¿Conoces aquella tierra... del Padre? Sí...

Peregrinación de la Rama de Madres de Portugal a Schoenstatt

Renovación de la Alianza de Amor en el Santuario Original Renewing the Covenant of Love in the Original Shrine Erneuerung des Liebesbündnisses im Urheiligtum
Descanso Rest Kleine Pause auf den Stufen der Anbetungskirche
Con cartas y fotos de seres queridos en el Santuario Original With letters and photos of loved ones in the Original Shrine Fotos und Briefe auf dem Altar – die nicht dabei sein können, sind so auch da
Llevó todo su grupo She brought her whole group Sie hat die ganze Gruppe dabei
Visita a Koblenz Visiting Koblenz Auch ein Besuch in Koblenz darf nicht fehlen Fotos: Carvalho © 2006

SCHOENSTATT, mkf. ¿Conoces a aquella tierra...?, dice el lema de la peregrinación de la Rama de Madres de Portugal. Reunidas en la capilla de la Casa Sonnenau, la última tarde de su estadía, las 22 señoras, acompañadas por el Padre Alexandre Martínez y la Hermana Nadia, respondieron en su evaluación sobre la peregrinación de cuatro días a Schoenstatt, "aquella tierra": Sí, ahora conocemos esta tierra, la tierra del Santuario Original, la tierra del Padre Kentenich, la tierra cálida y familiar, que se ha transformado ahora en nuestro terruño, nuestra tierra de Schoenstatt.

"Entrar al Santuario Original" fue para casi todas las madres lo que más les tocó en su peregrinar por la tierra de Schoenstatt. Ese Santuario en el que todo comenzó, lugar original de aquella Alianza de Amor del 18 de octubre, que dio inicio a todo lo que existe hoy día en Schoenstatt, que es la fuente de toda la vida que brota en torno a los casi 200 Santuarios filiales del mundo, también los de Portugal. "La primera Misa en el Santuario Original", el 13 de junio a las 11.00 de la mañana, fue para muchas el hito de la peregrinación, "un momento muy, muy emocionante, nunca me lo imaginé así", como comentó una señora. Un grupo de madres renovó solemnemente en el Santuario Original su Alianza de Amor. Una madre joven llevó una foto de todo su grupo de madres, que poco antes de la peregrinación selló su Alianza de Amor. "Les prometí llevarlas a todas", cuenta. Y cumplió. Cartas, fotos, símbolos, sobres con pedidos y agradecimientos, con muestras de compromisos y promesas que sólo la MTA conoce, fueron depositados sobre el altar del Santuario Original... Al estar alojadas en Sonnenau, les fue posible visitar a cada rato, durante las pausas, al Santuario Original, cosa que aprovecharon muchísimo las madres (¡aunque el programa era muy intenso!).

Todos los Santuarios tienen algo único y algo en común

"Me impresionó cómo en Schoenstatt reina la paz y cómo te invade aquí una tranquilidad y una paz enorme", dice una señora. "Las casas, los Santuarios, los senderos, todo ‘respira’ la alianza de amor". Todos los Santuarios tienen algo único, y todos algo en común, comenta otra de ellas. Durante los cuatro días que pasaron en Schoenstatt, recorrieron casi todos los Santuarios en Schoenstatt, celebraron Misa cada día en un Santuario distinto, y prácticamente cada Santuario ha sumado a partir de ahora una "fanática" más. "Mi Santuario preferido es el de las Familias", comenta una madre. "Las fotos de los Santuarios Hogares y de tantas familias, eso tiene algo especial". También le impactó profundamente la estatua de la Sagrada Familia. "¿No hay réplicas pequeñas?", quiere saber. Le gustaría llevar una para su Santuario Hogar, y ¡muchas otras también comparten su anhelo!

El Santuario del Monte Moriah, con esa vista espectacular, el del Monte Sión con la estatua del Padre enfrente, el Santuario en el Monte Regina y en Marienland, de las Hermanas: ¡cada uno de ellos un tesoro a descubrir! "Sentía una gran curiosidad al llegar", admite una señora que no conocía mucho el Movimiento. "¿Como sería Schoenstatt? ¡Los Santuarios son todos iguales y todos diferentes, es lo que me fascina!". Y agrega: "No sé que quiero... Quiero quedarme, y quiero irme para poder volver... Descubrí que el carisma de Schoenstatt es algo especial".

Todas ellas se sintieron muy en casa y "mimadas como princesas" en Sonnenau, como expresa una. ¡Ni hablar del aderezo de la ensalada de Sonnenau!!!

El regalo más grande: Descubrir al Padre

Todas estas experiencias, sin lugar a dudas, son grandiosas, pero falta aún el regalo más grande de esta peregrinación inolvidable. "Me alegra muchísimo que descubrieran al Padre", resume la Hermana Nadia, después de que cada una de las 22 participantes hubo comentado su vivencia mas fuerte. La noche del 13 de junio tuvieron una vigilia en la tumba del Padre. Ana Carvalho, de la Federación de Madres, preparó una presentación en Power Point que ofreció a comienzos de la vigilia. "No basta sólo con llevar a las madres a la tumba del Padre y esperar que reciban una gracia, hay que ayudarlas a encontrar aquí al Padre", explica. Encontrar a un Padre, un profeta, a alguien que se interesa para cada una de ellas, que nunca lo han visto... Otro momento de encuentro con el Padre tuvo lugar en el Monte Sion, donde el Padre Alexandre les mostró "la mano del Padre", relieve en concreto de la mano del Padre Kentenich. Muchas madres pusieron su mano en la mano del Padre: Nuestra mano en tu mano, Padre... También en la Casa Padre Kentenich y en su habitación en Schulungsheim tuvieron encuentros fuertes con él. "Me llevó a un compromiso más fuerte con el Padre y con su misión", afirma una señora, mientras otra pide saber dónde hay libros para profundizar más en la vida del Padre Kentenich. "El Padre Kentenich es un santo", dice con convicción una de las madres. "Mi compromiso con él es cada vez más fuerte. Padre, ¡regálame más paz!" – "Quiero entender mejor toda la misión del Padre Kentenich, la estructura de su obra, la espiritualidad", transmiten otros de los comentarios. Tal vez un día se pueda hacer un retiro en Schoenstatt, sueñan varias..., y una madre resume así lo vivido: "Fue un gran encuentro con el Padre".