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 published: 2005-11-18

Año santo Schoenstattiano

La familia de Schoenstatt de Paraguay comienza el Año Jubilar del Santuario Nacional

 

Por el Director del Movimiento, P. Antonio Cosp

El santuario nacional de Tupârenda cumple sus bodas de plata el 18.X.06. Como en toda familia, un acontecimiento así nos permite re-cor-dar (pasa el acontecimiento por el cor=corazón) y nos permite soñar.

Qué hermoso es recordar las primeras misas en la calle Oliva 526 los sábados por la tarde en el jardín avivando el anhelo de tener el santuario. Luego la intensa búsqueda de un terreno adecuado, la decisión de comprar ese terreno, su conquista, las primeras misas en el quincho al lado del arroyo. Me veo todavía peregrinando con ladrillos, luego de la bendición final hacia el lugar que se había escogido para el santuario. Tupârenda era un pajonal tachonado de cocoteros y la zona del santuario un claro en el inicio del bosque. Luego comenzó la obra con la primera palada y el lema que nos acompañaba: "Queremos erigirte una morada, un lugar donde habites para siempre". Pronto se le sumó la colocación de la piedra fundamental expresando nuestro lema: Nación de Dios corazón de América y una pequeña piedra de las reducciones jesuíticas que enlazaba nuestro sueño con el de Roque y sus compañeros. Los niños izaron las campanas. Cada rama regaló una parte y se comprometió espiritualmente.

Qedarse en el recuerdo convertiría el jubileo en una realización de jubilados

Sin embargo, quedarse en el recuerdo convertiría el jubileo en una realización de jubilados. A la ancianidad corresponde el replegarse, prepararse para morir. En cambio nosotros miramos al futuro llenos de sueños. Sabemos que a la sombra de este santuario se ayudan a decidir de un modo fundamental los destinos de la Iglesia y de la Patria. Una primera generación fundadora ha dejado la impronta de sus sueños convertidos en obras al servicio de la misma Familia, la Iglesia, los más necesitados y la Patria. La nueva generación sigue soñando y sembrando. La cosecha se iguala a una refundación del Schoenstatt paraguayo. Que Paraguay se asemeje cada vez más al cielo y se convierta en un Tupârenda dependerá de este nuevo impulso que parte de la acción misteriosa de la MTA desde sus santuarios y de nuestro "nada sin nosotros" creciente y generoso. Todos con-celebramos esta nueva fundación.

El jubileo es una invitación

El jubileo es una invitación a renovarnos, a crecer en la santidad, a ser más y mejores apóstoles. No basta quedarnos en los buenos deseos de ser mejores. Este año santo nos tiene que costar esfuerzo y heroísmo porque la a la MTA estos 25 años le costó mucho más. Cada rama debería dar un paso más en la entrega especialmente conquistando el santuario e intensificando las peregrinaciones a Tupârenda. Este año santo, año especialmente consagrado a Dios y a que seamos nosotros mismos más santos, se constituye en un llamado a poner en el centro de nuestras vidas el misterio de Schoenstatt, la irrupción de gracias y de vida que desató aquél 18.10 de 1914. ¿Cómo lo haremos? Haciendo que nuestro corazón sea, aún más, aliado de la MTA, que inscribamos nuestro nombre, a sangre y fuego en Su corazón y ella pueda inscribir su dulce nombre en el nuestro.

En el congreso del 20.8 se buscó el querer de Dios en cuanto a la construcción de la iglesia Santa María de la Trinidad. Si la generación fundadora dejó tanto detrás de sí, cuánto más espera Ella de las nuevas generaciones. Toda nueva fundación requiere un acta de fundación. ¿Cuál es la tuya? ¿Cuál es la de tu rama? La Mater nos agradece cada pequeño y gran esfuerzo de entrega y de crecimiento.

P. Antonio Cosp

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Last Update: 18.11.2005 Mail: Editor /Webmaster
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