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 published: 2005-12-28

Volvió hace 40 años, y hoy vuelve también...

La Familia de Schoenstatt recuerda en el Santuario Original el "Milagro de la Nochebuena"

24 de diciembre de 2005, Santuario Original: 40 aniversario del retorno del Padre a Schoenstatt.

December 24, 2005, Original Shrine: 40th anniversary of Father Kentenich’s return to Schoenstatt

24. Dezember 2005: Vierzig Jahre Heimkehr Pater Kentenichs nach Schönstatt

Foto: POS Fischer © 2005

 

24 de diciembre de 1965: Misa de Gallo en el Santuario Original

December 24, 1965: Father Kentenich celebrates the Christmas Mass in the Original Shrine

Heilige Nacht 1965: Pater Kentenich feiert im Urheiligtum die Christmette

Foto: Sr. M. Zita © 1965

 
 

A las 16 horas, 200 personas aproximadamente se congregaron en el Santuario Original

At 4:00PM, some 200 persons gathered in the Original Shrine

Gegen 16.00 Uhr kamen etwa 200 Personen am Urheiligtum zusammen

Foto: Barrientos © 2005

 
 

En medio de villancicos, el Padre Günther Boll rememoró los acontecimientos del 24 de diciembre de 1965

Christmas carols resounded, and Fr. Günther Boll remembered the events of Christmas Eve 1965

Weihnachtslieder wurden gesungen, und Pater Günther Boll ließ die Ereignisse von Heiligabend 1965 wachwerden

 

Cayeron las cadenas...

The chains have fallen...

Die Fesseln sind gefallen…

 
 

En momentos en que todos entonaban "Cayeron las cadenas", dos jóvenes llevaron espontáneamente el cuadro del Padre al Santuario Original.

Two girls from Chile carried the picture of Father Kentenich into the Original Shrine

Zwei Jugendliche aus Chile trugen das Bild von Pater Kentenich ins Urheiligtum

Fotos: Santos © 2005

 
 

En momentos en que todos entonaban "Cayeron las cadenas", dos jóvenes llevaron espontáneamente el cuadro del Padre al Santuario Original.

Two girls from Chile carried the picture of Father Kentenich into the Original Shrine

Zwei Jugendliche aus Chile trugen das Bild von Pater Kentenich ins Urheiligtum

Fotos: Santos © 2005

 
 

 

 

SCHOENSTATT, mkf. "Cayeron las cadenas! Resuene en las voces de todos un jubiloso cántico de gratitud...". Al son de este canto de gratitud, entonado por cerca de 200 personas que, pese a la llovizna, se reunieron frente al Santuario Original el 24 de diciembre por la tarde, el Padre entró a su Santuario Original, una vez más... "Cuarenta años atrás regresó a Schoenstatt y entraba al Santuario Original ya como hombre libre...", poco antes expresó el Padre Günther Boll. "Cayeron las cadenas!". Dos jóvenes, tomando espontáneamente el cuadro del Padre, lo ingresaron en el Santuario Original, depositándolo sobre el comulgatorio, desde donde él acompañó la ceremonia. El árbol de Navidad, las luces, las flores, el canto, los flashes de las cámaras, los rostros radiantes de los que estaban presente – todo ello contribuyó a una sensación de estar reviviendo nuevamente en esta Nochebuena de 2005, como hace 40 años, el regreso del Padre a su Santuario Original, a su Schoenstatt.

El 24 de diciembre, a las 16 horas, 200 personas aproximadamente se reunieron en el Santuario Original para recordar, con gratitud, los 40 años del regreso del Padre a Schoenstatt, tras 14 años de exilio. Por pedido de la Presidencia General, el Instituto de las Señoras de Schoenstatt se hizo cargo de la preparación de la celebración. Se congregaron muchas Hermanas de María - las que están de terciado también -, miembros de la Federación de Mujeres, muchas de las cuales han llegado ya a Schoenstatt para el Capítulo General de la Federación que comienza el 27 de diciembre, Hermanos de Maria, Padres de Schoenstatt, matrimonios, y unos 40 jóvenes de Chile, Brasil, Ecuador, Argentina, México, Bolivia, Hungría, España y Estados Unidos. Pero no sólo estaban presente esas 200 personas, sino también cientos de schoenstattianos que durante los días previos al 24 de diciembre enviaron sus "estrellas" con los nombres de sus seres queridos para ser depositados en el Santuario Original, el Belén de nuestro tiempo. Muchos de ellos expresaron concretamente en sus e-mails: "Queremos estar presentes en la celebración del 40 aniversario del retorno del Padre" – aniversario celebrado ese mismo día en sus diversos Santuarios y ermitas. Escribe Liliana Laurent, de Concordia, Argentina: "A las 15,30 nos reunimos en la ermita, con el rezo del Santo Rosario, recordando la llegada del Padre a Schoenstatt y pidiendo por su beatificación".

"Nunca dudó, en todos estos años, que un día iba a volver a su Schoenstatt"

En medio de villancicos, el Padre Günther Boll rememoró los acontecimientos del 24 de diciembre de 1965: Nos reunimos, en el mismo lugar, el mismo día y casi a la misma hora que en 1965, para que el evento de aquel entonces viva nuevamente en nuestros corazones. Es el lugar desde donde el Padre partió el 22 de octubre de 1951. "Esta vez la separación no va a ser tan larga como la última vez", había manifestado el Padre a los fieles con quienes celebró por última vez la Santa Misa antes de despedirse de Schoenstatt. Nadie podía suponer que esta iba a ser muchísimo más larga que los 3 años de Dachau, una separación que duraría 14 largos años.

No sólo era la separación externa - agregó el P Boll. Hubo pronósticos aciagos sobre él y su obra: Nunca regresará, dijeron. Y muchas veces los negros nubarrones parecían anunciar el ocaso de su obra...

Hace 40 años, en la Nochebuena de 1965, el Padre Fundador entró al Santuario Original como hombre libre, y se hincó de rodillas ante la Mater. Respetuosamente y en silencio estamos nosotros ante ese diálogo entre él y la Mater después de todos esos años.

Volvió al Santuario Original, lugar de donde partió, y más aún, lugar en el que todo comenzó. El domingo 18 de octubre de 1914, a las 5 de la tarde, tuvo lugar el gran evento que por fuera no se hizo notar mucho pero que fue una nueva iniciativa de Dios: el momento en que la Santísima Virgen tomó morada en esa capilla. Fue en ese momento que comenzó una nueva historia, una historia llena de aventuras, una historia santa, una historia cuyo protagonista principal fue él. Ha vivido, sufrido y construido él toda esta historia como contrayente humano en esa alianza de amor. El 24 de diciembre volvió a casa, volvió a su Madre que era su Reina, a ella, que le fue fiel como él le fue fiel a ella durante todos esos años, a lo largo de todos los sufrimientos, en medio de la injusticia, de la oscuridad.

A continuación se dirigieron todos al Aula del Colegio de las Hermanas. Por primera vez el Padre podía reunirse con la familia grande. Es muy significativo, afirmó el P. Boll, cómo comenzó su discurso, sabiendo que no sólo todas las miradas estaban fijas en él sino también que cientos de corazones aguardaban abiertos sus primeras palabras. "Podría quedarme con ustedes en la tierra", dijo al comenzar, para pasar luego a cómo, cuándo y por qué sucedieron todos esos acontecimientos. "Pero no es lo que quiero, sino que quiero remontarme junto con ustedes a las estrellas, al cielo". El Padre Boll resumió parte del discurso del Padre, destacando especialmente cómo el Padre posa su mirada sobre lo que pasó ese día por su corazón. En su charla el Padre vuelve al momento en que surgió la expresión que atravesó ese día el sentimiento de todos: el Milagro de la Nochebuena. Expresión que naciera en la Nochebuena de 1941, a raíz de la carta de la Hermana Mariengard. Con el nacimiento del Jardín de María, como símbolo de la unión más profunda entre el Padre y su familia, surge también la expresión "Milagro de la Nochebuena", fruto de la entrega mutua entre el Padre y la Familia: la liberación del Padre para poder cumplir su misión y la liberación de la Familia al aliarse para siempre con él en su misión. Tras reflexionar sobre el plan del Padre Dios para con la Familia de Schoenstatt, el Padre afirma dos cosas: En todos esos años y en todas esas noches oscuras nunca dudé, ni por un segundo, que un día iba a volver a mi Familia.

La segunda afirmación: Nunca me sentí solo o abandonado, cuando la mano de Dios me encomendó una cruz pesada, porque sabía siempre que ustedes portan conmigo la cruz que Dios nos encargó. Asi nació esa comunidad profunda de destinos y corazones.

Esos son los fundamentos de Schoenstatt, expresó el Padre Boll: el fundamento de la Alianza de Amor y el fundamento de la comunión de corazones entre el Fundador y su Familia.

Mirar atrás, concluyó, no es simplemente contemplar una historia pasada, sino como repitiera siempre el Padre, un impulso para la misión que tenemos por delante, camino hacia el futuro. Lo que el Padre quiere decirnos ahora, aquí, es: Schoenstatt vive de la fe en la realidad de la alianza de Amor y la comunión de destinos entre el Fundador y su familia.

"Queremos rezar ahora con él: Tres veces Victoriosa, ˇacompáñanos en ese camino!".

Congregados como Familia en torno al Padre

Mientras todos los presentes, o al menos los que estaban dentro o cerca del Santuario Original, contemplaban con emoción el cuadro del Padre en el Santuario Original, se leyeron trozos del discurso del Padre y se entonaron más villancicos... Fue creciendo cada vez más el clima de Navidad, de alegría, de familia, de sentir la presencia del Padre, que volvió a su Santuario Original. Al momento de renovar la Alianza de Amor, reinaba una atmósfera de estar congregados nuevamente en torno al Padre con toda la familia, de cerca y de lejos... El Padre Josef Fleischlin impartió la bendición a todos, también a los que se unieron desde otros países, a toda la Familia.

Radiantes de alegría, las Frauen repartieron fotos del Padre en el Santuario Original y galletitas con forma de Santuario.

Aunque era de tarde y aún faltaban varias horas para la Misa de Gallo, espontáneamente todos comenzaron a desearse "Feliz Navidad" - en alemán, español, inglés... Y realmente era Navidad en ese momento.

 


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Last Update: 28.12.2005 Mail: Editor /Webmaster
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