published: 2006-09-15 |
Colocar a Dios en el centroConmemoración del aniversario de fallecimiento del Padre Kentenich en Schoenstatt, marcada por la visita del Santo Padre a su tierra |
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SCHOENSTATT, mkf. En este lugar y a esta misma hora, hace 38 años fallecía el Padre Fundador. Son las 7.07 hs. de la mañana de este 15 de septiembre de 2006. Una fila casi interminable de sacerdotes hace su ingreso a la Iglesia de la Adoración, por la nave central que recorrió también el Padre Kentenich aquella mañana, rumbo al mismo altar en que celebró su primera Misa en esta iglesia, y su última Misa en la tierra. En el recinto contiguo, que antiguamente era la sacristía, el lugar donde cayó muerto el Padre está señalizado, como todos los años, con una carpeta de claveles blancos y azucenas. Es una magia especial la que tiene esta Misa de madrugada, que atrae y convoca a gente de todo el mundo – como los 50 peregrinos de Argentina, llegados la noche anterior y todavía víctimas del defasaje de horario, un matrimonio de España con sus hijos, un matrimonio de Paraguay que llegó sólo para participar de esta Misa. Junto a cientos de schoenstattianos del lugar y los alrededores están presentes, en este lugar y a esta hora del retorno del Padre Kentenich a la Casa del Padre, su Padre, que a su vez es también un momento de retorno a su familia para estar presente y hacerse cercano, a todos y por siempre. "El Papa en su tierra", así titulaba la Agencia de Noticias ACIprensa su sección especial sobre la visita de Benedicto XVI a Baviera, a Alemania. A lo largo de casi toda una semana el Santo Padre y su visita a su tierra ocuparon un lugar central en los corazones y conversaciones de la gente y en los medios de Alemania y más allá. Para el Padre Kentenich, cuya inquietud fue siempre escuchar la voz de Dios a través de las voces del tiempo, seguramente ha de haber sido una inmensa alegría que ese acontecimiento, la visita del Papa y su resonancia, fuera asumido en esta Misa conmemorativa, donde se meditó "en la relación que existe entre las expresiones fundamentales de su mensaje y nuestra vida, y con la herencia de nuestro Padre y Fundador también", como expresó el Padre Joachim Schmiedl en su prédica, impresa y distribuida en castellano y en inglés como parte de ese "organismo de vinculaciones que funcione" que todos necesitamos y que fue destacado una vez más por la visita del Santo Padre. La Iglesia existe sólo donde la vida de la fe es comunicada y compartidaEl Padre Joachim Schmiedl intercaló y compartió en su homilía pasajes claves de las prédicas y discursos del Santo Padre "desde Munich-Riem hasta Ratisbona", es decir, desde su llegada el 9 de septiembre hasta las grandes liturgias y discursos del 12 de septiembre, vinculándolos con temas centrales del Padre Kentenich. Colocar a Dios en el centro, de eso se trata, y por eso mismo se trata de aprender de nuevo también cómo se concreta eso. Colocar a Dios en el centro, dice el Santo Padre - y así lo destaca el Padre Kentenich también - no tiene nada que ver con el grado de memorizar y recitar el Credo. Tiene que ver con el creer, con ese proceso en que uno cuenta con Dios, se compromete con Dios, confía en Dios en la vida diaria, experimentándolo cerca, real, presente, en el propio corazón, en los demás, en las cosas, en los acontecimientos. "Se lo vio con claridad en los últimos grandes acontecimientos como la Jornada Mundial de la Juventud y la visita papal a su tierra: La Iglesia existe sólo donde la vida de la fe es comunicada y compartida", dice el Padre Schmiedl. Schoenstatt existe sólo donde la vida de la Alianza de Amor es comunicada y compartida. Por eso y sólo por eso el Padre Kentenich ya desde los comienzos de la fundación de Schoenstatt inspiró y hasta urgió a los primeros congregantes a comunicar y compartir con otros sus experiencias con Schoenstatt, como inspiración mutua, a compartir sus experiencias con la Mater en el Santuario en Schoenstatt y en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. "Como ningún Papa hasta ahora – ni siquiera Juan Pablo II – Benedicto XVI hizo participar a la gente en su propia experiencia de fe", dice el Padre Schmiedl. ¿Será ese el secreto de la fuerza inmensa de atracción que tiene él? Fue una visita a las raíces, a la patria, continúa diciendo el Padre Schmiedl. La patria es símbolo de ese organismo de vinculaciones naturales y sobrenaturales, que tanto necesitan los hombres de hoy en su movimiento constante... "Dios, la fe, la patria: para el Papa, estos puntos esenciales de sus prédicas y discursos durante su viaje a Baviera se vinculan en la persona de María". Lo que dijo sobre Maria, comenta el P. Schmiedl, han sido puntos culminantes simbólicos en este viaje. "Podemos pedir que crezcamos cada vez más profundamente en el pensamiento y en la actitud de fe del Papa, en una actitud abierta a Dios y dependiente de él, que se espera también que sea plasmada en la constitución de Europa, en una actitud que vive de una experiencia personal y comunitaria de fe, una actitud que ve en el organismo de vínculos una oportunidad para el encuentro con Dios, una actitud mariana, de una apertura plena de respeto por la voluntad de Dios y la disposición de acompañar a Jesús en sus caminos apostólicos. Con nuestro Padre y Fundador, estamos en el mejor camino". Tu poder es la bondadEn lugar de las peticiones de los fieles, se reza la oración personal del Santo Padre en la Columna de María en Munich: "En Caná, intercediste silenciosa y discretamente por los esposos, y así continúas haciéndolo. Tú tomas sobre ti las necesidades y preocupaciones de las personas y las conduces ante el Señor, ante tu Hijo. Tu poder es bondad. Tu poder es servicio... En tus brazos está también el Señor del mundo. Sosteniendo al Niño que nos bendice, tú misma te haces bendición. ¡Bendícenos, a esta ciudad y a este país!". A continuación, renuevan todos su Alianza de Amor, vinculándose con todas las personas que en el mundo entero celebran este día unidos al Padre y la familia de Schoenstatt. Finalizada la Misa, todos parten de inmediato a la tumba del Padre. Primero los sacerdotes, en procesión, que permanecen un instante allí, en oración. Algunos de ellos colocan sus manos sobre el sarcófago, entregándole al Padre Kentenich las personas que les han sido confiadas personalmente. Hay Padres de Schoenstatt y Padres diocesanos de Alemania, de Suiza, de Argentina, de Chile. Unas señoras mayores y muchas Hermanas de María son las primeras en acercarse a la tumba del Padre, detrás de los sacerdotes. A continuación llegan corriendo los peregrinos de Argentina, casi todos ellos por primera vez en Schoenstatt, lugar del que tanto han escuchado hablar… Son los "Amigos del Padre Kentenich" que participan de la peregrinación organizada por el Secretariado del Padre Kentenich en Argentina, entre los cuales se encuentran también misioneras de la Campaña del Rosario, Madres, Juventud Femenina... de todo el país. "Ahora vos...": se turnan para que cada uno pueda estar, por una vez, lo más cerca posible del lugar donde falleció el Padre Kentenich; depositan cartas, medallas, rosarios, fotos de personas que de esa manera se vinculan visiblemente con ese lugar, con el Padre Kentenich, y a través suyo con el cielo, que se abre ese día y en ese lugar, desde donde el Padre Fundador continúa enseñándole a su familia a colocar a Dios en el centro. Traudcción: mca, Argentina |
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Last Update: 15.09.2006
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