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 published: 2006-08-25

El Santuario ya está completo

La belleza de ser schoenstattiano... en Tupãrenda – Ecos del 20 de agosto

 

Tuparenda, 20 de agosto: Reina, recibe la corona...

Tuparenda, August 20: Queen, accept the crown...

Tuparenda, 20. August: Königin, nimm an die Krone...

 

Predica: P. Antonio Cosp

Sermon: Father Antonio Cosp

Predigt: Pater Antonio Cosp

 

La generación más joven de Schoenstatt en Paraguay

The youngest Schoenstatt generation in Paraguay

Die jüngste Schönstatt-Generation ist schon bereit

 

Procesión con los Actas de Fundación

Procession with the Founding Documents

Prozession mit den Gründungsurkunden

 

El Santuario ya está completo

The Shrine is complete again...

Das Heiligtum ist wieder ganz...

 

La corona

The crown

Die Krone

Fotos: Pardo © 2006

Album de fotos – photo album – Fotoalbum

 

 

 

PARAGUAY, Clara Benítez de Pardo / mkf. "Quisiste elegirnos una y otra vez como piedras vivas para construir la Nación que el Padre tanto anhela...". Siguen resonando las palabras de la oración de coronación del 20 de agosto en los corazones de las 4.000 personas que tuvieron el privilegio de ser no sólo testigos sino protagonistas de la fiesta del 20 de agosto, día en que la familia de Schoenstatt de Paraguay experimentó, de manera palpable, la belleza de ser schoenstattiano en Tupãrenda.

El Santuario ya está completo: la Familia de Paraguay volvió a entregar a la Reina de la Nación de Dios la corona que hace unos dos años le fue robada. "Recibe, Madre, esta corona", rezaron. ""Hemos puesto nuestra vida, nuestra historia y nuestro sueño: transformar nuestra patria en la Nación de Dios en donde reinen la verdad, la justicia y el amor".

Los símbolos de la corona

"Nuestra cultura está marcada y herida por el autoritarismo, la corrupción y la ausencia del padre en el hogar. Nuestros hijos necesitan de verdaderos padres, nuestra patria necesita autoridades paternales que olvidándose de sí mismas, conduzcan a su pueblo con sabiduría y espíritu de servicio...".

Como las palabras de la oración, también los símbolos de la corona hablan de compromiso y cariño. Dicen así::

"Las tres piedras rojas simbolizan los pilares de la Nación de Dios: la verdad, la justicia y el amor.

Las piedras de la base: representan a nuestras piedras vivas que en la fuerza de la Alianza de Amor entregaron sus vidas por la Nación de Dios.

El corazón traspasado: representa a San Roque González de Santa Cruz, nuestro primer santo paraguayo canonizado. Con la cruz y la Conquistadora (imagen de la Sma. Virgen, así llamada por él) se consagró por la evangelización de nuestras tierras.

Agosto poty: (flores de agosto) son las pequeñas flores de la corona. La infusión de esas flores renueva la sangre. Por la coronación queremos revitalizar nuestra vida de alianza y entregarnos con nuevo impulso por la misión que María nos regala en Tupãrenda. Rememora la fecha de la coronación, el 22 de agosto.

La cruz, en las reducciones (pueblos jesuíticos, famosos en Paraguay) la cruz era el centro. En la Nación de Dios, Dios debe ser el centro de nuestras vidas. Vivir una santidad sin excusas significa tomar la cruz de Cristo para asemejarnos a Él."

Lágrimas de alegría por ser privilegiados, por ser schoenstattianos.

Fredy Agüero sacó las mejores fotos de la corona... y puso su cédula de Identidad en la fosa que quedara bajo la piedra fundamental... Cuenta:

"Hoy 20 de agosto, haciendo una recopilación: empiezo diciendo que el día vivido fue de "cielo azul perfecto, clima extraordinario = unión de cielo y tierra". Se puede palpar al Padre Fundador presente con la primera generación y ahora también y más que nunca lo sentimos presente con la segunda generación, que somos todos nosotros. Nos vio reunidos sin distinción de clase. Aquí en Tupãrenda somos todos hijos de la Mater. Somos todos iguales.

Un día de mucha, mucha emoción, lágrimas por todas partes. Lágrimas de alegría y de orgullo por estar ahí, en ese preciso momento. Lágrimas de alegría por ser privilegiados, por ser schoenstattianos. La hermosa ornamentación estuvo a cargo de la Juventud Femenina. Los globos tricolores (rojo, blanco y azul) colores de nuestra bandera fueron usados en todo el jubileo. También se inauguro la pira para quemar todos nuestros capitalarios. Por doquier vimos misioneros haciendo su Acta de refundadores. Y en la Sta. Misa fue muy emocionante ver a los misioneros mostrando sus Peregrinas traídas de los diferentes puntos del país.

Es de destacar también la interminable y ordenada fila en la alfombra roja que llegaba hasta el altar para colocar nuestras oraciones, intenciones, Actas. Entre todas las cosas depositadas en la fosa que quedara bajo la piedra fundamental, yo quise regalarle a la Mater algo especial, y por eso le deje mi cédula de Identidad, con esto Madrecita te entrego todo lo que soy, todo mi ser,ˇtoda mi identidad!. También deposité la foto de mi mamá que seguro está en el cielo contigo."

Ahora la Reina de la Nación de Dios, coronada con el amor de su Familia de Schoenstatt, espera a los 100.000 peregrinos que la visitarán el 18 de octubre, día de las bodas de Plata del Santuario de Tupãrenda.

Articulo sobre el 20 de agosto

Docu:

Reina de la Nación de Dios

Oración de Coronación – Tuparenda, 20 de agosto de 2006

Querida Madre y Reina Tres veces Admirable de Schoenstatt:

Como hijos agradecidos y con el alma llena de alegría y anhelo, venimos hoy a tu casa a entregarte la corona de Reina, que Dios te ha regalado desde toda la eternidad y que te mereces por ser desde siempre la Reina de nuestras vidas. Ella es un signo de nuestra gratitud por el amor, la fidelidad y la fecundidad que has derramado en estos cuarenta años sobre nuestra Familia de Schoenstatt en el Paraguay y sobre esta patria mariana, tierra de los hijos que tanto te amamos.

Recibe Madre la corona que Dios te ha regalado desde toda la eternidad y que te mereces por ser la Reina de nuestras vidas.

Déjanos Madrecita, darte gracias por tanto amor regalado y porque en alianza contigo nos guiaste a tu Hijo Jesús, hacia el amor del Padre y, en la fuerza del Espíritu Santo, al encuentro con nuestros hermanos. Gracias porque has sido Reina de nuestra patria a lo largo de su historia, porque has sido la Reina de nuestra Iglesia conduciéndola en tiempos difíciles, gracias porque has sido la Reina de cada uno de nosotros, cuando ya impotentes pusimos todo en tus manos confiando ciegamente en tu amor y en tu poder.

Gracias por todos los que llamaste y se consagraron al servicio exclusivo de la Familia y que hoy viven en la alegría de su decisión y nos muestran tu rostro y el rostro amoroso del Padre. Gracias por nuestros hermanos que ya nos dejaron, cuyas vidas son un testimonio palpable de esta historia de amor fiel. Gracias por los miles de peregrinos que llegan hasta tu Santuario, a entregar su vida de oración, dolor y alegría.

Gracias Madre porque nunca nos abandonaste, ni en la guerra ni en la paz. Gracias porque mirando tu imagen, en este lugar santo tantas veces nos sentimos amados y perdonados. Gracias porque conociendo nuestra pequeñez, quisiste elegirnos una y otra vez, como piedras vivas para construir la Nación que el Padre tanto anhela.

Gracias Madre. ˇCuánto crecimos en estos años tomados de tu mano, en alianza de amor contigo! Nos enseñaste a entregar a tu Hijo nuestras dificultades, como pequeñas astillas de su cruz, para colaborar con Él en su plan de redención. ˇQué hermoso es verte en la cruz junto a Él, consolándolo y colaborando con su obra! Así también queremos estar contigo al pie de su cruz.

También nos hablaste del Dios de la vida. Como a tu Hijo Jesús, nos enseñaste su nombre de PADRE y aprendimos a decirle "Padre nuestro" y confiar en su amor providente. Desde tu corazón nos has conducido al corazón de Jesús y al corazón del Padre, por eso has sido también Reina de nuestra santidad.

Gracias porque nuestras cruces y sufrimientos hicieron fecunda la Nación de Dios, Corazón de América.

Monitor: Recibe Madre esta corona. Hemos puesto nuestra vida, nuestra historia y nuestro sueño: transformar nuestra patria en la Nación de Dios en donde reinen la verdad, la justicia y el amor.

Te entregamos esta corona como expresión de gratitud y humilde reconocimiento de alegría y de alabanza, proclamándote MADRE Y REINA DE LA NACIÓN DE DIOS.

Nos dice el padre Kentenich: "Y si ahora coronamos a la Madre de Dios, entonces le pedimos ˇQuédate con nosotros! El día está declinando. Nubes oscuras se alzan en el horizonte…ˇQuédate aquí! ˇRecibe la corona! Atrae las almas y establece tu trono entre nosotros"

Esta CORONA quiere ser también signo de petición y de nuevo compromiso.

Por eso nosotros también te decimos: ˇReina desde aquí! ˇQuédate con nosotros!

Nuestra historia patria necesita una nueva esperanza. Danos fuerza y alegría para llevarte al corazón de nuestros hermanos, atrae y conquista a los hijos de esta tierra para que sean testigos de amor, verdad y justicia. Con tu poder de Reina queremos recorrer este camino para que el tercer milenio nos encuentre hermanados en el corazón del Padre.

Madre y Reina de la Nación de Dios… Recibe la corona.

Te pedimos nos enseñes a vivir confiados en su amor providente, que cuida de todos, que guía, sostiene, educa, perdona. Madre y maestra, te imploramos nos enseñes a ser auténticos padres y madres para los nuestros, reflejos del amor y la fortaleza de nuestro Padre celestial. Que nuestras familias sean cuna de hombres nuevos.

Madre y Reina de la Nación de Dios…Recibe la corona

Nuestra cultura está marcada y herida por el autoritarismo, la corrupción y la ausencia del padre en el hogar. Nuestros hijos necesitan de verdaderos padres, nuestra patria necesita autoridades paternales que olvidándose de sí mismas, conduzcan a su pueblo con sabiduría y espíritu de servicio.

Madre y Reina de la Nación de Dios… Recibe la corona.

Nuestra patria necesita de sacerdotes santos, que a ejemplo de nuestro Fundador y de San Roque González de Santa cruz, entreguen su corazón al servicio de tu Reino. Con corazón filial te pedimos lo que tanto anhela nuestra Familia: buenas y santas vocaciones sacerdotales y consagradas. Desde nuestros Santuarios elige numerosos corazones juveniles para que Cristo esté presente y Schoenstatt pueda ser corazón de la iglesia.

Madre y Reina de la Nación de Dios… Recibe la corona.

Regálanos la canonización de nuestro Padre y Fundador para que su carisma enriquezca la Iglesia y la cultura del nuevo milenio.

Madre y Reina de la Nación de Dios… Recibe la corona.

Nuestro Padre y Fundador dijo una vez: "Sólo una cosa me preocupa: que los míos no se esfuercen por alcanzar las estrellas" Reina y Victoriosa, somos pequeños pero Tú nos haces grandes, en alianza contigo nos entregamos sin excusas, con nuestros límites y miedos, con nuestros pecados y sueños… Para que nos utilices como defensores de la verdad, la justicia, el amor, la paz y la alegría y así conquistar el Paraguay Jaipotava (el Paraguay que queremos).

Madre y Reina de la Nación de Dios. Aquí estamos. Cielo y tierra se unen para coronarte a Ti Reina y Victoriosa. Sabemos que en esta hora de gracias nuestro Padre Fundador y lo que se nos adelantaron también se coronan. Marca este día en tu corazón. Que después de este acto de coronación, nuestra patria tome el rumbo hacia el corazón de Dios. Tu corona sea un signo de esperanza para el nuevo milenio.

Madre y Reina de la Nación de Dios… Recibe la corona. Toma el cetro, asume el gobierno de nuestra patria, de cada familia paraguaya, del corazón de cada hijo. Dios viva en nuestros pechos, Dios viva en cada hogar. En Alianza contigo, renovamos nuestro compromiso de ser piedras vivas, para que sin excusas luchemos por hacer de nuestra patria una Nación de Dios, para que el Paraguay entero sea un Tupãrenda, un lugar donde reines para siempre.

 

 

 


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Last Update: 25.08.2006 Mail: Editor /Webmaster
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