Hombres de una fe viva

El Obispo de Essen, Mons. Félix Genn, en Schoenstatt: acompañó la peregrinación de su diócesis

Bendición de una lámpara de seguridad de mineros Blessing of a miner’s lamp Segnung einer Grubenlampe Fotos: POS Fischer © 2006
Un regalo para el Obispo A gift for the Bishop Ein Geschenk für den Bischof Foto: Zillekens © 2006
Peregrinando del Santuario Original a la Iglesia de Peregrinos Pilgrimage from the Original Shrine to the Pilgrims’ Church Pilgerweg vom Urheiligtum zur Pilgerkirche Foto: POS Fischer © 2006
Mons. Genn con la placa de P. Heinrich König Bishop Genn with the plaque for Fr. Heinrich König Bischof Genn mit der Plakette für Pfr. Heinrich König Foto: Zillekens © 2006
Oración en la tumba del Padre Prayer at the tomb of Father Kentenich Gebet am Grab von Pater Kentenich Foto: POS Fischer © 2006 Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

SCHOENSTATT, mkf. El 24 de junio, un verdadero día de verano con sol radiante, Mons. Félix Genn llegó a Schoenstatt con unos 400 peregrinos de la diócesis de Essen, en la zona industrial del Ruhr. Los peregrinos se reunieron con su obispo en el Santuario original, y recordaron allí el aniversario del nacimiento y de la muerte del joven sacerdote Heinrich König, fallecido en el campo de concentración de Dachau. Él perteneció a la Familia de Schoenstatt y fue asistente espiritual de la Familia de Kolping. En el transcurso del día fue bendecida una placa recordatoria del P. Heinrich König. En la Santa Misa – animada musicalmente por la Banda "Esperamor", de Vallendar – el obispo convocó a acompañar espiritualmente el proceso de reestructuración de la diócesis de Essen, y a dar testimonio del vigor de la fe católica.

Son pocos los peregrinos que llegan a Schoenstatt al estilo clásico (y que ahora se ha descubierto de nuevo): caminando, con banderas, transpirados, con hambre, sed y con ampollas en los pies. Generalmente viajan muy cómodamente en ómnibus climatizados y tienen previsto un buen almuerzo burgués. Pero desde hace un tiempo se ha recuperado un momento del estilo clásico de peregrinación: el camino desde el Santuario Original hasta la Iglesia de peregrinos, al comienzo de la romería, con banderas y oraciones, y una y otra vez encabezada por un obispo. Fue así también en esta soleada fiesta de San Juan Bautista. Mons. Félix Genn se sumó aquí a los 400 peregrinos de Essen y con ellos rezó por un día de peregrinación bendecido. En el Santuario Original recibió un regalo original y con mucho significado: una lámpara de seguridad – como la usan los mineros – apropiada para una diócesis en la región del Ruhr y adecuada también para el proceso de reestructuración que justamente ahora experimenta la diócesis de Essen, con perseverancia pero también con mucho dolor. ¡La luz hace bien! Y con este regalo se quiso expresar que la luz no solamente es buena en un soleado día de peregrinación, sino siempre. Esa lámpara de seguridad quedará en el Santuario de Essen – Kray, donde cada primer jueves de mes se hace adoración eucarística y se celebra la Santa Misa por las intenciones de la diócesis y del obispo. Otros Movimientos y Comunidades Nuevas ya comunicaron que quieren participar.

El P. Heinrich König, un testigo de la fe.

En el Santuario Original, en la Iglesia de peregrinos y también a la tarde, durante la celebración mariana en la Iglesia de la Adoración, los acompañó una placa con la efigie del joven sacerdote P. Heinrich König. El 24 de junio era el aniversario de su nacimiento en la tierra y también en el cielo. Apresado por el nacionalsocialismo y trasladado a Dachau, el joven sacerdote schoenstattiano fue allí, hasta en la muerte, testigo de una fe viva, una fe que no vive en primer lugar de las estructuras, del horario de las Misas o de un sistema de pastoral, sino de la vivencia totalmente personal de un Dios vivo, por el que vive y muere.

El cristianismo no comenzó con edificios, estructuras y discusiones, sino con hombres vivos. La Biblia, la Palabra de Dios, no comenzó con anotaciones en un libro, sino con la narración de experiencias vividas, dijo Mons. Genn en la homilía. Si nuestro cristianismo no es vida, no sirven de nada todos los cambios estructurales. La verdadera renovación interior puede venir solamente de Dios. En la vida de San Juan Bautista o en la vida de la Sma. Virgen, como también en la vida del P. Heinrich Kong, no se pueden ver grandes éxitos en dimensiones puramente humanas. Sí, incluso surge la pregunta; ¿qué vida es esa que vivieron ellos? . Y sin embargo, la vida de este testigo ha sido fecunda para muchas personas. En la actual situación de preocupación y de dudas causadas por el proceso de reestructuración en la diócesis, se puede ver también la realidad de la semilla que cae en la tierra y muere, pero que es portadora de la promesa de una gran fecundidad.

Este reconocimiento de la Iglesia será causa de gracias y bendiciones para todos nosotros

Un momento emocionante para todos los que tuvieron la suerte de participar, se produjo después de la celebración mariana en la Iglesia de la Adoración, cuando Mons. Genn junto con los sacerdotes, se trasladó hasta la tumba del Padre Kentenich. Con una breve oración espontánea, agradeció por la vida y la obra del Padre Kentenich y rezó por el éxito de su proceso de canonización, "para que este reconocimiento de la Iglesia sea causa de gracias y bendiciones para todos nosotros"

Después de la celebración mariana el obispo volvió a Essen, mientras los peregrinos aprovecharon todavía el tiempo tan soleado y participaron en las variadas actividades que se ofrecían en el Monte Schoenstatt... y también elevaron una oración al cielo a las 17 hs., cuando comenzó el partido entre los equipos de fútbol de Alemania y Suecia. ¡Con éxito, como es sabido!

Fotos

Traducción: aat, Argentina