Nachrichten - News - Noticias
 published: 2006-04-11

El mundo cambió decisivamente en esos doce años … a través del esfuerzo de dos o tres seres humanos excepcionales

El ex embajador Shakespeare habla de Juan Pablo II y la era Reagan, 7 de Abril de 2006

 

El ex-embajador de los Estados Unidos, Frank Shakespeare, en Madison

United States Ambassador to the Vatican, Frank Shakespeare, in Madison

Der ehemalige Botschafter der USA beim Heiligen Stuhl, Frank Shakespeare, in Madison

Foto: Jentz © 2006

 

Habló sobre Juan Pablo II y su rol en la historia

He spoke about John Paul II and his historic role

Er sprach über Johannes Paul II und seine geschichtliche Rolle

Foto: Editorial Patris Argentina © 2006

 

Durante la conferencia

During the conference

Beim Vortrag

Foto: Jentz © 2006

 
   

USA, Christi Jentz. El ex embajador de los Estados Unidos ante el Vaticano, Frank Shakespeare, fue calurosamente recibido por la comunidad de Schoenstatt Heights, en Madison, Wisconsin, donde se hizo presente para dar una charla en memoria de Juan Pablo II. "La Santísima Virgen quiere entrar en Madison como la gran conductora, la gran educadora para los Estados Unidos. Ella quiere ayudarnos a cumplir nuestra gran misión", afirmaba el Padre Kentenich. ¿Llama la atención acaso que el ex embajador se haya visto atraído hacia el Santuario Original? "El encarna lo mejor del liderazgo de nuestra nación y la MTA está feliz de recibir su visita", es la convicción de la Familia de Schoenstatt.

Como exitosísimo ejecutivo de televisión en los inicios de su carrera, Shakespeare se desempeñó como presidente de CBS Televisión y RKO General, Inc. El presidente Nixon le pidió unirse a su administración y supervisar la Agencia de Información de Estados Unidos. Más tarde, Shakespeare presidió el Internacional Broadcasting Bureau, que incluía elementos como "La Voz de América". En la década de los 80, presidió The Heritage Foundation, el más importante centro de pensamiento conservador de Washington D.C. También fiscalizó los esfuerzos de Radio Europa Libre y Radio Libertad, supervisando inspiradoras transmisiones para la gente con anhelo de libertad en la entonces Unión Soviética y el bloque oriental europeo. Fue como tal que al Embajador Shakespeare le tocó estar en el frente de batalla durante la Guerra Fría, y jugó un papel importante en la eventual caída del sistema comunista soviético. En 1985, el Presidente Reagan designó al Señor Shakespeare como embajador en Portugal. Poco después, tuvo el alto honor de servir hasta 1989 como embajador de los EE.UU. ante la Santa Sede, siendo el segundo norteamericano en ocupar ese puesto después de que el Presidente Reagan entablara relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

No las situaciones, sino la esencia

El estilo empleado por el Embajador Shakespeare para la charla fue informal. Ni una vez se paró detrás del podio. De hecho, recorrió el escenario caminando muy confortablemente sin necesidad de utilizar un libreto. La audiencia no perdía detalle de sus palabras mientras él desarrollaba la historia de dos grandes hombres, el Papa Juan Pablo II y el Presidente Ronald Reagan.

Su intención, explicó él, no era compartir situaciones con la audiencia, sino la esencia de las personalidades a quienes recordaba. "Fueron hombres que entraron en escena en un tiempo crítico de la historia", y es eso lo que él quería atestiguar. Nos sugirió buscar historiadores y estudiosos para debatir los temas de ese tiempo; su intención era compartirnos su visión de estos hombres tal como los experimentó él durante su tiempo de trabajo como Embajador en el Vaticano. En su humilde opinión el rol que él jugó en esos años fue casi el de un espectador y los eventos de esos años lo dejaron anonadado. "Yo soy un hombre de negocios" declaraba, "pero por un azar de la vida me tocó la suerte de representar al presidente Reagan". Resultó ser un tiempo crucial en la historia, un período que nunca olvidará.

¿Nos dimos cuenta que éramos testigos de un hito histórico?

El embajador inició su relato con una breve reseña sobre la evolución del mundo occidental en el siglo XX. Habló de la escalada del poder soviético con su secuela de muerte, destrucción y horror que asoló a la humanidad durante gran parte del siglo. "En 1978 existía una tiranía sumamente maléfica en el mundo con la seria intención de eliminar la civilización Occidental". Pero todo esto llegó a un final impredecible para todos a finales de los 70 y, que en retrospectiva, ocurrió tan rápido, agregó. "El mundo cambió decisivamente en esos doce años … a través del esfuerzo de dos o tres seres humanos excepcionales".

La elección y los primeros años de pontificado de Juan Pablo II y el primer año del presidente Reagan son dignos de destacar, de acuerdo a Shakespeare.

El Papa Juan Pablo II

Los papas italianos rigieron durante 450 años. Después de la muerte del Papa Pablo VI en 1978, se presumía que el conclave elegiría un Papa de entre una breve lista de cuatro o cinco de los cardenales italianos más "papables" y eso es exactamente lo que pasó. El Papa Juan Pablo I era Cardenal y Arzobispo de Venecia. Y murió al cabo tan sólo de 33 días como Papa. Esta vez, cuando los Cardenales fueron convocados nuevamente a Roma, la actitud era diferente. "Cambiaron para el segundo cónclave… se preguntaban ‘¿qué querrá decirnos Dios?’. El resultado fue impactante. Hombres de tradición rompieron el esquema y eligieron a un polaco-esloveno. ¡El mundo y la Unión Soviética estaban azorados!".

El Papa Juan Pablo II conocía el comunismo. Conocía el comunismo de la calle. Su genealogía estaba formada por gente muy fuerte, muy recia. Poco después de su elección, el Papa viajó a Polonia y "los polacos que habían sido maltratados por siglos explotaron de alegría. Toda Europa Central se estaba fermentando, ¿como manejar esto?".

El presidente Reagan

"En 1980", continúa Shakespeare, "la fuerza espiritual más grande en la tierra era el Papa Juan Pablo II y la fuerza temporal más grande elige a Reagan como presidente. Fue algo extraordinario que eligiéramos a un actor de películas de clase B, aunque era una persona fuera de lo común".Al principio de su presidencia, el 30 de marzo de 1981, Reagan recibe un disparo... "El sabía que si la bala pasaba apenas 1/8 de pulgada más allá, era hombre muerto". Después de eso, "hubo una transformación profunda en su pensamiento". Reagan, que no era católico, quiso hablar con un prelado, y su ayudante, Michael Deaver, arregla un encuentro con el Cardenal Cook que viaja desde Nueva York para verlo el Sábado Santo. Durante ese período, Deaver escucha decir a Reagan, "no tengo la menor idea qué significa todo esto pero sé que el tiempo que me quede de vida le pertenece a Él (Dios)".

¿Qué más podía pasar? El 13 de mayo de 1981, el Papa es baleado. Una vez más, "él sabe que si la bala hubiese pasado apenas 1/8 de pulgada más allá, era hombre muerto". Se le escucha balbucear al Papa que la Madonna salvo su vida. En el hospital investiga acerca de Fátima.

El Papa y Reagan

Shakespeare cree que esos eventos paralelos no son mera coincidencia. Reagan emprende una nueva política que podría fin a la Unión Soviética. Se reúne con el Papa Juan Pablo II – mano a mano. Nadie está invitado a participar en esas reuniones. En un momento dado, Shakespeare cuenta a la audiencia, él estaba sentado junto al presidente Reagan una vez culminada la visita oficial de él y su señora al Vaticano. Mientras estaban ahí, Reagan tuvo un encuentro privado con el Papa. Aprovechando un cambio de ropa de Nancy que se estaba arreglando para la cita de esa tarde, le preguntó al presidente si había algo que debería saber sobre el encuentro que pudiese ayudarle a servir mejor a su país. El presidente habló con él durante 20 minutos sobre su encuentro con el Papa. Al final de la conversación, Shakespeare le pregunta si tiene una sugerencia para hacerle. "No quiero informar sobre eso", le dice al presidente, "así controlará usted el 100% (de la información)". El presidente le contestó: "bueno, está bien, adelante entonces". El énfasis aquí estuvo dado en cómo las cosas se mantenían en forma sumamente privada. Hasta el día de hoy, el embajador Shakespeare no ha roto el pacto hecho con Reagan, por lo que los detalles de esa y otras reuniones son pura especulación. Lo que el embajador revela es que "ambos hombres sabían quién era el otro. Ellos eran los dos únicos líderes del mundo que habían sido baleados…. casi un lazo místico". Más adelante, hacia el final de su plática, comentó que estaba convencido de que ambos hombres eran místicos. "Los dos tenían una profunda confianza en el otro".

Lech Walesa y Mikhail Gorbachev fueron otros dos actores que asumieron una posición que nadie hubiera imaginado hasta poco tiempo antes. Contemplando el desarrollo de los eventos y después de estudiar a estos cuatro hombres, Shakespeare "se convenció de que la humanidad no tuvo nada que ver con la aparición de estos hombres en escena".

El resultado fue que en 1991, bajo el gobierno de Gorbachev, la Unión Soviética llegó a su fin. Pero "debemos entender que eso nunca podría haber pasado sin la presencia del Papa".

Fátima

El embajador Shakespeare finalizó su charla destacando al Papa y Fátima. El Papa visitó Fátima al inicio de su pontificado. Volvió después de su atentado y depositó la bala de su atacante al pie de la pequeña estatua de María. La bala está hoy engastada en la corona que adorna la estatua. El 13 de mayo de 2000 retornó nuevamente, dejando esta vez allí su anillo papal. Anillo que hoy se encuentra en una cadena de oro, aferrada a las manos de la misma estatua de María que lleva la bala. En ese último viaje beatificó también a dos de los pastorcitos de Fátima. Shakespeare cree firmemente que el Papa Juan Pablo II era el Papa de Fátima, y cree que el Papa lo dejó bastante en claro.

El embajador Shakespeare era embajador en Portugal justo antes de su designación como embajador de EE.UU ante el Vaticano.

¿Qué ve él al repasar ese tiempo? "Que todo esto está entretejido de manera extraordinaria por Fátima". ¿Cuál fue la causa del derrumbe de la Unión Soviética? "Debo reconocer que ocurrieron cosas muy providenciales en aquel tiempo". Por supuesto que ciertas estrategias fueron efectivas pero en grado superficial. "Hubo hechos exitosos pero todo era irrelevante".

Al cabo de la charla, hubo tiempo para intercambiar conversación y servirse un refresco. Un pequeño grupo se congregó alrededor del embajador mientras éste compartía dos historias sobre el Papa Juan Pablo II que revelaban algo de su lado más jocoso. Con esto quiso mostrarles que el Papa tenía un gran sentido del humor.

Traducción: Sebastián Barrientos, Brighton, Inglaterra


Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 28.04.2006 Mail: Editor /Webmaster
© 2006 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum