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Ezequiel Worlicek, María Victoria Solessi y su niña
de 3 años, Josefina.
Ezequiel Worlicek, María Victoria Solessiand their three-year-old
3 Josefina.
Ezequiel Worlicek, María Victoria Solessi und die dreijährige
Josefina.
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La familia iglesia se reune
Carlos Gorricho, su esposa María del Pilar Rengifo y
sus dos hijos, Alejandro y Pablo, el más pequeño en Osterhasenwiese
junto a la Hna Kinga
Carlos Gorricho, his wife Maria del Pilar Rengifo and
their sons Alejandro and Pablo, with Sister Kinga
Carlos Gorricho, seine Frau Maria del Pilar Rengifo
und ihr Söhne Alejandro und Pablo mit Schwestern Kinga auf der Osterhasenwiese
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Michelle y su hija Jackie Adriaansen viajaron por
4° vez juntas para compartir la Pascua en Schoenstatt.
Michelle and her daughter Jackie Adriaansen are already
the fourth time in Schoenstatt
Schon zum vierten Mal waren Michelle und Jackie Adriaansen
in Schönstatt
Fotos: Marañon © 2006
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Encuentro chileno después de la Vigilia
Chilean encounter after the Vigil
Chile-Treffen nach der Osternachtfeier
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Carlos Castillo, de Puerto Montt, Chile, en la Oficina
de Prensa – un nuevo corresponsal
Carlos Castillo from Puerto Montt, Chile, at the Press
Office – a new correspondent
Carlos Castillo aus Puerto Montt, Chile, im Press Office
– ein neuer Korrespondent
Foto: POS Fischer © 2006
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SCHOENSTATT, rlm. Como una casa con hijos estudiantes, que luego de
un fin de semana largo parten nuevamente hacia las ciudades en las que
estudian, así quedó Schoenstatt luego de la gran celebración
pascual. Otra vez la calma y el comedor vacío, pensando "¿habrán
llegado bien?". Atrás quedaron las "corridas" y exhaustivas planificaciones
para que todo esté brillante, reluciente, cálido, festivo.
Y atrás quedó también esa ansiedad hermosa que se
siente cuando esperamos encontrarnos con alguien que apreciamos.
Abrazos de despedida, intercambio de correos electrónicos y direcciones,
promesas de volverse a ver...bolsos, equipaje y mucho, muuucho chocolate.
Así los peregrinos, una familia ahora un poco más grande,
unida en la Mater, se dijeron "hasta pronto" luego de la celebración
de la Pascua en Schoenstatt.
..."Me llevo de éste lugar, lleno de la presencia de Dios, mayor
cercanía de María a nuestra familia"...dijo María
Victoria Solessi, argentina, misionera de la Campaña de la Virgen
Peregrina, que vino junto a Ezequiel, su marido y su hija, la delicada
Josefina de 3 años de edad. Una joven familia que tuvo la oportunidad
de llegar desde Zurich, lugar en el que viven actualmente, para pasar
la Pascua "en casa".
Comedor de lujo para encuentros de lujo
..."elegimos éste lugar tan especial porque también queremos
agradecer que mi marido consiguió trabajo". contaba Maria Victoria.
Una nueva etapa comienza para ellos en estas tierras lejanas, al igual
que para una familia de colombianos que providencialmente se encontraron
en el mismo comedor de Sonnenau a cargo de la Hna Lisann, en uno de los
imperdibles y abundantes almuerzos que allí sirven y le dan la
fama de ser "el hotel de lujo de Schoenstatt".
El trabajo suele ser la causa de muchos cambios: de ciudad, de amistades,
de horarios, incluso muchas veces hasta de idioma y de comidas. También
puede ser la oportunidad de un nuevo comienzo, de una nueva vida, con
más intensidad, más confianza, más intimidad con
las personas que amamos. Una Pascua en la propia vida. Ojalá sea
eso y mucho más lo que experimenten Carlos Gorricho y María
del Pilar Rengifo junto a sus dos hijos Alejandro y Pablo, el más
pequeño de ésta familia colombiana que desde hace muy poquito
reside en Königstein, Alemania.
Chile estuvo presente
"Yo por aquí, volviendo a la realidad, colegio hoy , tareas, trabajos,
etc. Te juro que echo mucho de menos Schoenstatt... es increíble
que estando a tantos kilómetros de Chile e incluso con otro idioma,
uno igual se siente como en casa, todos muy cálidos, ¡quedé
encantada con todo!"...escribe Constanza Leiva luego de su paso por Schoenstatt
. La alegría del encuentro se mantiene. Y con ella la cuota de
energía que solo el hogar puede dar, necesaria para volver a la
rutina de la vida diaria, el colegio, la casa, la oficina y el resto de
las actividades.
Para muchos, llegar hasta sus casas se hizo casi imposible, y entonces,
nada mejor que decidirse a hacer un viajecito hasta Schoenstatt para sentirse
en familia y así fue como una nueva voz, muchas veces con guitarra
incluida, como fue en el caso de la Sta. Misa en español el domingo
por la tarde, se sumó a la fiesta: Bernardo, chileno de nacionalidad
y de alma, más precisamente de Concepción, pero que durante
este semestre se encuentra en Alemania haciendo un intercambio y disfrutando
de nuevas experiencias y viajes. En pocas horas ya se había integrado
a la rutina de los voluntarios de Schoenstatt.
Y si, Chile se hizo notar... ¡hubo superpoblación de chilenos!
Algunos venidos por primera vez y otros reincidentes, aquí se daban
cita para celebrar la Pascua: la familia Leiva, de Viña del Mar;
y Alejandro Reid, su esposa Magdalena y su bebé, Tomás,
también de Chile, (menos el último que es "made in GB").
Todos ellos necesitaron estar en Schoenstatt durante la Pascua para descubrir
que lejos de su Chile, aquí también eran casi vecinos "po"...
Todos ellos están actualmente viviendo en Inglaterra, a una hora
de distancia unos de otros...("verruckt!" como dirían los alemanes...)
Así que Usted es...?
Alejandro, Magdalena y su pequeño de ojos claros ameritan un párrafo
aparte. Habría que haberlos visto el sábado por la noche
luego de la Vigilia Pascual conversando con el P. Ángel Strada.
Ni el cansancio ni la lluvia, que se hizo notar con asiduidad en esta
Pascua poco primaveral en Schoenstatt, impidieron que la alegría
predomine, en esa conversación informal donde entre otros temas
por demás interesantes se escuchó el comentario del Padre
diciendo que se había tomado un descanso entre tanto trabajo en
su oficina, "trabajo de esclavos, sellando y sellando documentos", tarea
no muy linda pero necesaria para presentar todo el proceso de beatificación
del Padre Kentenich. en Roma muy pronto (parece que una nueva Pascua llega
también en ese proceso). ¡Fue allí, luego de algunas palabras,
cuando se escuchó un ocurrente "ah! ¿así que usted es el
famoso Padre Ángel Strada?"¿Habrá sido la alegría
pascual y tanta oscuridad los que impidieron reconocer los rostros, quizás?
Muchas risas se escucharon después ...
Todo para dar
Michelle y Jackie Adriaansen: habría que escribir un artículo
exclusivo sobre ellas para sintetizar todo lo son. Ante todo, madre e
hija. Es la cuarta vez que visitan juntas Schoenstatt, aunque la adolescente
y espontánea Jackie cuenta con una visita de ventaja, ya que tuvo
la oportunidad de participar el año pasado en la Jornada Mundial
de la juventud.
Viajan cada año desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica, para
unirse en este lugar que ya conocen como la palma de su mano, con nieve,
en primavera, verano, tiempo de Navidad, y esta vez en Pascua. ¿Qué
más le pueden pedir a la Mater? ¿Celebrar el cumpleaños
aquí?...pues, sí. Durante la Pascua también hubo
torta y velitas de por medio para Michelle, que brilla en la amenidad
y los pequeños momentos entre amigos. Todo para dar, especialmente
para su familia y los amigos que cosechó alrededor del mundo a
través de correos electrónicos, cartas y llamados telefónicos,
como lo demuestra su prolija agenda.
Y atención: ¡a responder a sus correos electrónicos! Porque
así como una vid debe ser cortada para que crezca, una marcada
y firme línea cruzará por los nombres de todos aquellos
que no respondan a sus gestos de cariño....Tal vez no sea mala
idea, aunque pensándolo bien, ¿quién querría después
de este fin de semana de encuentros dejar en el olvido a todas estas personas
maravillosas que llegaron hasta el Santuario para iluminar una nueva Pascua?
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