Hay milagros...

Un "milagro"so retiro de fin semana en Schoenstatt, para las madres de la diócesis de Würzburg

El Santuario en Marienland en la nieve The Marienland Shrine in the show Das Heiligtum bei Marienland im Schnee
Veronika Fritsch con hermanas de su grupo Veronika Fritsch with women from her group Veronika Fritsch mit Frauen aus ihrer Gruppe
Miembros del equipo de preparación Members of the preparation team Auch im Vorbereitungsteam ist man glücklich
Rincón de meditación Meditation corner Meditationsangebot
La atracción: flores de papel se abren en el agua The attraction: paper flowers open in the water Die Attraktion: Papierblüten öffnen sich im Wasser
Premiada: Veronika Fritsch recibió un triptico de la Mater para sus respuestas en la entrevista Interview Reward: Verónica Fritsch received an MTA-tripticon Preisverleihung an Veronika Fritsch als Schnellste im Interview Fotos: POS Fischer © 2006

SCHOENSTATT, mkf. Casi parece Navidad en el Santuario junto a la Casa Marienland. Hay velas encendidas – sobre el altar, en los bancos – afuera hay nieve recién caída, estrellas, bengalas... Es la noche del 11 de marzo – en España se recuerda el segundo aniversario del atentado en Madrid – y es el momento de la alianza de Amor, en el Santuario, en Schoenstatt. Mientras las bengalas despiden chispas, todos se apiñan en torno a Verónica Fritsch para felicitarla por su Alianza de Amor. "Muchos cantan conmigo, muchos se alegran conmigo", es lo que lleva consigo a su casa después de estos días, dice radiante. "Aprendo de muchos, todo enriquece". Y la Alianza de Amor fue la experiencia más maravillosa de estos días. Y también "una alegría palpable, la comunidad de fe, por una vez no tuve que luchar, y... la luminosidad de los ojos de la Hermana M. Emilie".

Jutta Konrad fue quien inició – hace cinco años – estos fines de semana para madres y mujeres jóvenes. Hasta el último detalle ha sido preparado con amor, con imaginación y sensibilidad: las mujeres se entusiasman de nuevo cada vez que participan. "Se percibe una verdadera comunidad, la mayoría vuelve y siempre hay algunas que vienen por primera vez", cuentan ellas. Hay mucha libertad, muchas posibilidades para que cada una se organice el día y para las experiencias personales. Esto es muy importante para las mujeres. "Una vez participé en un retiro de un fin de semana, cada uno tenía que decir algo sobre cada tema, pero yo no quería decir nada acerca de ciertos temas, fue simplemente horroroso", dijo. "Jamás experimenté en Schoenstatt esa presión sobre el individuo, y eso me alegró mucho ", dice Jutta Konrad. "Esta es la primera vez que se preparó la jornada en equipo, eso me ha enriquecido mucho", comenta Agnes Völkl. "Son personas que como yo luchan continuamente por la fe y que intentan vivir en la vida diaria algo de esto... esto me atrae mucho".

Los milagros suceden porque...

Los milagros: este es el tema de este retiro de fin de semana, acompañado por el Padre Dr. Otto Amberger y la Hna. M. Mónica März. En realidad ¿puedo reconocer un milagro? ¿Puedo soportar un milagro en mi vida? ¿Qué es realmente un milagro?. En una sala adornada con muchas ilustraciones de todo tipo, velas, telas de colores, vitrinas y carteles, se dieron los impulsos para acercarse al tema, personalmente o mediante el intercambio con otras. Se presentaron milagros de la naturaleza y de la técnica, de la vida y de la gracia. Las participantes fueron invitadas a reflexionar y podían escribir sus comentarios y pensamientos personales. En un rincón había una pila donde se desplegaban flores de papel.

Una atención expectante: ¿se abre también mi flor? "Hay dos maneras de vivir la vida", ha dicho Albert Einstein: "como si no hubiera milagros o como si todo fuera un milagro. Creo en esto último". Margitta Syndikus comentó a esto: "en la vida diaria trato de reconocer los milagros en las pequeñas cosas" y otra participante añadió: "Mi experiencia más importante es ver de nuevo todos los pequeños y frecuentes milagros cotidianos". "Hay que atender mucho más que hasta ahora los pequeños milagros". Para Margarita – schoenstattiana desde el nacimiento, como comenta con orgullo – esto es importante en Schoenstatt. "¿No vemos milagros en todas partes, y con frecuencia no lo entendemos, no es verdad?", se pregunta Dagmar Emmerich, de Bessenbach.

"Me ha traído serenidad, paz interior, buen humor... y espero que la vida cotidiana no me lo aniquile de nuevo rápidamente", opina una señora que ya está aquí por tercera vez. Agnes Völkl entendió que todo comienza con el milagro de la propia transformación. "María debe entrar en mi vida más vigorosamente como educadora, para mí, para mi familia y mis colaboradores, mis amigos y conocidos"

Un milagro de confianza

La Hna. M. Emilie, un milagro de confianza: en un encuentro en torno al tema de los milagros, el grupo que lo preparó decidió que no podía faltar una visita a ella. La parada en Metternich fue para muchas un verdadero momento culminante. "La mirada del Padre, la maleta, fue muy importante para mí esta propuesta de la Hna. Emilie", dijo una de las participantes. "El contacto con la Hna. Emilie permanecerá muy vivo en mi vida diaria".

Y la Alianza de Amor entre las luces de las bengalas, el gran milagro de Schoenstatt desde el 18 de octubre de 1914, que hace de Schoenstatt "un lugar donde la fe es pura alegría".

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