Noventa años de las "Flores de mayo"

Comienzo del mes de María en Schoenstatt

Alianza de Amor: Mariela Montero de Bolivia Covenant of Love: Mariela Montero, Bolivia Liebesbündnis: Mariela Montero, Bolivien Foto: Marañón © 2006
Hermanas de Maria encontraron un lugarcito libre en la iglesia de los Palotinos Schoenstatt Sisters have found a small free space in the packed church of the Pallottines Marienschwestern haben ein freies Plätzchen in der überfüllten Kirche der Pallottiner entdeckt
Muchos quedaron de pies Many had to stand all the time Viele mussten stehen
Oración en el Santuario Original Prayer in the Original Shrine Gebet im Urheiligtum
Jóvenes con banderas Youth with flags Jugend mit Schönstattfahnen dabei Fotos: POS Fischer © 2006

SCHOENSTATT, mkf. Fue hace cuarenta años: en una homilía del mes de mayo en el Monte Schoenstatt, el Padre Kentenich puso ante la vista de la Familia de Schoenstatt el mes de mayo de 1916. Era el 50º aniversario de las "flores de mayo" de José Engling. Eran las flores del jardín de su corazón que él quería regalar a su Madre celestial. Le fue confiada la preparación del "altar de mayo" una tradición de siglos en este mes dedicado especialmente a María. Él le dio una nueva dimensión: quería regalarle a María las flores de la fidelidad, de la gratitud, del amor, cultivadas en el jardín de su corazón... es una corriente que hasta el día de hoy está viva en la Familia de Schoenstatt. Con el inicio del mes de mayo en el Santuario Original, comenzó en Schoenstatt el mes dedicado especialmente a María, y esa noche Ella recibió un hermoso ramo de coloridas "flores de mayo".

Esta idea de las "flores de mayo" se encuentra ya en una carta que escribió Norbert Theele, de la generación fundadora, el 26 de abril de 1916: "Como no puedo ir para honrar con Uds. a nuestra querida Madre en este mes de mayo que le está dedicado, les envío – para el altar de mayo – algunas florecillas del amor, de la gratitud y de la fidelidad. Aunque no sean muchas ni las más hermosas para adornar nuestro querido Santuario, quisieran mostrar mi amor a María (...)¿Le gustarán estas flores de mayo a nuestra Reina? Más no puedo regalarle, le pertenece todo mi corazón".

Una carta cuya sencillez puede ser ligeramente engañosa sobre el dramatismo que hay detrás. ¿Qué pasa cuando un mundo que hasta ese momento era confiable, se sale de quicio? ¿Qué pasa cuando el ambiente ya no sostiene ni motiva? ¿Qué sucede cuando las acostumbradas y queridas expresiones de la fe ya no son posibles de realizar? ¿Cuándo ya no es posible reunirse con una comunidad viva? Son preguntas que se le presentaron a un Schoenstatt muy nuevo, poco tiempo después de su fundación, cuando los primeros debieron partir al frente, a la primera guerra mundial. La respuesta que dio Norbert Theele, se adelantó a lo que se ha debatido en el Concilio Vaticano II y a las repercusiones que tiene hasta hoy: no llorar por las formas perdidas ni a por las formas imposibles de conservar, sino desarrollar, en el espíritu que creó a esas formas, nuevas expresiones y prácticas. Si ya no puedo llegar al Santuario con un ramo de flores de la pradera, entonces envío las flores del anhelo, de la valentía, de la gratitud, flores "espirituales"...

Las "flores de mayo" de 2006

Las "flores de mayo" de 2006: la noche del 30 de abril algunos peregrinos regalaron las flores de sus pies cansados cuando llegaron corriendo a la Iglesia de peregrinos. En los dos años pasados la procesión del mes de mayo comenzaba allí, pero al llegar se enteraron que este año salía de la Iglesia de los Padres Pallottinos. Y para que no ellos solos llevaran estas "flores", algunas docenas más tuvieron esa misma posibilidad: regalar las flores de estar parados en la iglesia repleta, donde ya no había ningún asiento libre y escuchar desde el atrio la homilía del superior provincial de los Pallottinos. Él habló cálidamente de María en relación con Cristo y con los hombres, y aportó también sus propias experiencias con Ella, motivando a estar cerca de Ella en este mes. Después todos pudieron ofrecer las "flores de mayo" de los pies mojados: llovía a cántaros cuando todos salieron hacia el Santuario original. Bajo los paraguas se perdió un poco el sentimiento de comenzar un floreciente mes de María. En el Santuario original se apretujaron los monaguillos y sacerdotes. El P. Franz Widmaier invitó a renovar la Alianza de Amor y puso al mes de María bajo la protección de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt. Afuera cantaban los peregrinos bajo la lluvia: "Protéjanos tu manto..."

Los jóvenes, con sus banderas de Schoenstatt, no se desanimaron por lo incómodo de la lluvia, siguieron cantando e invitaron aún a bailar en el mes de mayo...

Alianza de Amor en el primer día de mayo

Comenzó el mes de María y se siente que volvió la vida en torno al Santuario. La procesión del comienzo del mes marcó el cierre de un fin de semana muy movido: en la Casa Marienland se realizó una gran jornada de la misión polaca. El movimiento filipino "Couples for Christ" (Matrimonios para Cristo), fundado hace 25 años y presente en unos 140 países, hizo su jornada anual de lideres – para Alemania – en Schoenstatt. El 1º de mayo llegó a Schoenstatt un grupo de madres de Chile; el viernes se esperó a un grupo de peregrinos de Italia, todos se prepararon para la peregrinación de motocicletas en este fin de semana, cuando también estará en Schoenstatt la peregrinación diocesana de Munich... Y Mariela Montero, de Santa Cruz de la Sierra, (Bolivia), le regaló a la Mater, en este 1º de mayo, la flor más gigantesca: su Alianza de Amor.

"¿Querrá aceptar estas flores nuestra Reina?" preguntaba hace noventa años Norbert Theele. "Más no puedo regalarle. Le pertenece totalmente mi corazón".

Traducción: aat, Argentina