Los Movimientos: una escuela de verdadera libertad

Vigilia de Pentecostés con los Movimientos y Nuevas Comunidades

Andrea Riccardi, Fundador de Sant’Egidio, en su intervención Andrea Riccardi, Founder of Sant’Egidio, in his statement Statement: Andrea Ricardi, Sant Egidio
Los Fundadores y Representantes de los Movimientos están al lado del Papa Founders and Representatives of the Movements at the side of the Pope Die Verantwortlichen der Bewegungen sitzen in unmittelbarer Nähe zum Hl. Vater
Homilia del Santo Padre Speech of the Holy Father Papst Benedikt XVI bei seiner Ansprache
P. Michael Marmann: petición Fr. Michael Marmann: petition Pater Michael Johannes Marmann, Schönstatt, trägt eine Fürbitte vor Fotos: POS Fischer © 2006
Muy cerca del Santo Padre: la Tercera Auxiliar Internacionalde la Campaña Very close to the Holy Father: The third Internacional Auxiliary of the Campaign Ganz nah beim Heiligen Vater: die dritte Internationale Auxiliar der Kampagne
Peregrinos de Schoenstatt en plena alegria Schoenstatt pilgrims in mere joy Schönstattpilger im Glück Fotos: Santos © 2006
Libro de la Vigilia de Pentecostés Booklet of the Pentecost Vigil Textbuch der Pfingstvigil
Album de fotos

ROMA’06, mkf. Nacidos a partir de una sed de vida verdadera, los Movimientos son y serán cada vez más una escuela de verdadera libertad, encaminados hacia la unidad en el espíritu, la unidad en la pluralidad de las carismas, llamados a la misión para el mundo: en la prédica más extensa de su pontificado y ante la concurrencia más grande de personas en la Plaza San Pedro desde que asumió su cargo, Benedicto XVI ha llamado a los Movimientos y Nuevas Comunidades de Iglesia a ser portadores de la buena nueva a todos los hombres, a todos los pueblos, siendo en ese compromiso misionero colaboradores del ministerio apostólico universal del Papa, abriendo las puertas para Cristo y haciéndose constructores de una civilización del amor. En una Vigilia marcada profundamente por la oración y la reflexión, el Santo Padre, junto con casi medio millón de fieles, le pidió a la Virgen María que implore un nuevo Pentecostés para la Iglesia, en libertad y unidad.

Aunque había unas 350.000 personas inscriptas, se calcula que asistieron casi 500.000 fieles a San Pedro, en las Vísperas de Pentecostés 2006. Al final de la Vigilia, especialmente, un viento fresco y fuerte hizo temblar a la muchedumbre reunida en San Pedro, la Via della Conziliazione y calles aledañas a San Pedro – impulsándolos a apretujarse aún más todavía para luego partir a toda prisa – como en el primer Pentecostés de la Iglesia. Un símbolo de lo que quiso ser esa Vigilia de los Movimientos: estremecer a cada uno y a cada Movimiento en su vocación a vivir y anunciar la belleza de ser cristiano, en unidad y en actitud misionera, en una renovada responsabilidad por la Iglesia y el mundo.

Profundizar en la fe

La vista desde lo alto de las columnatas, donde periodistas y fotógrafos tienen su lugar, es impresionante. Al abrigo de un cielo diáfanamente celeste se ve un mar de gente, con pancartas de sus respectivos movimientos, banderas, pañuelos de diferentes colores, muchas imágenes de la Virgen – entre ellas, en lugar destacado, la Auxiliar Internacional de la Campaña, y muchísimas peregrinas más. "La belleza de ser cristiano", comenta uno de los periodistas. La belleza de la pluralidad de carismas y estilos de ser cristiano, la unidad en el amor a la Iglesia y el compromiso profundo de la fe, enmarcados por un clima de libertad. Entre los periodistas de los diversos movimientos, la cooperación funciona de maravillas: un utensilio de la Oficina de Prensa de Schoenstatt es compartido con periodistas de la Comunidad de Vida Cristiana con la misma generosidad y alegría que se intercambian cámaras para sacarle fotos a los periodistas "con el Papa de fondo" o "¡de nuestro fundador con el Papa, por favor!!". Siempre de nuevo es una alegría indescriptible ver tanta gente reunida implorando el Espíritu Santo para la Iglesia.

Desde la mañana, San Pedro fue colmándose de gente. A la hora de ingreso oficial, ya casi no había lugar en la plaza. Unos schoenstattianos mayores que después de dormir una buena siesta llegaron a las tres y media de la tarde, no pudieron avanzar más allá de la esquina de la Via della Conziliazione... por lo que decidieron regresar a su lugar de alojamiento para seguir el evento por TV. La mayoría de los participantes son jóvenes, se ven muchas familias jóvenes con hijos pequeños... y más que nada, muchas caras felices, aunque de pronto un poco cansadas después de largas horas de espera de pie.

La idea fue hacer algo distinto al evento de Pentecostés 1998, explica más tarde Mons. Clemens, del Pontificio Consejo de los Laicos. Ni una reedición de aquel evento ni un espectáculo, sino algo acorde al estilo de este nuevo Papa: una vigilia de oración, de contenido litúrgico en relación a las Vísperas de la Iglesia, marcada por la profundización de la fe, en respuesta a esa nueva apertura a la fe que se percibe en la sociedad, especialmente por parte de la generación joven. Para que esa fe no sea sólo un sentimiento, un entusiasmo fugaz, le cabe a la Iglesia, y especialmente dentro de ella a los Movimientos, profundizar en la fe para poder responder así con una verdad profunda y probada a quienes preguntan por Dios...

El Santuario y la Virgen, en el carisma del Padre Fundador

Antes de dar comienzo la vigilia, se vive un momento de júbilo impresionante, cuando se produce el arribo del Santo Padre, circulando en el papamóvil por entre medio de la multitud congregada en San Pedro y en la Via della Conziliazione. Se puede seguir su recorrido, a la distancia, por el agitar de banderas y gritos. "Pasó dos veces por donde estábamos nosotros", cuenta radiante un matrimonio de Argentina. "¡Nos vio y nos bendijo!" – "Quedamos muy lejos, casi no pudimos ver nada de la Vigilia", comenta Susana Hernández. "Pero el Santo Padre pasó directamente delante de nosotras y bendijo nuestras peregrinas, ¡estamos tan felices!". Mercedes Macdonough, que junto con la Tercera Auxiliar de la Campaña se encontraba en uno de los sitios preferenciales, casi baila con la peregrina en alto cuando se acercó el Santo Padre.

Schoenstatt se pierde un poco entre esa muchedumbre – hay Movimientos que llevaron entre 80.000 y 100.000 miembros, Movimientos con pancartas 10 veces más grandes que la bandera de Schoenstatt más grande que se ve en la plaza – pero comparte la alegría de ver a "nuestros hermanos" los Focolares, de Sant’Egidio, de la Comunidad de Vida Cristiana, de la Renovación Carismática... tantos y tan felices. A pesar de ser un grupo relativamente pequeño en número –entre 1500 y 1700 personas aproximadamente- a cada rato se ven flamear banderitas de Schoenstatt con el Santuario, e imágenes de la MTA. Es lo que Schoenstatt aporta a la Iglesia, el Santuario y la Virgen – en el carisma del Padre Fundador.

Una fuerte presencia se hace sentir a la distancia

"Los movimientos y comunidades nuevas se han reunido una vez más para decirle: Santo Padre, aquí estamos, dispuestos para la misión", proclama Mons. Stanislav Rylko, Presidente del Pontificio Consejo de los Laicos, en su oración de inicio. Graziella de Lucca, una de las primeras colaboradoras de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento Focolar, lee una carta escrita por Chiara, que por razones de salud no puede estar presente físicamente – pero lo está espiritualmente. Recuerda la promesa hecha a Juan Pablo II en 1998 de incrementar la unidad entre los Movimientos: "Hoy podemos decir que el amor recíproco y la unidad entre todos han crecido, superando todas nuestras previsiones"... "casi como para anticipar – a nivel de laboratorio – la unidad de la familia humana". Todos escuchan con emoción las palabras con que termina su carta Chiara Lubich - artífice principal de todo esto que vivimos ahora, al decir de una schoenstattiana: "Y nuestra amada Iglesia será más una, más familia, más acogedora, más hermosa en su variedad. Dará testimonio de Cristo en sus múltiples prerrogativas, y de María, la Madre de Dios, la carismática por excelencia".

Esta bella casa sin muros y al mismo tiempo extrañamente fraternal e íntima

Fundadores y representantes de Movimientos ofrecen alternadamente breves – o no tan breves – reflexiones testimoniales tras la recitación de los salmos de la liturgia de la Víspera de Pentecostés. Andrea Riccardi (Sant’Egidio) llama a todos a superar la "esterilidad" de vivir sólo para sí mismo, y habla de la alegría de convertirse en seres humildes y fecundos, padres de hijos, en esta bella casa sin muros y al mismo tiempo extrañamente fraternal e íntima. Kiko Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal, habla de la nuevas realidades, los nuevos carismas que el Espíritu Santo ha suscitado para ayudar a los sacerdotes, a las parroquias, a los obispos y al Santo Padre. "Como en el primer Pentecostés, también nosotros hemos sido elegidos para ser testigos de la belleza de Cristo ante todas las naciones", expresa Julián Carrón, Presidente del Movimiento Comunión y Liberación.

En el corazón de la Iglesia, nuestra madre, queremos ser el amor

"Me gusta tanto lo que dijo el Santo Padre sobre los Movimientos como escuela de libertad", comenta Cristina White, de Argentina. "¡Es lo que tanto me gusta de Schoenstatt, del Padre Kentenich!". Es lo que muchos schoenstattianos llevan consigo de la prédica del Santo Padre. A continuación se encienden siete fuegos, símbolo de los siete dones del Espíritu Santo, en memoria del Sacramento de la Confirmación, y se entona ese himno tan hermoso que resuena por siglos en la vida de la Iglesia: Veni Santo Espiritu.... "En ese momento tuve la impresión: estamos en un verdadero Pentecostés, imploramos el Espíritu Santo y llegó", comenta una señora schoenstattiana. Al Padre Nuestro y el Credo le siguen peticiones en diferentes idiomas – ¡que por primera vez se escuchan en otro idioma que no sea el italiano! El Padre Michael Marmann, Padre de Schoenstatt y uno de los delegados en el Congreso Mundial de los Movimientos, lee la petición en alemán. Patti Mansfield (Renovación Carismática) le expresa un conmovedor agradecimiento al Santo Padre: "Eres el dulce Jesús en la tierra para nosotros", le dice, y añade, como lo hizo Santa Catalina: "¡Santo Padre, te queremos! Nuestra vocación es el amor". Como movimientos, nos ponemos a disposición de la Iglesia, afirma, finalizando su alocución con palabras de Santa Teresita: "En el corazón de la iglesia, nuestra madre, queremos ser el amor". El Fundador del Movimiento de la Vida Cristiana, Luis Fernando Figari, en nombre de todos los Movimientos hace la promesa al Santo Padre de ser, como movimientos, testigos de Cristo vivo – hasta los confines del mundo.

El Santo Padre imparte la bendición a todos, poniendo fin a la Vigilia con el Regina Coeli, la antífona mariana del tiempo de Pascua. Maria, Ora pro nobis, aleluya...

Un apostolado "marginal", fruto del amor efectivo a la Iglesia

En medio de esta Vigilia radiante hay una nota triste y preocupante al ver que muchos participantes, especialmente los que ocupan los lugares preferenciales, se retiran de la Vigilia antes de la bendición del Papa... forzado a contemplar una columna de personas partiendo hacia sus casas antes de tiempo, haciendo abandono de esa Vigilia tan anhelada por él. Por un lado es entendible, por el frío y las largas horas de espera, "pero me dio mucha tristeza", comenta una Hermana. La retirada de la plaza, a pesar de un servicio extraordinariamente efectivo por parte de la policía y los voluntarios, fue un tanto caótica... Jóvenes de Schoenstatt españoles y chilenos se juntan para cantar en medio de la gente, sonriendo, con risas y expresión de alegría: un apostolado marginal tal vez, pero un aporte nacido de ese amor a la Iglesia que unió a miles de personas en esta Vigilia Pentecostal.