SCHOENSTATT, Hna. M. Nurit Stosiek. El 6 de noviembre de 2005 quedará en el recuerdo de quienes estuvieron allí: siete jóvenes dieron un paso decisivo en un camino que para la mayoría de sus contemporáneos es como una expedición a la inseguridad. Ellas recibieron el vestido de las Hermanas de María de Schoenstatt y con esto comenzaron también en una forma exteriormente visible su vida en este Instituto Secular, que actualmente está en 27 países de todos los continentes.

La extensión mundial de la comunidad es evidente en este pequeño grupo: provienen de seis naciones y la vestición se realizó simultáneamente en tres países: Jana Bendová, una joven médica, viajó a la República Checa para recibir allá su vestido de Hermana. Esther Hardegger celebró su vestición en Suiza, su patria. Tina Busch y Bettina Bauer de Alemania, Emese Kászoni de Rumania, Cristy Abaloyan de las Filipinas y Elena Gutovskaja de Kanilingrado, en Rusia, recibieron el vestido en Schoenstatt. El grupo hará en Schoenstatt su noviciado en común. También en otros continentes algunas jóvenes han comenzado en estos meses su camino en la comunidad de las Hermanas de María.

Una decisión que "no ha caído del cielo"

¿Qué es lo que mueve a los jóvenes de hoy a dar un paso como este? Dice Bettina: "No es un camino en el que de golpe me encontrara ante un ultimátum: ser o no ser Hermana de María" Ella contó de la conducción de Dios que la llevó paso a paso a ese punto. Aquí mencionó las ocho semanas que pasó en un centro de Schoenstatt en Escocia, un lugar muy solitario, ideal para la reflexión cuando se quiere aclarar algo. Entonces, en un encuentro para mujeres jóvenes, una frase no la abandonó: "Dejarlo todo, porque ÉL no me deja". Estivo a punto de aceptar un trabajo soñado- Pero había un anhelo por algo más. Muchas conducciones la hicieron comprender más y más: este es mi camino.

Esther contó que ella luchó mucho tiempo por su vocación. En una jornada de reflexión "sentí con mucha intensidad que Jesús había entregado su vida en la cruz por mí. Entonces pude darle mi sí con todo el corazón. También yo quiero regalarle a Él toda mi vida"

Tina hizo un voluntariado en Chile, y allí vio como jóvenes mujeres entusiastas y simpáticas daban testimonio de su fe y se comprometían por un Chile renovado y cristiano. "Se despertó en mí el deseo de regalar lo mismo para ayudar a Alemania. Saltó una chispa y con su luz descubrí en mí algo nuevo. Mi corazón se volvió a Dios cada vez con más frecuencia – casi automáticamente – en las cosas de la vida diaria".

Los caminos individuales fueron muy variados. También lo fueron las reacciones de sus parientes y amigos. Elena, que antes de su decisión trabajaba como sastre en el teatro de Kaliningrado, dijo: "No fue nada fácil explicarle a mis amigos no creyentes porqué daba este paso. Mi decisión de ser Hermana despertó muchas preguntas en sus almas. Espero que todos encuentren una respuesta".

Una alegría que se irradia

Estas jóvenes muestran en sus rostros la alegría por su decisión cuando – acompañadas por sus parientes, muchos jóvenes e invitados – ingresan en la Iglesia de la Adoración, en el Monte Schoenstatt. Mons. Zimmerer, director general del Instituto de las Hermanas de María, habló del tema que las novicias le habían dado a su fiesta: "Fuente de la alegría". Hay una alegría en Dios y con Dios. En la Jornada Mundial de la Juventud hemos experimentado como esta alegría captó a la gente y la hizo feliz. Junto a la alegría por un buen matrimonio y familia, existe la alegría por el seguimiento radical de Cristo en una familia espiritual. Esto es lo que eligieron las novicias. Y hay una alegría que surge por dar un valiente testimonio de Dios, de Cristo, de María y de la Iglesia. También la JMJ ha sido un signo elocuente de esto. Y los hombres esperan estos signos.

Los jóvenes que participaron en esta ceremonia intervinieron a su manera en la gran fiesta. Participaron en la animación musical de la Sta. Misa con la Orquesta sinfónica de vientos de Würzburg, en la que tocaba una de las novicias, Ya en la víspera hubo actividades programadas acerca de la vocación : talleres sobre la vocación, un itinerario de la vocación en el Monte Schoenstatt, videos sobre la JMJ como también un ofrecimiento de pruebas corales, un taller de creatividad, una visita a las Hermanas adoratrices y una vigilia. Para muchos este día fue una ocasión para reflexionar sobre la propia vocación. Dijo una joven: "Ellas siguen un camino atractivo, Eso se siente realmente. Conozco Hermanas de María ya mayores y ellas también son atrayentes". Otra opinó: "Yo tengo otra misión. Pero estoy orgullosa de conocer a estas jóvenes. ¡Sí, realmente! Tienen otro atractivo que me fascina: lo abandonan todo y todo lo tienen. En esto está lo especial, lo divino, lo distinto"

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Vestición en Quarten, Suiza

Casa Madre:
'Instituto Secular Hermanas de María de Schoenstatt
Berg Schoenstatt 1
56179 Vallendar
ALEMANIA

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