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El noviciado de los Padres de Schoenstatt, a cargo
de la Misa de la Alianza
The novitiate of the Schoenstatt Fathers, in charge
for the Covenant Mass
Das Noviziat der Schönstattpatres war für die Messgestaltung
verantwortlich |
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La Iglesia de Peregrinos, llena...
The Pilgrim Church, full...
Die Pilgerkirche ist gut gefüllt |
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P. Thomas Fluhr, predica
Fr. Thomas Fluhr, sermon
P. Thomas Fluhr bei der Predigt |
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Santuario Original, renovación de la Alianza de Amor
Original Shrine, Covenant renewal
Bündniserneuerung am Urheiligtum |
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Alianza de Amor en el Santuario Original
Covenant of Love in the Original Shrine at the end of
the celebration
Nach der Feier schließen vier Pilger aus Argentinien
das Liebesbündnis
Fotos: POS Fischer © 2006
Album
de fotos – photo album – Fotoalbum |
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SCHOENSTATT, mkf. 18 de septiembre, un día marcado por su cercanía
temporal al 15 de septiembre, conmemoración del arribo de nuestro
Padre al cielo. Al comienzo de la Misa de Alianza, en Schoenstatt, se
recordó ese día tan bendecido, y una vez más también
se agradeció todo lo vivido con motivo de la visita de Benedicto
XVI a su tierra, y toda la riqueza experimentada en la Alianza de Amor.
Entre los días 15 y 18 tuvo lugar en Schoenstatt la gran peregrinación
de la arquidiócesis de Friburgo encabezada por el Arzobispo, Mons.
Robert Zollitsch, miembro del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt.
En Londrina, Brasil, se llevó a cabo ese mismo fin de semana el
Simposio sobre la Pastoral Familiar de Don Joao Pozzobon, mientras que
en Rosario, Argentina, se realizó la gran fiesta de la Campaña
del Rosario, que es tan sólo una muestra de lo que se vivió
en torno a los casi 190 Santuarios de Schoenstatt y las innumerables ermitas...
Toda la gratitud, todo el capital de gracias, todo el cariño de
la gran familia de Schoenstatt este 18 de septiembre "retornó"
al Santuario Original – simbolizados en la caminata que lleva a cabo la
familia de Schoenstatt presente aquí, desde la Iglesia de Peregrinos
hasta el Santuario Original, al culminar cada día 18.
¡Fue una alegría y una emoción ver la Iglesia de Peregrinos
tan llena de gente esa noche! Además de los participantes habituales
del lugar y de los alrededores, estuvo presente el congreso general de
las Hermanas de Maria, las integrantes de un retiro de la Rama de Madres,
de la Rama de Profesionales (en su mayoría jubiladas) y la peregrinación
del Secretariado del Padre Kentenich en Argentina, con unos 50 participantes
de todo el país acompañados por el Padre Adolfo Lozano,
que concelebró la Eucaristía, rezando parte de la plegaria
eucarística en castellano. Con sus peregrinas "desbordantes de
vida" - coronadas con rosarios y coronitas de flores y con un recuento
de milagros obrados en su visita a los innumerables hogares - colocadas
en el altar, estos 50 peregrinos colmaron la Iglesia de Peregrinos de
gracias, fruto de su compromiso misionero y su cariño a la Mater.
Tener y dar hogar
El noviciado de los Padres de Schoenstatt estuvo a cargo de la Misa de
Alianza. Poco después de finalizar su noviciado y haber formulado
su ideal de curso, los novicios se presentaron con su túnica de
Sión, radiantes de alegría. El maestro de novicios, el Padre
Thomas Fluhr, fue el celebrante principal. Al comienzo de la Misa, saludó
en inglés y castellano a todos los participantes, ¡para inmensa
alegría de todos ellos! También una de las lecturas fue
leída en castellano, y además el Padre Thomas Fluhr al finalizar
su prédica hizo un resumen de la misma en castellano (prédica
completa). Sin revelar demasiado, dijo él, quiso hablar en
la prédica sobre el ideal de curso de los novicios, que, al igual
que el de los novicios de Burundi, gira en torno a "tener y dar hogar".
Contemplando los signos del tiempo, el Padre Thomas Fluhr afirmó
que se percibe la importancia de tener un hogar. "Nunca lo vi tan feliz
y tan sonriente como cuando volvió a su patria, a la tierra de
su hogar", comentó haciendo referencia a la visita de Benedicto
XVI a su tierra. El lema del Schoenstatt Summer apuntó también
al Santuario como hogar, y fue muy atrayente para los jóvenes.
En un tiempo tan desarraigado, de tanta carencia de hogar, es importante
encontrar un hogar, un terruño al que pertenecer. Es el regalo
de Schoenstatt al mundo: ofrecer el Santuario como hogar, como lugar de
cobijamiento. El tener un hogar depende ciertamente del lugar físico,
pero también de las personas y eventos, de crear un ambiente acogedor.
"Tenemos que preguntarnos siempre de nuevo, también aquí
en Schoenstatt, qué debemos hacer para que los que lleguen aquí
puedan sentirse en casa, se sientan cobijados, en su propio hogar", expresó,
El Padre Fluhr invitó a todos a preguntarse en un momento de silencio:
- ¿A quién regalo hogar, quién se siente cobijado por
mi? ¿Quién comienza a sonreír cuando está conmigo,
como sucedió con el Papa en Baviera?
- ¿Dónde y en qué personas tengo yo mi hogar?
- ¿Qué pasos doy para brindar un hogar a los demás?
Un "muestrario" de amor a Schoenstatt
Al finalizar la Misa, se dirigieron todos al Santuario Original. Aunque
esta vez no hubo una procesión "organizada", los peregrinos de
Argentina espontáneamente organizaron una, rezando el rosario en
voz alta, caminando con sus peregrinas en brazos, con velas encendidas,
banderas y un pasacalle gigante... ¡y el resto de la gente encolumnada
detrás de ellos! Conforme la época del año, había
oscurecido ya cuando la procesión llegó al Santuario Original.
Los novicios entonaron canciones en alemán y castellano y se leyeron
pasajes de las Actas de Fundación. Unidos conscientemente a toda
la familia de Schoenstatt congregada ese día en Santuarios, ermitas,
santuarios hogares y espiritualmente en el Santuario Original, renovaron
todos juntos, cada uno en su idioma, la Alianza de Amor.
Sin ritual, sin velas, sin medallas, pero con mucho amor y entrega
Mientras los demás se dirigían al fogón para quemar
el capital de gracias, al son de "Protéjanos tu manto", algunos
argentinos junto con el Padre Adolfo Losada permanecieron en el Santuario
Original, donde cuatro señoras quisieron sellar, en este día
18, su Alianza de Amor. Faltaba el ritual, faltaban las medallas, faltaban
velas, faltaba agua bendita, faltaban las Hermanas de Argentina y parte
del grupo, pero no faltaron ganas ni voluntad de sellarla, aquí
y ahora, con todo amor a la Mater y su Santuario. El Padre Adolfo, con
toda sencillez, dijo que tenía las preguntas para hacerles en este
momento guardadas en el corazón, y así fue. Mirtha Guido,
de Villaguay, milagrosamente desplegó unas medallas de su bolso,
aparecieron unas velas, y con un firme "Nos comprometemos" y su oración
en silencio las cuatro daban su sí a la MTA, ¡que con inmensa alegría
recibía así ese día cuatro nuevos aliados en su Santuario
Original!
Iniciativas, pedidos, celebraciones que hablan de un mismo espíritu,
de una familia congregada, de norte a sur y de este a oeste, en torno
a la Mater y al Padre Fundador en la pequeña capillita del valle
de Schoenstatt, donde un día 18 la Virgen quiso establecerse para
siempre. |
