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 published: 2006-01-13

"Audaz en el riesgo del amor supremo"

Mons. Adolf Bolte, obispo de Fulda, "¡todo un pastor de almas!"

Mons. Adolf Bolte (centro), con el Padre José Kentenich y el P Alex Menningen

Bishop Adolf Bolte (center), with Father Joseph Kentenich, and Fr. Alex Menningen

Bischof Adolf Bolte (mitte) mit Pater Kentenich und Pater Alex Menningen

 

Los primeros obispos schoenstattianos: Mons. Wendel, Mons. Bolte

The first Schoenstatt bishops: Bishop Wendel, Bishop Bolte

Die ersten beiden Schönstatt-Bischöfe: Bischof Wendel, Bischof Bolte

 
 

El Padre y su hijo fiel

The Father and his faithful son

Ihm folgen, ihm die Treue halten, hinter im stehen

 
 

Mons. Bolte con el Padre Bodo Erhard

Bishop Bolte with Father Bodo Erhard

Bischof Bolte mit Pater Bodo Erhard

 
 

Semana de Octubre de 1964

October Week 1964

Oktoberwoche 1964

 

En Roma, con Mons. Plaza y Mons. Tenhumberg

In Rome, with Bishop Plaza and Bishop Tenhumberg

In Rom mit Bischof Plaza und Bischof Tenhumberg

 

Roma, cumpleños del Padre Kentenich

Rome, Father Kentenich’s birthday

In Rom bei der Feier des 80. Geburtstags von Pater Kentenich

Fotos: Jäger/Archiv © 2006

 

ALEMANIA, mkf. "Ahora ya han pasado cuarenta años desde que lo vi por primera vez (al Padre Kentenich). En ese entonces estudiaba teología en Paderborn, y todos los que lo conocimos en esos primeros años recordamos cómo esa personalidad sin par obraba en nosotros. Cómo sabía mostrar al joven estudiante de teología su ideal personal; cómo sabía aclararle los rasgos de su temperamento, y cómo los incentivó a este auto conocimiento como fin de su aspiración". De esta manera describe él al Padre Kentenich. El afecto que sentía por él – que se manifiesta en este testimonio – actuó eficazmente en la vida de Mons. Adolf Bolte. "Todo un pastor de almas", "buen pastor y amigo paternal", el obispo de Fulda fallecido en 1974 fue también "totalmente schoenstattiano", marcado por el carisma del Padre Kentenich, comprometido con su persona y con su obra incluso en una de las épocas más difíciles para el Movimiento de Schoenstatt. La biografía "Mons. Adolf Bolte (1901 – 1974), obispo de Fulda en una época de cambios radicales" describe detalladamente la figura de uno de los primeros obispos schoenstattianos.

Gabriele María Mierswa (Hna Mariéle), Hermana de María de Schoenstatt, en el marco de la elaboración de su tesis en la facultad de teología de Fulda, se ocupó de la biografía de este sacerdote que conoció Schoenstatt en 1923, nueve años después de la fundación, e ingresó entonces al Movimiento. Él fue quien anunció, en la Jornada de Octubre de 1964, la autonomía de Schoenstatt con respecto a la sociedad de los Pallottinos y el que un año después– como participante del Concilio – acompañó al Padre Kentenich en las difíciles semanas que pasó en Roma antes de su regreso a Schoenstatt en la Nochebuena de 1965. El Padre Kentenich solía llamarlo en ese entonces "Pater Amabile" (Padre Amable). Con ocasión de una vestición, invitó a las novicias del Instituto de las Hermanas de Maria a la "Audacia en el riesgo del amor supremo". También demostró él esta audacia en el riesgo del amor supremo, especialmente cuando no era nada sencillo pertenecer a Schoenstatt y responder por Schoenstatt siendo miembro del episcopado alemán.

"...aunque por eso Ud. momentáneamente no recibiera muchos honores"

El interés y la preocupación de Mons. Bolte, así razona la autora, estuvieron enfocados en su comunidad sacerdotal schoenstattiana – desde 1946 pertenecía al Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt – y a la Familia de Schoenstatt de la diócesis de Fulda. Mas allá, él se sabía responsable también por toda la Familia de Schoenstatt, especialmente en la época de la prueba que sufrió la Obra por parte de los representantes de la Iglesia. "Para mí es una satisfacción que a pesar de todo Ud. conservó una constante fidelidad a la idea y a la obra, aunque por eso momentáneamente Ud. no recibiera muchos honores", le escribió el Padre Kentenich en 1952. En la biografía, de fascinante lectura, se explica muy bien qué papel tuvo Mons. Bolte en estos años y cómo él, sin poder hacer mucho exteriormente, siguió interiormente el camino del Padre Kentenich con una audacia en el riesgo del amor supremo.

"... que los dos primeros obispos schoenstattianos reciban alguna vez un sitio destacado en la historia de Schoenstatt y de la Iglesia"

Cuando la autora describe los sucesos del 17 y 18 de octubre de 1964, se explica algo del dramatismo de aquella época:

"En el encuentro del Movimiento de Schoenstatt durante la Jornada de los católicos de 1964 realizada en Stuttgart, Mons. Bolte aún no podía insinuar, en sus palabras de bienvenida, algún cambio en la situación de Schoenstatt. Así que para él fue una gran alegría poder anunciar la noticia de la autonomía de la Obra de Schoenstatt en la celebración jubilar del 17 y 18 de octubre de 1964. Él llegó expresamente desde el Concilio, en Roma, acompañado por Mons. Antonio Plaza, (arzobispo de La Plata, Argentina) la noche del 16 de octubre. El 17 comunicó la noticia a los 700 delegados que participaban de la Semana de Octubre, y les presentó al Administrador Apostólico recién nombrado, Mons. Wilhelm Wissing. Dentro de las celebraciones del verdadero día jubilar, el 18 de octubre de 1964, Mons. Bolte anunció la noticia en su prédica en el acto central, ante cerca de siete mil schoenstattianos de toda Alemania. También leyó el telegrama con el saludo del Santo Padre Pablo VI y el del Cardenal Ildebrando Antoniutti, prefecto de la curia romana a cargo de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Al final de la Jornada, en medio de una inmensa alegría, Mons. Bolte dio la primera palada en la construcción de la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt, además de bendecir su piedra fundamental".

"De todas las felicitaciones que he recibido para mi consagración episcopal ninguna me ha alegrado tanto como la suya", escribió Mons. Bolte al Padre Kentenich en 1945. Mons. Bolte y quien después fue el Cardenal Wendel fueron los primeros obispos schoenstattianos. El Padre Kentenich le había escrito a Mons. Adolf Bolte para el día de su consagración episcopal:

"El objeto de nuestras diarias oraciones y sacrificios ofrecidos en el Santuario es que los dos primeros obispos schoenstattianos reciban alguna vez un sitio destacado en la historia de Schoenstatt y de la Iglesia... Quiera la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt bendecir todos nuestros deseos, esperanzas y expectativas...".

Es hermoso poder leer ahora, en esta biografía, cómo esa oración fue escuchada.

Gabriele María Mierswa: Adolf Bolte (1901 – 1974). Obispo de Fulda en una época de cambios radicales. Editorial Parzeller, Fulda, 2005. 303 páginas con ilustraciones. Serie: Fuentes y tratados para la historia de la abadía y de la diócesis de Fulda, XXIX.


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Last Update: 13.01.2006 Mail: Editor /Webmaster
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