Schoenstatt en bicicleta

Sorpresivas visitas cordobesas... y otros encuentros en el Santuario Original

Un encuentro especial en Monte Sión: el Padre guiando los muchachos al Santuario.... (casi) en verdad A special encounter at Mount Sion: Father leading the three young men into the Shrine … (almost)m really Eine Begegnugn der besonderen Art auf Berg Sion: Herr Pater geleitet die Jugendlichen ins Heiligtum… (fast) wirklich
Visitar a todos los Santuarios en dos y medio días: Santuario Original Visiting all of the Schoenstatt Shrines in two and a half days: Original Shrine Alle Heiligtümer in zweieinhalb Tagen: Urheiligtum
Falta el... telebici  Missing ... a bike lift Fehlt der... Radlift
Tarea cumplida Mission fulfilled Geschafft! Fotos: POS Fischer © 2006

SCHOENSTATT, mkf. Schoenstatt tiene 13 Santuarios y siete colinas. Cuanto menos. Se habla de las colinas, no los Santuarios, el número de ellos queda claro. Lo que no estaba tan claro es la relación entre dichos Santuarios y las colinas. O para hacerlo más claro: en el mapa o el plano de Schoenstatt todos esos Santuarios están muy cerca uno del otro... Pero como muchas veces en la vida, la realidad es un poco distinta. Así lo experimentaron Fernando y Javier Lozano y Esteban Barrera, de la Juventud Masculina de Córdoba, Argentina, cuando llegaron a Schoenstatt.

Antes de poder poner en práctica su idea de visitar en dos días y medio todos los Santuarios de Schoenstatt, enfrentaron el desafío de llegar a Schoenstatt. El mail con el anuncio de su visita a Schoenstatt llegó cuando los tres ya se encontraban felices en el auto de una Hermana de María. Con proverbial generosidad ella invitó a los tres jóvenes que "encontró" en Vallendar a llevarlos en su auto. "La preguntamos por el Padre Ángel Strada, pero no lo conocía", dice uno de los jóvenes, mientras otro salió a la defensa de la Hermana: "Si no entendió ni una palabra de tu inglés y castellano, ¿cómo entender en toda esa ensalada el nombre de él?". La Hermana anduvo con los jóvenes por todo Schoenstatt, comunicándose a través de las manos y con sonrisas hasta llegar al lugar que todos pensaban que podía llegar a ser el destino de ellos: ¡Vaterhaus, en el Monte Sión!

Junto con el feliz arribo, pronto se inició también la primera "etapa" de su audaz proyecto: la visita al Santuario N° 1, tal como se habían propuesto, el Santuario Original, pero... después de caminar casi todo un día, no les quedó más remedio que aceptar que Schoenstatt a pie no es una opción muy sensata cuando uno quiere visitar todos los Santuarios. Dicho y hecho, se alquilaron tres bicicletas en Vallendar a un precio bien bajo – casi tan bajo como parecían las bicis en proporción a los muchachos que medían 2 metros de altura. ¡Pero en Vallendar no había nada más grande que eso!

Nada sin ti, nada sin nosotros – o: la falta de telebici

Armados con el mapita del Secretariado del Padre y "Una visita a Schoenstatt" se dirigieron al Monte Schoenstatt, a la tumba del Padre, a su cuarto en Schulungsheim, a la Casa Padre Kentenich. "¡Fue bárbaro bajar, dos minutos y ya estás en el valle!", comenta uno de los tres. "Pero subir..." – "¡Alquilamos bicis y pagamos para empujarlas!!!". En resumen: Schoenstatt en bici es perfecto para bajar las colinas; lo que falta para que la alegría del peregrino ciclista sea completa es "algo tipo telesquí para bici", ¡bingo! – ¡el telebici schoenstattiano! Aunque es un elemento bien schoenstattiano la falta del telebici, un descubrimiento de los cordobeses que puede servir además para una introducción orgánico-vital: Nada sin ti bajando, nada sin nosotros subiendo.

Así fue como lograron visitar casi todos los Santuarios de Schoenstatt trepados o caminando al lado de la bici, y seguramente por ese motivo para el último Santuario –el de la Federación de Familias en Hillscheid, a 7 km.- la Mater les regaló un auto... Más no se cuenta para no desanimar a futuros bici-peregrinos.

Nada como el Santuario Original

Tan sólo 24 horas después de la partida de los tres cordobeses, llegaron otros tres "paisanos" suyos a Schoenstatt: Nelly Depetris, de la Campaña del Rosario, junto con su marido y su nieta mayor, que está de intercambio escolar en Waldorf, Alemania. "Tengo mi peregrinita en mi habitación", cuenta ella, feliz con la invitación a participar en agosto en el "Verano de Schoenstatt". – "Ir al Santuario es lo más querido de mi vida", dice Nelly. "¡Fue tan hermoso estar aquí otra vez!" Después no para de hablar con entusiasmo sobre la Campaña y los milagros de la Mater en todo lugar adonde llega...

Ir al Santuario es también para un matrimonio de Chile lo más querido. Estuvieron de visita en Frankfurt toda una semana, para asistir a una feria allí. Y cada mañana recorrían los 100 km que hay entre Frankfurt y Schoenstatt, de ida y de vuelta, para ir a Misa en el Santuario Original...