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 published: 2006-08-30

Nuestros pensamientos vuelven a Marienfeld, al Campo de María

La Noche del Santuario cerró el Schoenstatt Summer, el Verano de Schoenstatt. La noche fue iluminada por la procesión de antorchas

 

Noche del Santuario en el Santuario Original en Schoenstatt

Night of the Shrine at the Original Shrine in Schoenstatt

Nacht des Heiligtums beim Urheiligtum in Schönstatt

Foto: POS Fischer © 2006

 

Procesión de la Iglesia de la Adoración rumbo al Santuario Original

Procession from the Adoration Church to the Original Shrine

Prozession von der Anbetungskirche zum Urheiligtum

 

Momentos de oración y de recuerdos....

Moments of prayer and of memories...

Augenblicke des Gebets und der Erinnerung...

 

Santa Misa: P. Heinrich Walter

Holy Mass: Fr. Heinrich Walter

Heilige Messe: P. Heinrich Walter

Fotos: Bagnières © 2006

 

El Santuario iluminado invitó a los jovenes...

The illumined Shrine invited the youth to enter...

Das hell erleuchtete Heiligtum lud die Jugend ein…

 

Alianza de Amor en el Santuario Original

Covenant of Love in the Original Shrine

Liebesbündnis im Urheiligtum

Fotos: POS Fischer © 2006

albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

Áudio Santa Misa  - Audio Holy Mass – Audio Heilige Messe

 

 

 

SCHOENSTATT, Stefanie Frank. El pasado fin de semana (26 y 27 de agosto), finalizó el primer Schoenstatt Summer con la Noche del Santuario, una peregrinación de jóvenes hacia el Santuario original, en la que resonó – y se prolongó – la vivencia de la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud del año pasado. A la juventud le gusta aprovechar la noche para vivir y rezar, lo que aquí se hace mejor y más profundamente, tal como dijo el Padre Heinrich Walter con una sonrisa comprensiva en la homilía de la medianoche. El punto culminante de la Noche del Santuario fue la procesión de antorchas desde el Monte Schoenstatt hasta el Santuario Original, así como la Eucaristía final a la medianoche celebrada delante del Santuario. Reunidos en medio de la noche en torno al Santuario, dijo el P. Walter, los pensamientos vuelven a Marienfeld – el Campo de María – a la vigilia con el Papa Benedicto XVI, y la vivencia de la JMJ.

Han transcurrido ya las cuatro semanas del Schoenstatt Summer: después de un mes lleno de programas, ese festival juvenil culminó con "la Noche del Santuario". Con este motivo llegaron a Schoenstatt unos trescientos jóvenes de toda Alemania y de otras partes del mundo. Mientras los organizadores quizás se propusieron demasiadas cosas con las ofertas del día y en uno u otro taller faltaron imprevistamente, en el momento de comenzar, los moderadores o los expositores o el público, o todo junto, cuando comenzó la procesión de antorchas se repitió ese especial sentimiento de la JMJ. Las antorchas y las velas en las manos de los jóvenes que habían llegado para adorarlo a lo largo de toda la noche y aún más.

Testimonios: Schoenstatt en mi vida

Durante el día los adultos jóvenes tuvieron tiempo para dedicarse intensivamente a Schoenstatt. Los temas: caminos vocacionales, el Padre Kentenich y el Santuario original. Alexandra, de Polonia, les habló a un grupo de jóvenes sobre "Schoenstatt en mi vida".

¿Cómo llegó ella a conocer a Schoenstatt? ¿Cuáles son sus mejores recuerdos desde ese momento hasta hoy?. "Yo me crié con mis abuelos, y las Hermanas de María compraron un terreno al lado del de ellos. Así tuve muy tempranamente el primer contacto con Schoenstatt", contó la joven.

Cuando era escolar ella era católica practicante y selló la Alianza de Amor. Pero hubo una época en su vida en la que la fe quedó completamente eclipsada. "En la universidad conocí otras personas. Sin embargo, de alguna manera yo no tenía la sensación de que me faltara algo al prescindir de la fe", dijo Alexandra. En el año 2005 decidió participar en la JMJ en Colonia, con la idea de que quizás con ello se acercara nuevamente a Dios. "No quise participar en el Festival de la Juventud que se hizo previamente en Schoenstatt, sólo deseaba ir a Colonia. Era escéptica, pero finalmente vine aquí y pasé un momento maravilloso que me trajo nuevamente a la práctica de la fe", contó ella.

"Fue sencillamente fantástico vivir esto junto con tantos jóvenes de todos los países y rezar con ellos. Por eso vine este año a Schoenstatt como voluntaria y he pasado momentos inolvidables. Frecuentemente me quedé conversando hasta bien entrada la noche con jóvenes de Méjico o de Puerto Rico, y lo mejor es que siempre me sentí comprendida, a pesar de que nos separan muchos kilómetros", dijo Alexandra.

¿Cómo seguirá la vida de Alexandra con Schoenstatt? "Quizás vaya a Australia para la JMJ 2008 y ayude allí para ofrecer a los jóvenes schoenstattianos un servicio de ayuda, o quizás vaya a Sudamérica". Y continuó la joven: "Naturalmente quiero formar después una familia y mi futuro debe ser sin falta schoenstattiano".

Ella sabe que será problemático encontrar al hombre de sus sueños en la juventud schoenstattiana de Polonia: "Somos aproximadamente cien chicas y solamente 15 muchachos. ¿Con quién podré casarme entonces?" Pero hay jóvenes schoenstattianos de otros países, y ahora, antes de nada, volverá a la universidad. Ella quiere doctorarse.

Toman la palabra los jóvenes

Andrea Spinner y Thomas Heitzmann, de Baden Württemberg, estaban presentes cuando Alexandra contó sus vivencias. "Fue muy interesante. Nosotros conocimos Schoenstatt por medio de nuestros padres, pero no pertenecemos al Movimiento. Quisimos aprovechar la oportunidad de conocer Schoenstatt por este medio", dijo Andrea. ¿Qué les ha caído mejor a ambos? "Aquí hay mucha gente de diversos países y culturas, y sin embargo se entienden. No será nuestra última visita a Schoenstatt. Volveremos", dijo Thomas. Angelika Schüllner, de Benediktbeuren, recientemente incorporada al Movimiento, oyó los ecos positivos del festival del año pasado y pensó que también quería experimentarlo. Llegó a Schoenstatt con algunos amigos y afirma "aquí puedo ser tal como soy". Belén, de la Argentina y Verónica, de Ecuador, hicieron el largo camino hacia Schoenstatt y están entusiasmadas por el clima. "Estamos aquí por primera vez y es sencillamente fabuloso: todo es tan dinámico y tan internacional", dijeron las jóvenes.

Las antorchas iluminan la noche

Antes de que comenzara el punto culminante de la noche: la procesión de antorchas y la Eucaristía de la medianoche, hubo aún tiempo para un partido de fútbol.

Una selección de muchachos de la Juventud masculina de Würzburg – "Lo mejor de Würzburg" – jugó con un equipo formado espontáneamente. Los hinchas alentaron enérgicamente a sus respectivos equipos y finalmente todos los participantes fueron victoriosos a la plaza, pues el partido terminó con un empate. Entre tanto, las distintas casas de Schoenstatt se ocuparon por preparar un refrigerio en el antiguo establo del Monte Schoenstatt, para que tanto los jugadores como la hinchada pudieran resistir el resto de la noche. La velada continuó con el lema "Bienvenidos al mundo" en la Casa Padre Kentenich. Hubo bailes, cantos y las presentaciones en PowerPoint pasaron revista al Schoenstatt Summer. Lamentablemente se giró innecesariamente en torno a algunas vivencias de los voluntarios, y en un nivel un poco pueril, lo que impidió crear un clima de alegría comunitaria. Muchos de los invitados se quedaron con una sensación de vergüenza... Pero rápidamente esto se revirtió ...

A partir de las 22 hs., las antorchas y las velitas iluminaron la noche. Unos trescientos jóvenes se dirigieron cantando y rezando hacia la tumba del Padre Kentenich en la Iglesia de la Adoración, y desde allí iniciaron el camino hacia el valle.

Allá los esperaba el Santuario Original iluminado a pleno, que invitaba a entrar a los jóvenes según el lema del Schoenstatt Summer: "mi casa es tu casa", y a pasar allí toda la noche.

Nuestros pensamientos vuelven a Marienfeld, el Campo de María

Los jóvenes se reunieron delante del Santuario Original para la Sta. Misa de medianoche al aire libre, celebrada por el Padre Heinrich Walter, presidente de la Presidencia general de Schoenstatt.

"Estamos en la medianoche y el estar reunidos en medio de la noche, en la oscuridad, seguramente recuerda al Marienfeld, recuerda a Colonia". Con estas palabras inició la homilía el Padre Heinrich Walter. Realmente evocó la Eucaristía de medianoche en la Vigilia del año pasado, en el Marienfeld. Y de nuevo se creó el clima tan especial de la JMJ.

"Este recorrido no ha terminado, tal como se lo ve hoy aquí y en muchos Santuarios de todo el mundo, el camino continúa. No ha terminado con la JMJ", dijo el P. Walter.

Esto es justamente lo que querían lograr los jóvenes con este festival: una continuación de las vivencias de la JMJ, para que no fueran olvidadas al volver a la vida cotidiana.

No estamos solos en medio de la noche

El Padre Walter siguió la homilía refiriéndose especialmente al lema de este proyecto: "Mi casa es tu casa"

"En medio de la noche hay que saber donde está el hogar. Se debe saber que se tiene una casa: ‘Mi casa es tu casa’, es el lema de estos días", dijo el P. Walter y continuó: "En medio de la noche no estamos solos, estamos en el Santuario que es nuestra patria, el hogar que nos une y que también nos ha atraído hasta aquí".

Preguntó el Padre Walter: "¿Qué encontramos en el Santuario? ¿Qué queremos encontrar? ¿Qué le pedimos?

Se lo encuentra al Padre Kentenich – el Fundador de Schoenstatt – que da orientación y seguridad. También se los encuentra en el Santuario Original a los cofundadores, como José Engling o Carlos Leisner, y naturalmente a la Mater. "Aquí encontramos a la Madre, a la Madre con su Hijo, la Madre que nos mira. Pienso frecuentemente que basta esa mirada, como Ella me mira. Porque con ella comprendo que está en mí y conmigo. A veces su mirada es un desafío, Ella quiere algo de mí, me necesita", dijo el Padre Walter.

La estrella

"Sobre todos nosotros está la estrella que salió para nosotros el año pasado. Esta estrella nos dice que vale la pena tomar en serio la vida, pues es demasiado corta para conformarse con las cosas a medias", finalizó diciendo el Padre Heinrich Walter. La lluvia que entre tanto había comenzado, no perjudicó el ambiente. La Eucaristía finalizó con alegres cantos y oraciones, pero la noche aun no terminaba...

El Santuario Original totalmente iluminado estuvo al servicio de la juventud internacional. Todos corrieron adentro no solamente para buscar protección de la lluvia. No, estos jóvenes querían algo más, habían llegado para adorar a Jesús. La corriente de orantes no se interrumpió en casi toda la noche.

Algunos aprovecharon la oportunidad para sellar su Alianza de Amor con la Mater en este festival. Más de uno lo tenía previsto, otros se decidieron espontáneamente esta noche a dar este paso.

También hubo jóvenes que, en otros países del mundo, se reunieron a la misma hora para rezar en sus Santuarios. No solamente el Schoenstatt Summer tuvo la idea de prolongar la vivencia de la JMJ. En Colonia, con motivo del primer aniversario de la JMJ, se reunieron más de mil jóvenes en el Marienfeld, y junto con el Cardenal Meisner celebraron una vigilia en la colina donde estuvo el Papa. El Cardenal Meisner les prometió a los presentes para el próximo año lo que Schoenstatt ya tiene: un altar, una cruz y una capilla dedicada a María para la colina del Papa.

Un muy animado final del Schoenstatt Summer

La Eucaristía final, el domingo 27 de agosto, atrajo una vez más a muchos jóvenes, familias y jóvenes de corazón a la Iglesia de Peregrinos.

Por última vez en este Schoenstatt Summer desfilaron los jóvenes con banderas de todo el mundo, por ultima vez se pudo sentir el aire internacional del encuentro. Todo con el animado sonido de la Banda Esperamor, que animó musicalmente la Sta. Misa.

¡Se ha despedido el "Summer" 2006 en Alemania! ¡Hasta el año que viene!

Traducción:aat, Argentina


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Last Update: 30.08.2006 Mail: Editor /Webmaster
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