Nachrichten - News - Noticias
 published: 2005-10-05

"Despiértame cuando termine septiembre"

Como viví la evacuación de Houston

 

Saliendo de Houston – a la velocidad de los peatones

Leaving Houston – at walking pace

Raus aus Houston – im Schritt-Tempo

Foto: Santos © 2005

 

En medio de la destrucción...

In the middle of destruction...

Mitten in der Verwüstung

 
 

New Orleans despues de „Katrina

New Orleáns after Katrina

New Orleáns am Tag nach Katrina

 
 

Autos y vidas en en ruinas

Cars and lifes in rubble

Autos und Leben in Trümmern

 
 

Cronica” de huracanes

Chronicle of hurricanes

Eine besondereHurrikan-Chronik

 

Salir de la casa sin saber si y como volver

Leaving one’s house without knowing whether to come back and what to find...

Evakuation, das ist: aus dem Haus gehen und nicht wissen, ob man wieder dorthin zurück kann

Fotos: Alvaro R. Morales Villa © 2005

 
   

ESTADOS UNIDOS, Angie Santos. Esta canción de Green Day "Wake me up when September ends..." ha pegado mucho este mes que termina hoy, entre otras cosas porque esta banda de rock "de protesta" grabó una edición especial en beneficio de los damnificados del huracán Katrina. Y sí, ha sido un mes marcante para este país y para todos los que vivimos en él, y el darnos cuenta de la destrucción de Nueva Orleáns parece un mal sueño del que quisiéramos despertarnos. ¡Tantas vidas perdidas y tantas personas que vieron sus vidas totalmente trastocadas!

En Houston sentimos los efectos secundarios del huracán. Los ómnibus llegaron con miles de "evacuados" y muchísimos voluntarios de esta generosa ciudad se volcaron a ayudar, a recibir gente en sus casas, a donar su tiempo libre después de sus trabajos, a dar y recolectar recursos. De repente nuestras avenidas estaban repletas de automóviles de Louisiana y los hoteles llenos. Se recibió a los niños en las escuelas, a las familias en nuestras iglesias y se ofreció trabajo. Se rezó insistentemente por nuestros hermanos en estos momentos difíciles.

Salir de tu casa sin saber si cuando regreses vas a encontrar tus cosas

Nos hicimos adictos al "Weather Channel" y a los pronósticos del tiempo. Cuando el domingo 18 y el lunes 19 se empezó a divulgar la ruta pronosticada del huracán Rita, todos los canales coincidían en que éste pasaría directamente por Houston. El lunes mi hermano ya tenía una reservación en Dallas para nosotros y nuestros amigos, y cuando el martes fue con su esposa a Wallmart se encontraron que la gente estaba llevándose todo: ya no había alimentos enlatados y el agua embotellada se estaba terminando. Y se presentó el dilema: evacuamos o no... Mi hermano ya había pasado por el huracán Andrew y se quería quedar, pero mi cuñada y yo no queríamos pasar por esos días de espera y nervios e insistimos con la idea de la evacuación.

Evacuar significa salir de tu casa sin saber si cuando regreses vas a encontrar tus cosas, e implica elegir qué llevar, por supuesto lo mínimo indispensable. Mi proceso de elección tuvo que ser rápido pues mis papás (sobretodo mi mamá) me llamaba a cada rato para que me vaya ya a la casa de mi hermano que queda una hora al norte, así que miré todo con resignación, armé una maleta, tomé mi Virgen Peregrina, mi laptop, mis cámaras, mi iPod, algunos libros y revistas, las latas y el agua que tenía y partí.

Mientras conducía tenía al menos la seguridad de que teníamos esa reservación de hotel y estábamos algo adelantados al resto, pues no tanta gente estaba decidida a salir de la ciudad, pero mi hermano me llamó para contarme que le habían cancelado la reservación y que ya no había más hoteles en todo Texas.

Desde Tierra del Fuego a Canadá están rezando por nosotros....

Mi hermano y mi cuñada pasaron casi toda la noche buscando opciones en Internet y encontraron hotel en Oklahoma City, unas tres horas al norte de Dallas. Generosamente puso a disposición de nosotros unos "puntos" que tenía, así que el hotel no nos costaba nada. Yo estaba dispuesta a irme enseguida, pero mi hermano no, pues tenía muchas cosas que alistar, así que pasamos casi todo el miércoles dejando arreglada la casa de ellos, los muebles alejados de las ventanas, etcétera, y esperando a que nuestras dos parejas de amigos se decidieran a irse con nosotros, arreglaran sus cosas y tomaran el camino. Me impactó mucho cuando por la mañana salí a poner gasolina y vi la carretera a Dallas (I-45), que queda cerca de la casa de mi hermano, que empezaba a repletarse con autos de familias que se estaban evacuando.... ya no estábamos adelantados, nos estábamos retrasando. No es fácil guardar la calma en esas circunstancias.

Entremedio fue muy reconfortante recibir mails de gente preocupada por nosotros, y de la Hermana Kornelia pidiendo oraciones a todo el mundo. Y luego saber que schoenstattianos "hasta de Tierra del Fuego" estaban rezando especialmente. Mi "lógica espiritual" que no sé si es válida o no, me decía que esto no podía pasarle a tanta gente generosa de esta ciudad, que tanto había hecho por los evacuados del huracán Katrina. Dios no lo permitiría.

Quizá por una iluminación del Espíritu Santo se nos ocurrió mirar bien el mapa y chequear Google Maps detalladamente, y decidimos tomar caminos interiores y alternativos a la I-45 que llevaba a Dallas. Claro que eran caminos totalmente desconocidos y salimos cuando anochecía... Íbamos en dos autos, mi hermano Juan Andrés su esposa Daniela y su perro Colin en uno y en el otro mi amiga Susi su esposo Carlos y yo, y con la otra familia quedamos en encontrarnos en un pueblo del cual nunca habíamos oído hablar. Ellos eran Ma. Fernanda, su esposo Álvaro, su hijito Sebastián y su perro Lucas, amigo de Colin.

Yo personalmente sentía una protección especial y las oraciones.

Lo que me angustiaba un poco era no poder salir de Houston, no saber si esos caminos que habíamos escogido nos servirían o estarían atascados. Eran caminos oscuros con inmensos pinos a los costados. Apretaba bien el rosario, pero tanta era la impaciencia por llegar que no lo rezaba mucho. Así que el llegar a ese pueblo que era nuestro punto de encuentro y poder reunirnos con el tercer auto (y sus ocupantes) fue un gran alivio. Ahora estábamos más tranquilos, estábamos todos juntos, prácticamente fuera de Houston y al pie de una gran carretera con tráfico fluido. Más adelante supimos el suplicio que fue para cientos de miles de personas transitar por la I-45, tuvieron que pasar 20 horas en la carretera para llegar a un lugar al que normalmente se toma 4 horas. Todo esto con un tremendo calor y el peligro de que se acabe la gasolina. La I-45 se hizo famosa, salió en todos los diarios y estaciones de televisión, acabo de ver una foto impresionante en la revista Time, que dice que con suerte los autos avanzaban una milla por hora.

Viajamos toda la noche haciendo varias paradas y turnos al volante. La mayoría había trabajado o estudiado todo el día, pero a pesar del cansancio todos estaban positivos y dispuestos. Hice dos turnos en dos diferentes autos y me llamó la atención que no tenía cansancio alguno. Yo personalmente sentía una protección especial y las oraciones. Me imaginaba entre otras cosas a mi mamá rezando esa oración al Perpetuo Socorro por los hijos, que descubrí que ella rezaba cuando pocas semanas antes mis papás estuvieron aquí en Houston por la operación de mi hermana, que tenía cáncer. Gracias a Dios estaba en etapa inicial y pudo ser controlado. También las oraciones en esa ocasión se sintieron mucho.

Como una vivencia de los primeros cristianos

Llegamos a Oklahoma City a las 5 AM directo a la cama. Estábamos en dos cuartos, uno para los hombres y otro para las mujeres. Allí pasamos unos cinco días, en principio rezando y pegados al Weather Channel, barajando alternativas por si no podíamos regresar a Houston en semanas o meses, y luego aliviados y agradecidos al ver que no hubo mayores consecuencias. Fue una linda experiencia dentro de todo, pues era algo así como una vivencia de los primeros cristianos, todo lo pusimos en común, desde los alimentos hasta el shampoo... Uno de nuestros amigos lo resumió diciendo, bueno, tal vez lo perdemos todo pero "we have each other" (nos tenemos el uno al otro).... suena un poco cursi pero era verdad.... También fue una linda experiencia la solidaridad de la gente, que nos ayudaba cuando contábamos que éramos de Houston y nos decían "Bless your heart". Bromeábamos con ponernos unas camisetas que dijeran "Evacuados de Rita". Los tomamos también como días de descanso providenciales... fuimos a museos, zoológicos, malls y yo personalmente hice algo que no me había dado el lujo de hacer antes: pasarme todo el día en una biblioteca pública, que además era súper-moderna.

Regresamos por el mismo camino e hicimos el mismo tiempo, unas 9 horas. La protección se sintió hasta el final porque estuve a punto de chocar cuando estábamos llegando a la casa de mi hermano. Cuando llegamos todo estaba bien y "saltamos" a nuestras actividades, impactados por la experiencia previa y por cómo todo iba volviendo a la normalidad, mientras nos interesábamos con las historias de evacuación de las personas que conocíamos o con las que nos topábamos.

Hemos sido bendecidos

Todos los días paso camino al trabajo por una Iglesia Metodista que tiene un cartel con mensajes interesantes que van cambiando. Estos días dice "We have been blessed!". Hemos sido bendecidos en verdad. ¡Gracias a Dios! Eso sí, rezamos por todos los que sí han sido damnificados por estos dos huracanes que dejaron huella en agosto y septiembre.

Nota: Las Hermanas de Maria en Lamar, cerca de Corpus Christi (a orillas del Golfo de Méjico), a ultimo momento no tuvieron que evacuar el lugar porque el huracán desvió su curso. Y gracias a la protección de la Mater, no les pasó nada a ellas ni al Santuario.

Ver también: Invicta en el huracán

Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 05.10.2005 Mail: Editor /Webmaster
© 2005 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum