La custodia del Papa en el Santuario

La Eucaristía, las vocaciones, y María en las "Colinas de Schoenstatt" en Madison, Estados Unidos

La custodia en el Santuario The monstrance in the shrine Die Monstranz im Heiligtum
Hna Jennifer y sus hermanas Elizabeth y Erica Carlson cantando con las chicas Sr. M. Jennifer and her sisters Elizabeth and Erica Carlson sing for the girls Schwester M. Jennifer und ihre Geschwister Elizabeth und Erica Carlson singen mit den Mädchen
Procesión del Santuario a la Casa de Retiro Eucharisitc procession from the shrine to the retreat house for benediction. Fr. Gerold Langsch carries the monstrance. He also gave the retreat and the talk for the public. Prozession mit dem Allerheiligsten vom Heiligtum zum Haus, wo der Segen gegeben wurde
Bendición en la Casa de Retiro Benediction in the retreat house Segensandacht im Haus
La adoración continua The Blessed Sacrament is returned to the shrine to continue adoration for vocations Die Anbetung geht weiter Fotos: Vinje © 2005

ESTADOS UNIDOS, Sr. Marcia Vinje. El pasado mes de junio, el Obispo de Madison, Mons. Robert C. Morlino, visitó el Santuario de Schoenstatt en Madison, Wisconsin, EE.UU. En esa ocasión le dio a la familia de Schoenstatt dos tareas: que le ayudaran a fomentar la devoción a la Eucaristía, incluyendo la adoración eucarística, y a alentar en las jóvenes la vocación a la vida consagrada. La oportunidad de unir ambas intenciones fue considerada como un regalo de la Divina Providencia.

El 19 de noviembre la Familia de Schoenstatt tuvo el privilegio de hacer un día de adoración eucarística por las vocaciones, con una de las custodias que bendijo el Papa Juan Pablo II en noviembre del 2004. Eran seis custodias que regaló para cada continente con el fin de fomentar la adoración eucarística por las vocaciones. Así, una de las custodias que actualmente recorre todo el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica, ha estado durante cinco días en la diócesis de Madison. Su primera visita fue al Santuario de Schoenstatt. Otro signo de la Providencia ocurrió en el momento del arribo de la custodia a las "Colinas de Schoenstatt" el 18 de noviembre, cumpleaños del Padre Kentenich y en el mismo momento en que las Hermanas de María de Schoenstatt estaban dedicando una casa de Adoración en Milwaukee, a 70 millas de distancia.

Para esta oportunidad se invitó a tanta gente como fue posible para orar por las vocaciones y para profundizar su amor por la Eucaristía. El encuentro finalizó con tres actividades generales.

Cómo descubrimos nuestra vocación

Desde las 8,00 hasta las 17,00 hs. se acercó la gente de los alrededores para la adoración Eucarística en el Santuario Fundador de Madison, primer Santuario de Schoenstatt en los Estados Unidos. A las 14,30 hs. el Padre Gerold Langsch, Padre de Schoenstatt, dio una conferencia abierta sobre María y la Eucaristía. A continuación todos los participantes acompañaron en procesión a la custodia desde el Santuario hasta el salón de conferencias, donde se recibió la bendición con el Santísimo Sacramento. Se creó un ambiente de profunda oración. Posteriormente continuó la adoración silenciosa en el Santuario, hasta que se celebró la Sta. Misa a las 17 hs. como broche del día.

Las Apóstoles de Maria (niñas desde la primera comunión hasta los 12 años) y las pequeñas Coronas de María (preescolar) participaron en el evento con un programa sobre la vocación, en forma paralela a las demás actividades. Las niñas y sus madres primero hicieron adoración en el Santuario y después escucharon testimonios acerca de la vocación de las Hermanas de María de Schoenstatt. Una de las novicias, la Hermana M. Jennifer Carlson, y sus hermanas, Erica (quién ya es una candidata para el Instituto de las Hermanas) y Elizabeth, quién también desea ser Hermana algún día, les contaron cómo descubrieron sus vocaciones. Fue una oportunidad para que todos atendieran a los signos de una vocación y también cómo apoyarla.

La Hermana M. Victoria Heiderscheidt dirigió un debate sobre los medios para fortalecer la vida espiritual: la Santa Misa y la comunión, junto con las oraciones diarias, el sacramento de la reconciliación y un examen de conciencia por la noche; cultivar la virtud de la pureza: para ello se animó a las chicas a cuidar sus sentidos, por ejemplo siendo críticas ante la propaganda, usando un lenguaje apropiado, vistiéndose con delicadeza, fomentando la sana alegría, conscientes de que esta es una gran bendición en sus vidas, encontrando gozo en la presencia amorosa de Dios. Las chicas finalizaron el día con un refrigerio de "galletas de la Hermana" preparadas por una de las madres con sus hijas. Eran galletas recortadas y "vestidas" de azul.

De Misa en Misa

Ya que en este fin de semana había sido planeado también el retiro de otoño para la Familia de Schoenstatt, se escogió como tema: "Vivir la Eucaristía en lo cotidiano". Estos días fueron una bella preparación para el día eucarístico, una oportunidad para profundizar el amor por la Eucaristía y descubrir cómo hacerlo en la vida diaria. Debido a la publicidad que se hizo por la visita de la custodia regalada por Juan Pablo II, llegó gente nueva al retiro, que no tenía conocimiento previo de Schoenstatt o que aprovechó la oportunidad para volver a conectarse con el Santuario. Entre los acontecimientos destacados del retiro hay que incluir a una religiosa de Tanzania, que espontáneamente entonó canciones de alabanza durante la adoración, y una señora que fue testigo del poder de la oración ante el sagrario en el Santuario, ya que ella preparó un retiro para el Proyecto Rachel: es un servicio que ofrece ayuda a las mujeres víctimas de un aborto provocado.

Los participantes en el retiro fueron invitados a vivir la eucaristía de Misa en Misa y encontrar una conexión teológica con el concepto del Santuario del corazón. Para los muchos invitados que por primera vez tomaban contacto con la espiritualidad de Schoenstatt, fue una gran impresión constatar la belleza de estas ideas y de lo prácticas que pueden ser en la vida diaria.

Por supuesto que detrás de este fin de semana tan lleno de actividades hubo una cuadrilla de Hermanas y de voluntarios que llenaron tanto el capital de gracias como los platos con la comida, adecuando la pequeña casa de retiros para acomodar a los diferentes grupos, y solucionando los percances inesperados. Fue ciertamente simbólico que una de las Hermanas se cayera cuando corría a buscar la llave olvidada del sagrario y se quebrara algunos huesos de ambas manos. Seguramente durante los días y semanas que sigan se ofrecerán más sacrificios, ya que las gracias de este día pueden dar ricos frutos en los corazones de los que vinieron a adorar al Señor y a implorarle que envíe más trabajadores a su viña.

Traducción: Edgar Trejo, Melbourne, Australia