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 published: 2006-09-20

Repique de campanas

El Arzobispo de Friburgo, Mons. Dr. Robert Zollitsch llegó a Schoenstatt con más de 800 peregrinos

 

Peregrinación de Friburgo: Una campanita de vocación para cada peregrino, entregada por Mons. Robert Zollitsch

Freiburg pilgrimage: a small „bell of vocation“ for each pilgrim, presented by Archbishop Robert Zollitsch

Freiburger Diözesanwallfahrt: eine kleine Berufungsglocke für jeden Pilger, überreicht von Erzbischof Zollitsch

 

 

Misa en la Iglesia de la Adoración: entrega de las tinajas

Mass in the Adoration Church: Offering of the jars

Messe in der Anbetungskirche: gefüllte Krüge warden überreicht

 
 

Mons. Robert Zollitsch durante la predica

Archbishop Robert Zollitsch during the sermon

Erzbischof Robert Zollitsch bei der Predigt

 
 

Peregrinas con rosarios y coronas de flores

Pilgrim MTA’s with rosaries and flower crowns

Bilder der Pilgernden Gottesmutter, viele mit Rosenkranz und liebevoll mit Blumen geschmückt

 
 

Cierre del primer día en el Santuario Original

Closing of the first day at the Original Shrine

Abschluss des ersten Wallfahrtstages am Urheiligtum

 
 

Santa Misa, 17 de septiembre, con unos 1000 peregrinos

Holy  Mass, September 17, with some 1,000 pilgrims

Heilige Messe am Sonntag, 17. September, mit um die tausend Pilgern

Fotos: POS Fischer © 2006

Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

 
   

SCHOENSTATT, mkf. ¡Tin, tin tin...! Se oyen los claros tintineos de las campanillas, se ve la luz de las candelas ¿en pleno septiembre hay ambiente de Navidad en Schoenstatt? El sábado a la noche algunos peregrinos de la Argentina y de Méjico miraron sorprendidos una procesión que parecía no tener fin, iluminada por candelas y acompañada con el tintineo de centenares de campanillas. Iban al Santuario original. Pero no ha sido un comienzo anticipado de la Navidad, sino un recuerdo visible y audible del Año de la Vocación proclamado por Mons. Dr. Robert Zollitsch en su arquidiócesis, que lo llevó a peregrinar a Schoenstatt junto con unas 800 personas de la región de Baden.

"María, seguirte moviliza" fue el lema de esta peregrinación, totalmente motivada por el "Año de la vocación" que se ha proclamado en la arquidiócesis. La oración del Ángelus como oración por las vocaciones, el toque del Ángelus como recuerdo de la vocación personal: con estos propósitos llegaron los peregrinos al Santuario Original al toque del Ángelus, el sábado al mediodía, para comenzar allí la peregrinación. "Hoy salí de mi casa a las tres de la mañana", dice una señora mayor a la que se le nota el cansancio. "¡Pero esto siempre vale la pena!"

El programa de la tarde se desarrolla en el Monte Schoenstatt. La Iglesia de la Adoración está repleta. Allí el Padre Franz Widmaier preside la celebración de la Santa Misa, y en la homilía les propone a los peregrinos que reflexionen cuales son las intenciones y las personas por las que quieren pedirle a la Mater en el Santuario. El ejemplo de la persona que viajó a Schoenstatt en taxi desde el aeropuerto de Frankfurt, solamente para rezar allí, muestra lo precioso que es este lugar de gracias para los schoenstattianos. Y no solamente para ellos.

Ya en los ómnibus los peregrinos escribieron sus pedidos, agradecimientos y anhelos en las esquelas que luego pusieron en la tinaja que fue llevada al altar en el ofertorio. Visto desde el coro, el cuadro quita el aliento: muchos sacerdotes, muchísima gente en esta gran Iglesia, todos unidos en la fe, en la oración, en el amor a Jesús y a su Madre.

Después de la Santa Misa hay tiempo para lo que cada uno quiera hacer. Es el momento de las "típicas" ofertas que tienen los peregrinos: rezar, confesarse, tomar café, hacer compras... También se puede ver un video, una exposición, escuchar una conferencia sobre las personalidades destacadas de Schoenstatt. O simplemente la posibilidad de pasear, de conversar, de sentarse en el banco delante de la cafetería... Se siente que todo esto hace bien y es aceptado con gusto.

Aquí comienza a iluminarse la Iglesia

Al atardecer hay una oración de alabanza a María en la Iglesia de peregrinos. Como cada año, es el punto culminante de la peregrinación. Mons. Dr. Robert Zollitsch preside la celebración. Es una gran alegría para él estar en Schoenstatt, pero también lo es para los peregrinos: estar allí con su "Obispo schoenstattiano". Porque Mons. Zollitsch es miembro del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt. Allí él "juega de local". María nos ha motivado, dice, a llegar al Santuario de la Madre tres Veces Admirable de Schoenstatt, así como lo hacen las cientos de miles de personas que lo visitan año tras año. Mirar a María, dice el Arzobispo, nos acerca a Cristo, nos moviliza y nos ayuda a motivar a otras personas para que vivan su vocación. Toda peregrinación es un símbolo de nuestra vida, de nuestro camino de regreso a Dios. Los demás deben ver que nosotros estamos en el camino hacia una meta maravillosa.

Nuestra tarea es dar testimonio de la luz. Recordó el Santuario de luz que se hizo en la plaza de San Pedro en las vísperas de la bendición del Santuario Matri Ecclesiae, en Roma. "Una maravillosa imagen de nuestra vocación. También nosotros estamos llamados a formar el mismo signo con nuestras velas encendidas. Queremos rodear a María para instalar en el mundo este Santuario de luz, este signo de la presencia de Dios. Cuando llevamos a la Virgen Peregrina a las familias, cuando nos reunimos para rezar y para participar en la Santa Misa, entonces se ilumina la Iglesia e irradia su luz.

Repican las campanas

Antiguamente, dijo Mons. Zollitsch, el repique de las campanas – a la mañana, al mediodía, al atardecer – recordaba a la gente el más famoso diálogo de la historia mundial: el que se estableció entre el Arcángel Gabriel y María, y en el que Ella fue llamada a ser la Madre de Dios. La oración del Ángelus es una oración vocacional. Dios no envía a ningún ángel a mi casa, pero Él me habla por medio de las personas, por los acontecimientos de mi vida. Quiero y debo decir un "sí", como María, a aquello para lo que Dios me llama. Exhortó a los peregrinos a descubrir nuevamente el Ángelus.

Lo que siguió a continuación fue indescriptible. Mons. Zollitsch bendijo centenares de campanitas del Ángelus, de la vocación, y las entregó personalmente a los peregrinos. Los pequeños monaguillos sostenían el canasto con las campanitas y comenzaron a hacerlas sonar, varios sacerdotes repartían las campanitas a la gente que formaba largas filas. Lógicamente la más larga era la del Arzobispo, que entregaba cada campanita con algunas palabras personales. Y crecía cada vez más en la Iglesia el tintinear de las campanitas... No se sabe si los peregrinos recordaron después algo de los hermosos textos de la celebración o de la homilía, pero se podía oír, ver, sentir, que este momento con las campanillas ha sido la gran vivencia que va a perdurar en ellos.

Un mar de luces...

Al finalizar la alabanza a María comenzó la procesión con candelas hacia el Santuario original, con oraciones, cantos y el tintineo de las campanitas. Un mar de luces en torno al Santuario Original, más de 800 candelas iluminaron la oscuridad, bañaron todo con una cálida luz. Junto con la renovación de la alianza de Amor, el Arzobispo dio la bendición. En el fuego de la pira ardían las esquelas de la tinaja... Un cuadro que quedará grabado en los corazones.

A la mañana siguiente hubo un buen rato libre antes de la Sta. Misa, para que se pudiera hacer lo que se quisiera. "Nosotros nos tomamos el tiempo libre para conversar", dijo Hannelore Spannagel, cuando llegaba a la Iglesia de Peregrinos con una amiga, con banderas de Schoenstatt y campanillas. "¡Esto hace bien!". Uno de los ofrecimientos es rezar el rosario. El Arzobispo lo dirige y cientos de peregrinos lo acompañan.

La casa de la vocación

Solemnemente comenzó la Sta. Misa con la entrada de los monaguillos y sacerdotes, y en medio de la procesión, muchas Peregrinas adornadas con flores y con el rosario, lo que hablaba de la relación cariñosa y personal con Ella y del honor de poder prestarle los brazos y los pies para que Ella pueda llegar a los hombres.

Al comenzar la Eucaristía el P. Lucas Wehrle felicitó a Mons. Robert Zollitsch por su onomástico. Él se alegró mucho por poder celebrar esta fiesta el domingo 17 de septiembre en medio de una comunidad tan numerosa de peregrinos. La banda Esperamor, de Vallendar, aportó su música a la Sta. Misa, en la que además de los peregrinos de Friburgo participaron algunos cientos de vecinos. El Arzobispo dijo que el Santuario de Schoenstatt es una Casa de María, y por lo tanto una Casa de la Anunciación, de la Vocación. Recordó el Festival de la juventud del año pasado y la "Noche del Santuario" del último fin de semana de agosto pasado. Este Santuario de Schoenstatt es un lugar donde los hombres descubren su vocación y encuentran la fuerza para vivirla. Los cinco Santuarios de la Arquidiócesis de Friburgo abarcan, como los cinco dedos de una mano, a toda la arquidiócesis, e invitan a seguir el camino de la propia vocación, tal como lo hizo María. Como el Santuario, así cada casa debe transformarse en una casa de la vocación, de la Anunciación. Los jóvenes que se preguntan por su propia vocación necesitan de nuestra oración, necesitan también un clima en el que la vocación pueda fortalecerse. "Tenemos que crear un clima en la Iglesia, en el que la gente, sobre todo los jóvenes, se sientan bienvenidos y cobijados".

El signo de las campanas

En la celebración de envío a la tarde, el director diocesano del Movimiento, P. Lucas Wehrle, respaldado por el signo de las campanas, presentó a los peregrinos un resumen de las vivencias en tres temas para llevar a casa: una invitación de estar en casa con la Mater, tanto en Schoenstatt, como donde sea que siempre estemos; una invitación a rezar por vocaciones sacerdotales y especialmente a rezar el Ángelus como oración vocacional; una invitación a salir, y con ello llevar afuera lo que hemos recibido aquí. No se trata ahora de dar una prédica en casa, sino de hacer presente a la Mater y pedirle a ella que hagamos de nuestra casa una Casa de María. Esto, dijo el P. Wehrle, lo puede hacer cualquiera. Y es la mayor irradiación.

Traducción: aat, Argentina


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Last Update: 22.09.2006 Mail: Editor /Webmaster
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