Zum Weiterdenken - Considerations - Para reflexionar
 published: 2006-07-14

La violencia

El espíritu de Jesús resucitado nos capacita para superar la violencia por medio del amor

 

Decir que uno está en contra de la violencia no basta...

It is not enough to say that one is against violence…

Es ist nicht genug, nur gegen Gewalt zu sein…

Foto: stockXchange © 2006

 

Wenige Tage nach seiner Bischofsweihe feierte Erzbischof Sanna in Belmonte die Heilige Messe
 

P. Horacio Sosa Carbó

P. Horacio Sosa Carbó

P. Horacio Sosa Carbó

 
     

REFLEXIÓN. "La violencia" fue el tema de la charla que dio el P. Horacio Sosa en el Santuario Joven, Paraguay, publicada por la Revista Tupãrenda en junio de 2006.

El P. Horacio Sosa Carbó es argentino, pertenece a la comunidad de los Padres de Schoenstatt, ha asesorado varias agrupaciones del Movimiento – unos cuantos años lo hizo en Paraguay – acompañó durante muchísimos años a las ramas femeninas y al Centro Pedagógico José Kentenich (Argentina). Hoy es asistente espiritual del Instituto de las Familias.

Estudió en la Universidad de Münster, Alemania, y en la Universidad de Salamanca, España. Es licenciado en pedagogía de la religión y doctor en teología con tesis sobre la pedagogía moral.

Origen de la violencia

"Quiero empezar citando un libro del P. Antonio Cosp: «Firmeza y ternura», que a mí me encanta, porque une los dos polos, dos modos de ser personal que a veces, juntos, no se pueden lograr. Encontrar firmeza y ternura en la misma persona no es tan fácil, por eso es tan importante unirlas.

Cuando se olvida uno de los dos rasgos en el crecimiento de la persona hay problemas: con solo firmeza se obtiene un tirano primitivo insoportable; con solo ternura, un débil que no va a poder soportar la tensión que la vida le a exigir.

En todo caso ese equilibrio que se logra con la combinación de las dos cosas que parecieran opuestas, tiene relación con el tema de la violencia en general y la violencia juvenil en particular. Les propongo compartir un par de experiencias.

Un chofer amigo mío iba por la calle y de repente un chiquito se para frente al auto para que se detenga, entonces aparecen dos adolescentes de 16 y 17 años y le dicen «la plata, viejo». Él sacó el dinero y se los dio. Cuando ya se retiraban, el chiquito de 8 años le pregunta a los otros: «¿qué hacemos con este viejo de m...? » entonces uno de ellos dice «pegale un balazo». El chiquito de 8 años apunta y le pega un balazo en el pacho. La bala pasó milagrosamente a milímetros del corazón y se salvó.

Este señor me comentó luego que esa noche, y muchas noches posteriores, escuchaba retumbar la pregunta del chiquito «¿qué hacemos con este viejo de m...? »

Cuando un colegio se pelea con otro – y son colegios fabulosos, se supone – y se pelean a patadas cruelmente, como seres primitivos, no es porque ellos vean eso en su casa,. No sé, a lo mejor es también porque el estudio, la elegancia y el dinero no son ninguna garantía de que una persona sea buena.

Tipos de violencia

Por eso quisiera distinguir también los tipos de violencia que conocemos.

En general se piensa en la violencia física, la más evidente. Pero todos también conocemos otros tipos de violencia: la violencia psíquica, por ejemplo la amenaza de tu integridad por mi presencia o por el modo como yo hablo o como yo te trato sin tocarte físicamente.

Hace poco escuché una frase que me molestó mucho, un chico decía: «cuándo llego a casa pregunto si está papá, y si me dicen que no está, estoy tranquilo» ¿horrible no?, ¿se imaginan lo que significa para ese chico la presencia del padre? una amenaza a su tranquilidad, a su paz, a su ser valioso...

Me gustaría decir entonces que la violencia es fuerza de cualquier tipo – física, psíquica, moral, intelectual – inadecuadamente aplicada, de forma tal que destruye. Por eso la acumulación de sentimientos negativos, de rencor o de humillación, de desvalorización, de postergación, que no encuentran cauces para su expresión, puede derivar en una violencia fatal.

La violencia es el uso inadecuado de la fuerza con el efecto de destrucción, que también puede ser autodestrucción. Hay personas que ejercen violencia sobre su cuerpo y su espíritu, sin darse cuenta que es la destrucción de su persona, de su alma. Ocurre en general en los excesos.

¿Cómo evitar la violencia?

El primer círculo

Decir que uno está en contra de la violencia no basta. Quiero hablarles de mi teoría de los círculos concéntricos de paz: el primer círculo es el corazón de uno, es donde se decide entre la violencia o la paz. Por eso, no hay nada más sanador que preguntarle a alguien: «por favor decime cómo me ves», «cómo estoy», «cómo me ves actuar».

Esto hace bien para vacunarse en contra de muchas cosas, en este caso contra la violencia.

Porque es el primer círculo, es el propio corazón el que irradia todo y va contagiando hasta crear un clima, o de paz o de tensión.

Por eso: corazón reconciliado, corazón pacificado y corazón no violento. A veces tenemos que hacer ese ejercicio, recorrer las personas con las cuales yo he tenido contacto y ver si no doy una sensación de indignación, de rabia o de rencor, para purificarlo.

El segundo círculo

Las manifestaciones de violencia son enormes, es un espectro muy grande y mi intención sería que cada uno se preguntara si en ese primer círculo hay algunas señales de violencia agazapada.

El segundo círculo sería mi casa, mi hogar, los vínculos personales; ¿Cómo son esos vínculos?

Ese chico que cuando entra a su casa pregunta si está papá y si no está, se siente bárbaro. O el señor o la señora que está llegando cada vez más tarde a casa, porque las caras con las que se encuentra le dan ganas de salir de nuevo. Algo está muy mal allí. Eso parece que no fuera violencia, pero es, es la sutileza de la violencia que vincula a las personas.

Por eso les propongo para evitar todo tipo de violencia, con el mayor amor que puedan, animarse a manifestar alegría por la persona que entra a mi casa, animarse a ver no sólo lo negativo, lo feo, lo que no me gusta; acentuar lo positivo y sonreírle a la realidad.

Y cuando digo realidad hablo de lo imperfecto. Los violentos, en general, tienen dentro de sí un perfeccionismo increíble, todo tiene que ser perfecto. Pero cuando se dan cuenta que nadie es perfecto y ellos tampoco, se ponen mal. Lo liberador es saber que nada ni nadie es perfecto, solo Dios. Aspirar a lo mas alto pero ser realistas y reconciliarse con lo que no es perfecto.

El tercer círculo

Yo considero ciertas sutilezas de los inteligentes también como violencia.

Como el caso del escritor portugués José Saramago – premio Nóbel – que escribió «El Evangelio según Jesucristo», al que yo le digo: «el Evangelio según Saramago». Es un genio que juega con las puntuaciones. A Jesús en la Cruz le hace decir lo siguiente: «Hombres perdonen a mi Padre, que no sabe lo que hace», hace quedar al Padre como cruel, como violento, justamente algo que el Padre no es. Sabe muy bien que está hiriendo los sentimientos de millones de cristianos al decir eso o al dudar de la virginidad de María, o decir que María Magdalena se acostó con Jesús y después no se acostó con nadie más. Eso es violencia, es aprovecharse de su capacidad para violentar sentimientos nobles de la gente.

Por eso el primer círculo: el corazón, el segundo círculo, el hogar, y después en círculos concéntricos todos lo demás: el trabajo, el ambiente laboral, la sociedad. En nuestro caso es importante el ambiente del Movimiento, de nuestros grupos, cursos. Ver en que medida estamos usando algún tipo de violencia. El P. Kentenich siempre decía que nuestra pedagogía es la pedagogía del respeto al otro, de la libertad del otro y de la originalidad del otro.

No acumular sentimientos agresivos

Manejemos con cuidado los recuerdos. No acumulemos esos sentimientos de injusticia, de indignación, de celos, de envidias, sobre todo de irreconciliación. Hay que saber perdonar y es bien difícil, porque no es que el otro no haya cometido un error o no tenga la culpa, justamente por eso hay que perdonar.

Esta actitud interior de perdón no tiene que ser confundida con indiferencia, está bien tener el corazón en paz pero no desinteresado. Cuando uno perdona no tiene porque olvidarse; un gran hombre de la historia dijo: «yo aprendí que perdonar depende del corazón ... y acordarme o no, de mi memoria».

Un corazón reconciliado se puede acordar de lo que sea porque en él no surge el deseo de vengarse, ni de violentarse.

Cuidar el trato

Debemos tener cuidado en el cómo nos manifestamos o como decimos las cosas. Suelo repetir una frase: «Más importante que el texto es la música». Hay que practicar esto sobre todo en la vida hogareña. Todos reaccionamos así como nos tratan, no debería ser así, pero es así. Somos muy sencillos en este mecanismo, reaccionamos en la misma dimensión: nos tratan bien respondemos bien, nos tratan con violencia, respondemos con violencia.

Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por lo que ama. Dar la vida significa perdonar, renunciar a la violencia por el otro, para hacerlo feliz, aunque yo tenga razón, pero no tengo razón para hacer infeliz a los demás.

Conclusión

El mejor recaudo que podemos practicar es: a la violencia oponerle el amor fuerte; que no dé vergüenza decir que lo más importante en el mundo es querer a la gente. Por eso leemos Corintios 1, 13 «El amor lo cree todo ... lo aguanta todo ... lo perdona todo».

Si el amor no está orientado todo lo que uno hace o no hace, no es cristiano. Permanentemente hay que purificar el corazón porque tiene la mayor fuerza que existe.

Pero sin unir el corazón al otro corazón esto no anda, hay que unirse a ese corazón de Jesús traspasado donde regaló hasta la última gota de su sangre. El anciano Simeón le dijo a María: «una espada te va atravesar el alma»; el amor coherente pasa por ese momento de la espada, pero no es una espada que mata a alguien con violencia, sino la del que entrega su vida por amor.

El espíritu de Jesús resucitado nos capacita para superar la violencia por medio del amor".

Revista Tupãrenda, Revista del Movimiento Apostólico de Schoenstatt – Paraguay. Junio 2006 / N° 254.


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Last Update: 14.07.2006 Mail: Editor /Webmaster
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