Cada día 18 la Mater nos ofrece la gracia de decidirnos de nuevo

Día de Alianza del mes de julio

Misa de Alianza, a cargo del Capitulo General del Instituto de Familias de Schoenstatt: llevaron el cuadro de Fritz Kühr, co-fundador de la Obra Familiar Covenant Mass, sponsored by the General Chapter of the Institute of Schoenstatt Families: they brought the picture of Fritz Kühr, co-founder of the Schoenstatt Family Movement Die Bündnismesse wurde gestaltet vom Generalkapitel des Instituts der Schönstatt-Familien: sie brachten das Bild von Fritz Kühr, Mitgründer der Schönstatt-Familien-Bewegung
Misa de Alianza Covenant Mass Bündnismesse
Coro Choir Chor
Renovación de la Alianza en el Santuario Original Covenant Renewal at the Original Shrine Bündniserneuerung am Urheiligtum
Tiembla de emoción… Spontaneous party… Spontane Bündnis-Polonaise Fotos: POS Fischer © 2006-08-08 Album de fotos – photo album – Fotoalbum O-Ton- Áudio Fotos del 18 a Schoenstatt "Musiche e canti del18 - Sonidos del 18"

SCHOENSTATT, mca/mkf. El 18 de julio pasado fue un día caluroso, muy movido y de un verdadero encuentro de familia, con el Capítulo general del Instituto de Familias que recién comenzaba, y jóvenes de Polonia, la República Checa, Italia, Argentina, Méjico y los Estados Unidos presentes en Schoenstatt. En la Casa Sonnenau un día antes había comenzado un campamento de la Juventud Femenina; un curso de la Federación de Familias de Polonia estaba preparándose para sellar su Consagración Perpetua, y por la tarde arribó un grupo de peregrinos de Brasil. A la noche todos ellos se reunieron para la Misa de Alianza en la Iglesia de Peregrinos, desde donde se encaminaron en procesión hacia el Santuario Original para renovar la Alianza de Amor.

El Padre Horacio Sosa Carbó, de la Argentina, fue el celebrante principal de esta Misa, que contó con la asistencia de los participantes del Capítulo General del Instituto de Familias.

Ese mismo día, en el mundo entero, los schoenstattianos se congregaron en Santuarios y ermitas para participar de la Santa Misa, rezar el rosario, las Mil Avemarías... y por sobre todo, para renovar su Alianza de Amor. Llegó también una noticia muy linda desde Rumania, uno de los países más pobres de Europa y más "jóvenes" de Schoenstatt: unas siete chicas que forman parte de un grupo de la Juventud Femenina tratan de reunirse siempre el día 18 para renovar la Alianza de Amor; cantan sus canciones, rezan y comparten lo que vivieron, en alianza, en su vida diaria. Junto con las demás chicas de la Juventud Femenina de Rumania tienen una costumbre de lo más original: cada 18 hacen sonar los celulares de todas una vez –para que no tenga costo alguno- y todas saben: Hoy es día de alianza. A veces se envían un mensaje de texto de cinco palabras nomás: ¡Felicitaciones en el día 18!

Toda una primicia en la celebración

Pese al calor agobiante, a lo largo del día entero, muchos peregrinos se llegaron hasta el Santuario Original. A la hora de la Misa de Alianza, a las 19.30 hs., el cuadro que se veía era hermoso: gente llegando desde todos los puntos cardinales a la Iglesia de Peregrinos - gente grande de Göttingen, en el norte de Alemania, participantes de una jornada para jubilados, jóvenes de todos los continentes, un grupo de la Federación de Madres de Alemania, y los miembros del Capítulo General del Instituto de Familias de Schoenstatt.

Estos últimos sorprendieron al resto de la familia de Schoenstatt con una primicia: un Capítulo General integrando un coro y una orquestra propios y haciéndose cargo de la celebración de Alianza – celebrante principal y prédica incluida - ¡algo que nunca antes había sucedido! La misma fue todo un éxito: la estatua de la Sagrada Familia en el altar, al igual que una foto grande de Fritz Kühr, "estrella" de Schoenstatt con quien el Padre Kentenich fundó la Obra Familiar en el campo de concentración en Dachau, y junto con esto, la presencia de muchos chicos y jóvenes que pusieron en evidencia: ¡es la hora de las familias! Precisamente éste fue también el lema de la celebración: ¡Familia de Dios! Con canciones en alemán, inglés y castellano, acompañadas de guitarras, bongó y teclado, las familias brindaron un verdadero festival musical a todos, haciendo que la gente casi se olvidara del calor y la humedad terrible.

Amor que despierta amor

"Familia de Dios" tiene un sentido doble, dijo el Padre Horacio Sosa, que acompañaba el Capítulo del Instituto. Se puede entender en el sentido de que las familias son "de Dios", creadas y llamadas por Dios, viviendo del amor de Dios y reflejando su amor en su vida matrimonial y familiar, cobijadas con ternura especial por Él como posesión suya, familias que viven de la fuerza de su amor paternal. El amor entre el hombre y la mujer hace familia, y hace también que haya niños. La decisión entre hombre y mujer, con Dios en el centro, realiza el sacramento matrimonial – no la bendición del sacerdote, por importante que sea. Los componentes más fundamentales del amor conyugal son: vos, siempre vos, sólo vos. Ese sí hay que vivirlo y renovarlo día a día. En el organismo de amor nacen las relaciones fundamentales de cada ser humano: amor paternal, maternal, filial, fraterno, con la fuerza de ser fiel. En el ya mencionado "Vos, siempre vos, sólo vos" el hombre y la mujer se vuelven matrimonio, el hombre se vuelve padre y la mujer madre, y nace un amor fuerte.

La primera encíclica del Santo Padre trata del tema "Dios es amor", para alegría y sorpresa también de muchos: lo que lleva adelante a la familia, a la iglesia, a todo el mundo, no son normas, reglas, permisos y prohibiciones, sino el amor mutuo, un amor grande y fuerte regalado sin condiciones previas que despierta un amor fuerte y comprometido.

Dios es familia

En segundo término "Familia de Dios" puede entenderse también en el sentido de que Dios es familia. Dios es amor –sí- pero no un amor individualista, solitario, sino un amor de familia, siendo Dios Familia en sí, las tres personas de la Santísima Trinidad vinculadas por una relación de amor. Hoy no basta sólo creer en Dios, sino que hay que preguntarse en qué Dios se cree. Es importante creer en un Dios que es familia, un Dios que es amor. En la encíclica de Benedicto XVI se encuentran párrafos enteros sobre el Dios del amor, que hablan casi textualmente de la imagen de Dios Amor que nos regaló el Padre Kentenich. Los que se aman uno al otro quieren lo mismo y rechazan lo mismo. Identificación con la voluntad de Dios, que no nace de imposiciones sino de querer lo mismo que Él, de tener los mismos valores. Sólo un amor fundado en esa identificación es fuerte y puede resistir todos los obstáculos y problemas que vienen en contra. Familia de Dios significa un amor que es respuesta al amor de Dios. En este tiempo pos-moderno no se trata simplemente de amar, sino de ser capaz de un amor fuerte que nace de una decisión personal.

Cada día 18, la Mater nos ofrece la gracia de decidirnos de nuevo por la alianza, por ella, por el Padre, por un mundo nuevo, por un amor orgánico. No un poco de amor, de esperanza, de fe, sino un amor, una esperanza y una fe total. Agradecemos a la Mater por poder decidirnos cada vez de nuevo, por regalarnos ese amor, un amor fuerte, un amor admirable, un amor que hace que Schoenstatt sea Schoenstatt, y que fortalece mi amor y mi fe.

De mi Schoenstatt las banderas flamearán…

En las peticiones – leídas en alemán, español e inglés – los matrimonios del Instituto a cargo pidieron por las familias de todo el mundo, por la faz familiar y en el mundo.

Después de la Misa, todos los participantes, junto con las jóvenes que estaban de campamento y se unieron al grupo, se dirigieron en procesión hacia el Santuario Original. Los hijos de los matrimonios del Instituto y otros no tan chicos como los seminaristas de Burundi y el Congo portaban las banderas, ¡y algunos niños y adultos incluso hasta las de sus propios países! Al son de "Tiembla de emoción" la procesión (¿o la marcha?) se acercó al Santuario Original, donde la Mater los esperaba con ese amor tan fuerte... La motivación para la renovación de la Alianza de Amor fue sencilla y profunda: ¿cuál es el dolor que más me cuesta y que quiero regalarte hoy, querida Mater? ¿Cuál es la alegría más grande que experimenté y por la cual te quiero agradecer? ¿Cuál es la persona que más te necesita ahora y que quiero confiar a tu amor?

El Padre Horacio Sosa invitó a todos a renovar su Alianza de Amor, uniéndose a toda la familia en el mundo entero, rezando cada uno es su idioma: Oh Señora mía...

Al son del Himno de la Familia (cantado más fuertemente en castellano) se encaminaron todos hacia la fogata donde, como es habitual, se quemaron los capitalarios depositados en las tinajas. "Cuántas veces, mirando schoenstatt.de, pensé qué lindo seria poder estar alguna vez aquí en este momento", dijo José Koestner, de Villa Ballester. "Y ahora estamos aquí". Un matrimonio de Chile agregó: "El año pasado estuvimos cada noche con la nariz en la pantalla para ver a nuestros hijos en el festival de Schoenstatt, y ahora estamos nosotros, ¡qué alegría!".

Festejo improvisado, con marcha alrededor de la plaza de peregrinos

Al momento previamente organizado de cantos junto a la fogata le siguió un festejo improvisado... ¡que culminó con una marcha liderada por familias del Capítulo en torno a toda la plaza de peregrinos cantando "En nuestra llameante bandera" a todo lo que daban sus voces!, mientras que amigos y conocidos de siempre o vía schoenstatt.de se saludaban con gritos y abrazos de alegría (por una cuestión de diplomacia no se dan a conocer los nombres de aquellas personas que comentaron en relación a otros: ¿Es Fulano realmente? ¡Qué viejo que está, tiene todo el pelo gris!).

Culminado ya el Capítulo, con la elección de la nueva Dirección General, los participantes han ido regresando a sus respectivos hogares, dejando en el Santuario y en todos los corazones el anhelo de muchas celebraciones de Alianza más, tan alegres y participativas como la vivida recientemente en el mes de julio.