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 published: 2006-04-11

Nuestros congregantes–soldados

Reunión de los cuatro congregantes – soldados Eise, Römer, Prellwit y Waldbröl el 15 de enero de 1916 en Berlín

 

Más allá: Hace 90 años, en plena guerra mundial: encuentro de grupo fuera de Schoenstatt, in Berlin

90 years ago, during WW I: group meeting outside Schoenstatt, in Berlin

Darüber hinaus: Vor neunzig Jahren, mitten im ersten Weltkrieg: Gruppentreffen außerhalb Schönstatts, in Berlin

Foto: MTA 1916, Nr.1 © 2006

 
   

"Ad maiora nati sumus" (Hemos nacido para grandes cosas) ¡Quién lo hubiera pensado! Cuatro congregantes, a los que la guerra mundial arrebató terrible y violentamente del silencio del claustro para arrojarlos en el bullicio del cuartel, se encontraron en Berlín para una reunión de grupo. ¡No podía ser de otra manera! Así como los buenos hijos se congregan en torno a su madre a la primera oportunidad que se les presenta, nos sentimos también nosotros impulsados, al ver la oportunidad propicia, a poner de nuevo a María en el centro de todo lo que hacemos. A través del mutuo intercambio de experiencias quisimos reencender nuevamente nuestro entusiasmo por la obra de María. Pero por sobre todas las cosas, queríamos prometerle una vez más eterna fidelidad a nuestra Madre celestial...

Rodeados de jóvenes prácticamente en estado de ebriedad total, forzados a escuchar su charla soez y sus viles excusas y ver glorificar el vicio, uno u otro de nosotros podía haber visto ensombrecido su ideal. Debíamos erradicar todo esto: María debía resplandecer ante nosotros con un nuevo fulgor, como el lucero del alba. Por un par de horas queríamos olvidar el cuartel y el servicio militar para volver la mirada al camino recorrido como soldados. Ver cómo María nos había llevado a Jesús. Este saber fue acompañado de propósitos concretos, y al mismo tiempo, también de gratitud a la Mater por la ayuda y el apoyo permanente que cada uno de nosotros pudo experimentar como nunca antes. Además queríamos pedirle que siga ayudándonos en el futuro: que ella nos haga reconocer la insignificancia de todo lo terreno y proteja nuestra sublime vocación sacerdotal.

"Ad maiora nati sumus" (Hemos nacido para lo más grande). Este fue nuestro proyecto. Y ahora, cómo lo llevamos adelante. En ese día festivo Eise y Waldbröl tuvieron la dicha de participar en una Santa Misa por la mañana. Le pedimos a la Mater su especial ayuda para la celebración (N.d.R. la renovación de su consagración), porque nos faltaría la ayuda espiritual de un sacerdote. A la tarde Eise, Prellwitz y Römer se encontraron con Waldbröl en la barraca, donde se encontraba confinado hasta las 16 hs., dado que su unidad de tropa había sido penalizada por formar mal durante el llamado de la mañana. De ahí fuimos al fotógrafo. Se adjunta aquí la fotografía. Luego fuimos a la parroquia de San Bonifacio, Patrono de los alemanes. En la capilla de la Sma. Virgen renovamos cada uno en silencio la consagración a María, mientras que pasaba de mano en mano el "Sodalis Marianus".

Todos nos sentíamos conmovidos y estimulados como nunca. Después de todo, nunca antes habíamos experimentado de tal manera la poderosa ayuda de María y la bondad de su corazón. Su permanente amor maternal nos llena de gozo y de profunda gratitud a la vez. ¡Cuántos miles de dificultades y tentaciones hemos logrado superar en estas últimas semanas! Estábamos azorados. Apenas si teníamos fuerza para vencer nuestras propias debilidades. ¡Y sin embargo vemos ahora estos maravillosos logros! Sí, María se ha mostrado admirable para con nosotros. Este era nuestro pensar y sentir en la capilla. Pronto pudimos expresarlo en palabras. El lugar de nuestra reunión "mundana" fue una cervecería. No había otra posibilidad. Aún así, esto no nos molestó para nada. El intercambio fue profundamente vital y sin interrupciones. Todos competíamos por aportar pruebas de la ayuda permanente de María.

El granadero Waldbröl, congregante mariano, cronista

2ª reunión, 23 de enero de 1916

Desbordantes aún de entusiasmo por el obrar de María, no veíamos la hora de que llegara el siguiente domingo, en que nos reunimos nuevamente, esta vez en Neukölln. Prellwitz y Römer tenían a su cargo las charlas. En esta reunión cada uno aportó ejemplos de la vida en el cuartel que muestran lo corrupta que está la juventud. Nos preguntamos: ¿cómo podemos ser apóstoles aquí? Prellwitz ya había destacado este aspecto en su charla. Decidimos recolectar, dentro de lo posible, ejemplos como estos y enviárselos a la Congregación. Exempla trahunt (Los ejemplos arrasan). A las 7 de la tarde nos dirigimos a la parroquia.

Llegamos justo para recibir la bendición sacramental. La reunión comenzó con unas palabras entusiastas y vigorosas que nos dirigió Eise. Como antiguo Primer Asistente (de la Congregación Mayor), tenía naturalmente el derecho de conducir la reunión. En su alocución señaló el fundamento y objetivo de nuestro encuentro. Römer y Prellwitz hicieron un resumen por escrito de nuestro intercambio. (N.d.R. Enviado por ambos). Lamentablemente Prellwitz tuvo que retirarse demasiado pronto. Los demás continuamos la reunión hasta las 11 de la noche. Vivimos horas de ensueño. Inscribimos una vez más el nombre de María en nuestros corazones con letras nuevas. Nuestra meta estaba clara nuevamente. El camino recorrido hasta ahora es el correcto. Per Mariam ad Jesum (Por María a Jesús). Después de la bendición tuvimos oportunidad de confesarnos. Hicimos lo nuestro y descargamos un montón ya que el alma de un soldado carga con bastante record de cosas.

El confesor nos invitó después a participar en la reunión de la Asociación Mauritius. Quiso acompañarnos en la reunión, pero lamentablemente recibió una visita importante. Nos invitó a su casa y allí compartió con nosotros unos gruesos cigarros, feliz de la vida de conocer a un par de hombres "decentes", en este caso soldados, pues la mayoría de ellos no vale mucho. Nos envió a la reunión, disculpándose con los participantes por no poder asistir. Tuvimos que compensar su ausencia. Antes de eso, el Padre nos habló de su metamorfosis: su ascenso de artillero a párroco. En el servicio militar ascendió hasta el grado de sargento. A los 27 años hizo el bachillerato y desde 1906 es párroco en Berlín. Nos pidió que volviéramos pronto. El próximo domingo Eise tiene que dar una conferencia en la Asociación de muchachos. El tema: Camerún y María. Va a ser un caos, me parece... Pero queremos que la gente se entusiasme por María. Waldbröl hará de apuntador. En realidad le tocaba a él dar la charla, pero se queja todo el día de que no tiene tiempo. Lamentablemente el tiempo pasa volando aquí, Prellwitz tiene que irse otra vez.

Traducción: att, mca, Argentina


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Last Update: 26.04.2006 Mail: Editor /Webmaster
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