Desde los inicios en una casa alquilada hasta la realidad de la casa propia... ¡y con Santuario incluido!

Confidentia: 25 años de un sueño del P. Esteban Uriburu

Bendición del cuadro del Padre Esteban por parte del P. Juan Pablo Catoggio, Superior Provincial de los Padres de Schoenstatt Blessing of the picture through FAther Juan Pablo Catoggio, Provincial Superior of the Schoenstatt Fathers Pater Juan Pablo Catoggio, Provinzoberer der Schönstatt-Patres, segnet das Bild
P. Ignacio Alvarado, hijo de socios fundadores de Confidentia Fr. Ignancio Alvarado, son of one of the founder couples Pfr. Ignacio Alvarado, Sohn eines der Gründerehepaare
María  y Alberto Bieule, presidente saliente de Confidentia Maria and Alberto Bieule, former presidents of Confidentia Maria und Alberto Bieule, bisherige Vorsitzende von Confidentia
Francisco y Marta Blas; miembro de la actual Comisión Directiva de Confidentia Francisco and Marta Blas, member of the board Francisco und Marta Blas, Mitglied des Leitungskreises
Fernanda Alvarado y  Gloria Ezcurra, dos de las fundadores Fernanda Alvarado and Gloria Ezcurra, two of the founders Fernanda Alvarado und Gloria Ezcurra, zwei aus dem Gründungskreis Fotos: Echenique © 2006

ARGENTINA, Gloria Ezcurra. Cada 18 de mayo en Confidentia es un motivo para que la familia de Schoenstatt del centro de Buenos Aires se reúna en torno a la Mater para festejar el día de Alianza, pero este 18 tenía un carisma especial... Se cumplían 25 años de la fundación de Confidentia como Asociación Civil, entidad que nació como un sueño en el corazón del Padre Esteban Uriburu y que un grupo de laicos ayudó a convertirlo en una realidad.

La casa se vistió con sus mejores galas, ya que el año pasado fue reciclada con motivo de los 10 años del Santuario del Centro. El salón del primer piso estaba colmado y quienes no pudieron entrar, lo vieron a través de una pantalla en la planta baja. Así, nadie se perdió ningún detalle de la Santa Misa que concelebraron el Padre Juan Pablo Catoggio, Superior Provincial de los Padres de Schoenstatt, el Padre Pablo Pol y el P. Ignacio Alvarado, sacerdote diocesano, hijo de Fernanda Alvarado, fundadora y esposa del primer presidente de Confidenta, Oscar Alvarado.

Los fundadores se acomodaron en las primeras filas y se veía en cada uno de ellos la emoción de poder estar en el lugar que tanto soñaron. Al inicio de la Misa, se bendijo un cuadro del querido Padre Esteban Uriburu, que ya preside el salón junto al cuadro del Padre Fundador.

Un remanso de paz en medio del ruido de la gran ciudad

En la homilía, el P. Catoggio fue recordando los logros que a lo largo de estos 25 años se fueron dando para llegar a este fecundo presente en la vida de Confidentia: desde los inicios en una casa alquilada hasta la realidad de la casa propia... ¡y con Santuario incluido!

Confidentia es un lugar lleno de jóvenes, de alegría, de familia, de solaz en medio del ruido de la gran ciudad. Un lugar que alberga a miles de peregrinos que buscan en esa casa la contención y el cobijamiento del Santuario y reciben la hospitalidad de un verdadero hogar, con su característica tan especial de estar dentro de una casa. En Confidentia tienen su sede diversas acciones del Movimiento de Schoenstatt: el Voluntariado de María, la Casa del Niño P. José Kentenich, el Centro Pedagógico José Kentenich, la Campaña del Rosario, la Librería Patris y la Secretaría Nacional del Movimiento. También se reúnen las distintas Ramas del movimiento (jóvenes, madres, matrimonios, profesionales, empresarios, misioneros y educadores) y se dictan cursos, talleres y seminarios abiertos a todos.

Al finalizar la celebración cada uno de los fundadores recibió una cruz de la unidad como símbolo de agradecimiento y se recordó especialmente a los que les siguen acompañando desde el cielo.

"Cuando me toco recibir la mía, agradecí a Dios que me hubiera enseñado el camino a seguir para poder ser su instrumento", comparte Gloria Ezcurra.

Todo terminó en alegría y espíritu de familia, con promesas de seguir adelante por muchos años más, amparados bajo el manto de nuestra querida Mater.