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 published: 2006-06-03

Llevar a María a la Iglesia...

Vigilia del Movimiento de Schoenstatt en San Andrea de la Valle

 

San Andrea de la Valle, Vigilia del Movimiento de Schoenstatt, 2 de junio de 2006

San Andrea de la Valle, Vigil of the Schoenstatt Movement, June 2, 2006

San Andrea de la Valle, Vigil der Schönstattbewegung, 2. Juni 2006

 

Australia esta presente! Viajó a Roma, sola, para estar en la vigilia de Schoenstatt y la vigilia con el Papa!

Australia is present! She travelled alone from Australia to be in the vigil of Schoenstatt and with the Pope!

Australien ist da! Sie ist allein von Australien aus angereist, um in der Vigil der Schönstattbewegung und beim Papst zu sein!

 
 

Entrada de la Auxiliar de la Campaña del Rosario

Entrance of the Auxiliary of the Rosary Campaign

Einzug der Auxiliar der Kampagne

 
 

La Iglesia colmada de schoenstattianos

The church filled with Schoenstatt members

Gefüllte Kirche

 

Repartiendo la luz

Passing on the light

Das Licht wird weitergegeben

 
 

Rumbo a San Pedro

On the way to Saint Peter’s

Auf dem Weg zum Petersplatz

 
 

Santuario de Luz – canciones, gritos, banderas…

Shrine of Light – songs, flags, excitement...

Heiligtum aus Licht auf dem Petersplatz – und Lieder, Rufen, Fahnen...

Fotos: POS Fischer © 2006

Album de fotos – photo album – Fotoalbum

Video

 

 

 

ROMA’06, mkf. Banderas en alto, agitadas suavemente, todos los ojos puestos en Ella, la Peregrina Auxiliar ingresa en procesión -cargada a mano por dos misioneras de la Campaña- a la Iglesia de San Andrea de la Valle, trasformándola con su sola presencia inmediatamente en un Santuario. Es un imagen muy fuerte para quienes aman Schoenstatt: llevar a María a la Iglesia. Cuando la Auxiliar llega a su lugar de honor, maravillosamente ornamentado con flores amarillas, blancas y coloradas sobre manteles blancos, se ve rodeada de decenas de Peregrinas... entre ellas una, instalada en un lugar especial, destinada para ser entregada al Santo Padre. En ese momento la Familia de Schoenstatt presente en esta iglesia monumental está "en casa", está en el corazón de su espiritualidad y su carisma: todos los corazones laten de amor por ella, la Virgen María, la Madre tres veces admirable de Schoenstatt, la Mater. A juzgar por los gritos a viva voz que más tarde se escuchan en San Pedro, por el cariño con que los misioneros llevan sus peregrinas al altar, o por el compromiso profundo con que todos rezan el "Oh Señora mía"- es cierto que el amor a la Mater es el corazón de Schoenstatt, lo que hace familia a esas 1500 o más personas que en esa tarde lluviosa y fría se congregaron en San Andrea de la Valle para la Vigilia.

La lluvia pronosticada para el sábado -día de la Vigilia de los Movimientos con Benedicto XVI, donde se calcula que asistirán unas 500.000 personas aproximadamente a San Pedro- se adelantó al día viernes. Es esa lluvia la que motiva que muchos peregrinos de Schoenstatt lleguen a la Iglesia San Andrea de la Valle horas antes del comienzo de la Vigilia. Cuando hacen su ingreso los primeros peregrinos, todavía no se veía nada de lo que pronto iba a tener lugar aquí durante la Vigilia de Schoenstatt. Poco más tarde, la Hermana Thomasine, la Hermana Mariagnes, Augusta Maria Duran-Ballen y sus hijas comienzan a decorar el lugar: manteles blancos, una abundancia de flores, la bandera de Schoenstatt. Está previsto un lugar de honor, en alto, para la Auxiliar Internacional de la Campaña (cuya llegada se retrasa por la ya mencionada lluvia y otros inconvenientes que forman parte de los grandes aportes al capital de gracias, momento que se aprovecha para rezar una serie continuada de rosarios acompañando la preparación). Con un dejo de timidez y mucho cariño, las misioneras de Uruguay, Chile y Argentina colocan sus peregrinas en el altar... Cristina White le cuenta a la Hermana Thomasine acerca de la Peregrina para el Papa, y ella, fascinada, trae un atril para colocar allí a esta Peregrina, en un lugar destacado. Al pasar, Cristina le comenta también sobre la modalidad de la Serenidad y la Confianza, "del carisma de la Hermana Emilie" – ¡sin saber que está hablando nada menos que con la postuladora del proceso de la Hermana Emilie! "Bueno, entonces pongo la foto de la Hermana Emilie al lado de esa peregrina", dice la Hna. Thomasine, fascinada. Raquel Puch, de Uruguay, lleva la bandera de su país al altar...abriendo así una "procesión" especial: banderas de Chile, Argentina, Alemania, Ecuador, pañuelos de España, banderitas, cuadros, más peregrinas... son llevados al altar. Aquí está Schoenstatt presente. Muchos turistas comienzan a preguntar qué sucede aquí...

Una verdadera fiesta de familia

Mientras el altar se transforma más y más en un "Santuario", la parte posterior de la iglesia se convierte en un gran hall de entrada donde la familia de Schoenstatt se encuentra y se saluda. Llegan Bavio e Ivonne Sallustro, de la Federación de familias de Paraguay – sumando así otro país más a la larga lista de naciones presentes en ese encuentro de Schoenstatt. Una señora de Australia viajó a Roma por su propia cuenta, para participar de la vigila de Schoenstatt y con el Papa – y desborda de alegría al poder encontrarse con más de 1500 schoenstattianos. Lorenza, una señora filipina que vive en Alemania junto con su esposo, oriundo de ese país, saluda a varios amigos de Alemania que hace tiempo que no ve. Cristina y Guillermo Tagle, de Chile, llegan también, trayendo consigo el compromiso con la "causa" de Mario Hiriart.

¡Qué alegría cada vez que alguien se encuentra con un Padre de Schoenstatt que actualmente está trabajando en otro país, pero que todavía sienten "nuestro"! Cuántos recuerdos, cuántas noticias para compartir, cuántos saludos que trasmitir... Un bullicio hermoso, ¡típico de una verdadera fiesta de familia!

Y en medio de esto, acontece el encuentro más silencioso y más profundo de todos: en uno de los bancos de la Iglesia la Auxiliar "aguarda" el comienzo de la Vigilia. Hombres y mujeres, jóvenes y adultos, schoenstattianos y turistas por igual... se detienen, la saludan, conversan con ella, la tocan... se arrodillan a rezar...

Donde está María, está el Espíritu Santo

A las 20.00 comienza la Vigilia; al son del órgano hace su ingreso la Mater, la Madre tres veces Admirable...seguida por los sacerdotes, oradores, y jóvenes con velas en las manos. Todos los participantes se ponen de pie, agitan banderas, la saludan a ELLA... "La Campaña del Rosario lleva a María a la Iglesia; ante la Gran Misionera se abren todas las puertas", dice, emocionada, Susana Hernández, de Pehuajó. Cuando la Auxiliar se encuentra ya en su lugar, Monseñor Wolf invita a todos a saludarla. Jóvenes de diversos países acercan velas, mientras todos entonan el "Ave Maria"... Ave Maria, Madre de la Iglesia, Ave Maria, santuario resplandeciente... El coro de la Juventud Femenina canta magníficamente, para alegría de todos. Todos los textos son leídos, alternadamente, en alemán, español, italiano e inglés; se escucha la lectura de la Vigilia de la primera fiesta de Pentecostés. El Padre Heinrich Walter en su homilía vincula la vivencia de ese momento con la vigilia de Pentecostés del día sábado, destacando el deseo de que todos los Movimientos se entusiasmen por sellar una alianza de amor entre ellos. Los jóvenes toman las velas y reparten la luz a todos... Los testimonios preparados por jóvenes y matrimonios de varios países son impactantes. Un aplauso general recibe el hijito de una familia de Italia, que apenas si alcanza a llegar al micrófono, donde con voz bien clara dice: somos también misioneros, como San Pablo, ¡la única diferencia es que lo hacemos con la Virgen Peregrina de Schoenstatt! Gerhard Proß, de la Iglesia de la Reforma, que aceptó con alegría la invitación de Schoenstatt a participar, brinda un testimonio sobre el camino que llevó a una alianza entre los movimientos católicos y de la reforma, destacando que en Schoenstatt descubrió el actuar del Espíritu Santo de una manera muy profunda... y entendió que esto se debe a ese gran amor a Maria y a su presencia en Schoenstatt.

Un mar de banderas

Al final de los testimonios, un coro de jóvenes canta en español... Las banderas los acompañan, y pronto la iglesia parece sacudirse con toda esa cantidad de banderitas agitándose... Un mar de banderitas de Schoenstatt colma la iglesia, un mar de velas la ilumina. Después del Padre Nuestro y la bendición final, todos entonan el Himno de la Familia... y abandonan el lugar, con la Auxiliar al frente, encaminándose hacia San Pedro, donde los jóvenes han preparado todo para formar nuevamente el "Santuario de Luz" en el corazón de la Iglesia.

Dos chiquitos alemanes, con banderitas, van adelante, orgullosos de abrirle camino a la Auxiliar. Una larga procesión recorre las ruidosas calles de Roma. Un taxista se detiene y saluda a la Reina de todos los corazones; los turistas miran con asombro; un joven exclama, reconociéndola: ¡Miren, la Madonna de Schoenstatt! A cada rato la Auxiliar cambia de manos, o de "burritos": jóvenes de varios países, dos Hermanas de Maria de Alemania, madres de Schoenstatt alemanas, un matrimonio recién casado de Texas, un señor de España... todos quieren llevarla un rato.

¡Viva la Mater! ¡Viva el Papa!

Llegados a San Pedro, todos se juntan para formar un Santuario de Luz. Un Padre de Schoenstatt habló con "un Cardenal" pidiéndole utilizar su ventana para tomar fotos... ¡Viva Schoenstatt! Viva el Papa! El Padre Ludovico Tedeschi invita a todos a rezar, aquí en San Pedro, por un nuevo Pentecostés de la Iglesia. Las ventanas de la habitación del Santo Padre se iluminan. "¡Benedetto!". Cantos y más cantos: Emmanuel, Protéjanos tu manto, Dios de salve Maria, Quién es esa Señora... Un júbilo, una alegría indescriptible. Los que no asistieron por temor a llegar tarde a las casas se han perdido una vivencia única. En este momento todos se hacen jóvenes con los jóvenes, para gritar: ¡Todos por uno, uno por todos, viva la iglesia!

Finalmente, el Santo Padre no se asomó a la ventana. Pero hoy, sábado, podrá ver entre la multitud a los schoenstattianos, podrá ver las banderas, las Peregrinas, la Auxiliar a la que le fue concedido un sitial "preferencial" muy cerca del altar del Papa... Ella será portadora de las gracias del Santuario a San Pedro, que desde la mañana se vio colmado de gente... – las gracias del Santuario, fruto de los aportes al capital de gracias, para un Nuevo Pentecostés.

 


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Last Update: 07.06.2006 Mail: Editor /Webmaster
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