un lado a otro: a cualquiera le quedaba claro que aquí estaba pasando algo grande, y también los que no eran del lugar se encontraron con un buen lugar para estacionar antes de pensarlo mucho. Estaba todo bien organizado. "Esto es casi como la visita papal" dijo un muchacho con la túnica de monaguillo bajo el brazo. "¡Todos corren!"

La capilla de los schoenstattianos se llama "Santuario"

En primer lugar no corrieron todos hacia el Santuario, sino a la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, distante unos 15 minutos a pie. Un templo moderno, luminoso, donde ya al comenzar el programa previo no había más lugar. Inclusive los ómnibus de las varias zonas de la diócesis aún no estaban allí. "Una pequeña, muy pequeña Familia de Schoenstatt y un numeroso movimiento de peregrinos", dijo la Hna Miria Hülshorst, que había viajado desde Borken. Los grupos de familias de Osnabrück, con flamantes camisetas azul oscuro, se ocuparon de la música. Alrededor de las 14 hs. apareció la procesión de monaguillos y sacerdotes con Mons. Bode, precedida por las banderas.

Entonces comenzó una pequeña obra maestra: en el lapso de sólo media hora se transmitió en un colorido calidoscopio de saludos, cantos, testimonios, teatro, símbolos, imágenes y textos, lo que sucede en esa pequeña capilla, especialmente como está vinculada con el Santuario original en Schoenstatt y con el acontecimiento central de la fundación, la Alianza de Amor del 18 de octubre y de los casi doscientos Santuarios que hay en el mundo. "La capilla de los schoenstattianos se llama Santuario", dice uno de los jóvenes en el teatro. "Porque aquí mora la Madre de Dios y tanto el lugar como las personas que llegan aquí, se hacen santos". Y porque alguien realmente vive en esta casa, también sucede que el vecindario corona esa casa con la guirnalda que normalmente está reservada a los casamientos, las bodas de oro y los nacimientos. Una silueta del Santuario hecha en madera manifiesta la vinculación con el Santuario: la imagen de la Mater, la lámpara – que a lo largo de un año peregrinó por la diócesis – los ramos de flores traídos por los niños de primera comunión, cada vez más se ilumina lo que hoy se celebra, para la gente que está en la iglesia. Los testimonios dejan huellas luminosas.

Se grabó en el corazón de todos la jubilosa expresión de María Knapp, que a causa de una muy grave enfermedad no pudo ir a la escuela y quería sellar la alianza de Amor en el Santuario original junto con sus amigas: esta radiante joven pudo contar que siempre tenía dolores pero también fuerza suficiente para viajar a Schoenstatt antes de Pascua y realizar allí su sueño. Y desde entonces con sus dolores puede evitárselos a otros... O la familia Wamhoff, que contó que a más de sus cuatro hijos adoptaron a un niño discapacitado, y que este niño ha llenado de luz a su familia. O Marianne Kiewe, que se comprometió como misionera de la Virgen Peregrina. Y mientras ella contaba, en ese día del aniversario de la Campaña, se levantaron en toda la iglesia las imágenes peregrinas...

La veneración a María en un Santuario sirve para la santificación del mundo

Mons. Bode quiso subrayar, al comienzo de la Sta. Misa, la vinculación entre la catedral y el Santuario, visible en el logo de la celebración. Ya antes de que se supiera que este 10 de septiembre sería un gran día para Alemania a causa de la visita del Papa, él se había comprometido a estar en esta fiesta en Meppen. El lunes debía viajar a Regensburg para participar el 12 de septiembre en la Sta. Misa con el Papa. Y dijo que él estaba en Meppen con mucho gusto.

Los textos litúrgicos fueron los de la Transfiguración del Señor en el Tabor. Mons. Franz Josef Bode los retomó en la homilía. Quien no teme el esfuerzo de la subida, dijo el Obispo, experimenta la imagen luminosa de Jesús. Los apóstoles, en el Tabor, experimentaron el misterio de su luz y de su cercanía. Jesús permanece presente en los hombres que se hacen transparentes de esa luz que vive en ellos: en los santos, ante todo en María, que hacen brillar la luz de Cristo en los variados colores de sus personalidades. Seguimos las huellas luminosas de los santos. Se dijo en los testimonios "que quizás se puede experimentar más profundamente la luz y la fuerza iluminadora de su Palabra en los Movimientos y en los grupos, especialmente también en el Movimiento de Schoenstatt, iluminado y encendido por las palabras y la vida de su Fundador, el Padre José Kentenich". Con ello, la transformación del mundo es una transformación en santidad, en una civilización del amor. Para esto están llamados los Movimientos como Schoenstatt: "la veneración a la Madre de Dios en un Santuario sirve para la santificación del mundo".Esta red de santos y de Santuarios arrastra a muchas personas consigo.

Finalmente Mons. Bode agradeció a la Familia de Schoenstatt por su compromiso con la Iglesia diocesana y le regaló una vela de Lourdes: un símbolo de la vinculación entre los Santuarios marianos.

Gracias por toda la luz que ha partido desde aquí

Después de la Sta. Misa, todos los participantes formaron una larga procesión hacia el Santuario, excepto aquellos para los que el camino era demasiado largo: para ello se habían previsto algunos ómnibus. Iban adelante los jóvenes con la imagen de la Mater, las banderas, los monaguillos, los sacerdotes con ornamentos litúrgicos, el obispo y detrás el pueblo en una columna que tenía por lo menos cuatro cuadras de largo. Era algo extraordinario, dijo una Hermana de María de Estados Unidos. La gente se detenía, miraba sorprendida o irritada. "Ahora damos que hablar en Meppen", dijo una de las profesionales que desde hace años cuida el Santuario. Hizo repicar con fuerza la campana del Santuario cuando se acercaba la procesión. Los niños de primera comunión y las banderas formaron una calle para el Obispo. En el Santuario él encendió en la luz perpetua la vela de las bodas de oro y bendijo otras con el logo, que en el correr de la tarde todos podían recoger. Todos juntos renovaron la Alianza de Amor, agradecieron por toda la luz que en el correr de cincuenta años partió de este Santuario, y fueron enviados con el signo de la luz.

Si el Papa supiera...

Todos recibieron una cordial bienvenida en la gran carpa que estaba detrás del Santuario. Allí la Cruz Roja sirvió cordialmente café y tortas. Las mesas estaban muy bien adornadas, el escenario, artístico: allí podía seguir la fiesta. Mons. Bode se quedó y conversó animadamente con los representantes del Movimiento de Schoenstatt de Osnabrück, con el párroco del lugar, la alcaldesa interina... El Padre Franz Brügger lo saludó en nombre del consejo nacional del Movimiento en Alemania y leyó el saludo del director del Movimiento en Alemania, Padre Dr. Lothar Penners. La comunidad de la parroquia envió un saludo y un regalo muy original: una gran caja de vino de Misa, que no será suficiente para los próximos cincuenta años, pero que sí durará un buen tiempo.

La Hna. Annedorit, que trabaja en el Santuario, aceptó el regalo con sincera alegría. La alcaldesa interina – a pesar de que el mismo día se efectuaban las elecciones municipales – dio un testimonio muy personal de lo que la conmovió en esta celebración. Ella había escuchado que la casa de Schoenstatt era un apreciado lugar de jornadas, pero no había sospechado lo que había detrás de la "casita" oculta a su lado. "Si ustedes tuvieron la intención de encender a otros con esta luz, ¡entonces debo decir que lo han logrado!", dijo y aseguró que quiere volver en una próxima ocasión.

Siguió luego una mirada al álbum de la Familia, divertidas representaciones de las chicas que subieron al escenario con capelinas y vestidos de los años ’50 (¿quién los tendría aún en su placard?) mostraron a la "juventud femenina" de aquel entonces, o como "María Brüggemann" (por cuya inspiración y en cuyo terreno fue construido el Santuario). Todo lo que se dijo en general sobre la historia estaba ya en el programa del día. Así, hojear el álbum familiar fue fácil divertido.

Cuando partió Mons. Bode, fue con él un saludo al Papa Benedicto, quien, si hubiera sabido como se festejó en Meppen, ¡con toda seguridad también habría venido!

La fiesta terminó llena de luz, con mucha alegría y con un sentimiento de legítimo orgullo. Y hasta el final hubo siempre orantes en el Santuario... Aquí ha surgido una red luminosa.

Traducción: aat, Argentina


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Last Update: 20.09.2006 Mail: Editor /Webmaster
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