published: 2006-04-28 |
"¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo"Vestición de siete novicias en Bellavista, Chile |
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CHILE, Hna. M. Jimena Alliende. Cada vestición de las Hermanas de María es un acontecimiento nuevo, aunque se repita la ceremonia y se entonen cantos similares. Es difícil escribir sobre la novedad: es un clima que no hay cámara digital que lo registre, ni ordenador que lo articule. Sin embargo vale la pena intentar transmitir la vivencia de esa mañana, cuando un grupo de siete novicias recibió el vestido de Hermana de Maria en la Iglesia del Espíritu Santo, en una Eucaristía presidida por el P. Mariano Irureta, superior de los Padres de Schoenstatt en Chile y concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos el P. Javier Sánchez-Cervera, de la diócesis de Madrid, hermano de la Hna. María Belén. Las siete novicias eran oriundas de Chile (5), de España (1) y de Ecuador (1). El día elegido era muy significativo: 25 de marzo, la fiesta de la Anunciación de María. El P. Mariano comenzó la plática con la pregunta: ¿qué sería de nosotros sin el sí de María? En el curso de la ceremonia fueron presentadas las novicias:
Verte a ti tan felizLa capacidad de la Iglesia fue colmada y mucha gente quedó de pie. La presencia de la juventud fue notable, representando al Movimiento de Chile y de Ecuador. Fue extraordinario el esfuerzo de las chicas de Osorno: viajaron la noche del viernes, asistieron todo el día a la celebración y regresaron esa misma noche. La atmósfera la marcaron las novicias: estaban felices y lo irradiaban. Una de ellas le preguntó a su padre: ¿qué es lo que más te gustó? Él respondió: verte a ti tan feliz. La ceremonia de la vestición, tan llena de significado, acerca al misterio de la vocación. De alguna manera es una oportunidad que Dios tiene para decir – en voz muy alta – que Él puede llenar la vida de la juventud, que Él hace feliz, que su amor es verdadero, que colma el afecto, la voluntad y la inteligencia, que colma con abundancia los sueños y da sentido a la vida. Habrá Iglesia con alma en el futuro, habrá un Schoenstatt que se extiendeEsto se palpó en la secuencia: las siete novicias acercándose al altar con sus vestidos nupciales, luego cada una recibe el vestido, y poco después salen para regresar vestidas de María. Fue un impacto. Hoy, cuando se ve a una porción de la juventud vulnerable, que elige caminos errados, este grupo encendió la esperanza. Sobrecogió. Fue un testimonio que fue respondido con un largo aplauso, alguien registró que duró cerca de cinco minutos. Si hay juventud que se consagra a Dios, entonces habrá Iglesia con alma en el futuro, habrá un Schoenstatt que se extiende más y más. La fiesta duró todo el día y siguió el domingo. Después de la ceremonia todos los asistentes participaron en un cóctel atendido por las Hermanas y alumnas del Colegio Mariano. Las novicias almorzaron con sus padres y hermanos. Después las celebraron las juventudes respectivas. El domingo era para la familia y comenzó con una eucaristía celebrada por el P. Javier Sánchez Cervera, quien en su plática dijo: "de nada sirve la vida si no es para entregarla"… Y citó a Benedicto XVI en el primer día de su pontificado: "¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo y encontraréis la verdadera vida". Este acontecimiento es un don para la Iglesia y para Schoenstatt. ¡Hay tanto que hacer! La expansión del Movimiento exige más Hermanas de María dedicadas a la tarea. Y este crecimiento será una carta de recomendación que apurará la canonización del P. José Kentenich. Por eso, lo ocurrido en Bellavista el 25 de marzo alegra a toda la Familia. Fuente: Vinculo, Revista del Movimiento de Schoenstatt en Chile |
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Last Update: 28.04.2006
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