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El grupo en el Santuario Matri
Ecclesiae in Belmonte
The group at the Matri
Ecclesiae Shrine, Belmonte
Die Gruppe beim Matri Ecclesiae-Heiligtum in Belmonte
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Imagen de Juan Pablo II en San Pablo
Picture of John Paul II at St.
Paul
Bild von Johannes Paul II in Sankt Paul vor den Mauern
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Tumba de Juan Pablo II
Tomb
of John Paul II
Grab Johannes Pauls II.
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En la basílica de Pompeya
In the basílica of Pompei
In der Basilika in Pompei
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Los Abram cablando de la misión del
Santuario “de todos nosotros”
The Abram talking about the mission
of “the Shrine of all of us”
Familie Abram spricht über
die Sendung von “unser aller Heiligtum”
Fotos: Capezio © 2005
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ROMA/ARGENTINA, Oscar y Ana Capezio. Hemos peregrinado por Tierra
Santa (Jerusalén, Galilea, el Sinaí…) con un sentimiento
de volver a las raíces, de "pisar las huellas de Jesús y
María". Luego nos regalamos una peregrinación "en casa,
en nuestro hogar"; Schoenstatt fue para todo el grupo, pero muy especialmente
para el padre Guillermo Carmona, un maravilloso retiro de seis días:
"Allí es bueno estar…" ¡Qué ganas de pedir que nos dejen
"armar nuestras tiendas…" y que nadie nos haga bajar del monte! Queremos
agradecer al padre Guillermo por habernos "llevado de la mano", una vez
más, a nuestro terruño amado; y también al padre
Kentenich, por haber vislumbrado aquí "la gloria del Tabor" y haberla
regalado a sus hijos.
Nuestra peregrinación continuó, desde "el corazón
de Schoenstatt" hasta el "corazón de la Iglesia": llegamos a Roma
el 19 de septiembre, ya de noche, y allí mismo comenzamos a palpitar
el ritmo alocado de la gran ciudad.
El lugar mas visitado en Roma
El padre Alberto Eronti fue nuestro guía romano ¡qué lujo!
Nos acompañó todo lo que sus ocupaciones le permitieron,
ejerciendo el oficio de guía con gran cariño, con mucha
simpatía por estos compatriotas que queríamos impregnarnos
de todo lo que Roma puede ofrecer.
Así recorrimos las cuatro Basílicas Mayores de Roma: San
Pedro, San Juan de Letrán, Santa María Mayor y San Pablo
Extramuros, en cada una tuvimos explicaciones arquitectónicas e
históricas, momentos de oración y de meditación,
cada una tiene su propio encanto, su propio carisma…
San Pedro: la plaza está rodeada por una doble columnata semi-circular,
que significa los "brazos amorosos de la Madre Iglesia" y así fue
como nos sentimos: recibidos con amor por la Madre, después de
una larga ausencia. Una vez adentro volvimos a extasiarnos en la contemplación
de La Piedad, el vitral del Espíritu Santo, la estatua de Pedro…
y en la cripta la tumba de Juan Pablo II, el lugar más visitado,
en el cual se respira ya una atmósfera diferente, tiene un aura
de santidad, de cielo aquí en la tierra…
En Santa María Mayor nos conmueve su historia, producto del sueño
de un Papa y de un matrimonio de fieles romanos… ¿historia? ¿leyenda?
No importa, la Basílica está allí para venerar a
la Madre de Dios, que es "figura de la Iglesia en el orden de la fe, de
la caridad y de la perfecta unión con Cristo"
San Pablo Extramuros, allí se percibe el alma del santo Apóstol
y misionero; casi podemos escucharlo anunciando a Cristo con amor y franqueza;
con la urgencia y el apremio del mensajero que obedece un mandato. Parece
que nos dijera: "No puedo callarme, déjame evangelizarte" y después:
"Ahora te toca a ti, debes salir a evangelizar, no puedes callarte"
San Juan de Letrán, con su Escala Santa, catedral de Roma y madre
de todas las iglesias. Según una leyenda, el emperador Constantino
hizo construir esta Basílica en reconocimiento por haberse curado
la lepra después de su bautismo. San Juan, dedicada al Salvador,
a San Juan Bautista y a San Juan evangelista, es la antigua Sede Papal
y nos permite tomar contacto con la historia viva de la Iglesia. Aquí
se celebraron 5 Concilios Ecuménicos. Aquí fueron coronados
muchos reyes y emperadores. Nos habla al corazón de la unidad de
la Iglesia, nos habla de la necesidad del diálogo inter-religioso,
nos habla del amor…
Nuestra peregrinación por Roma tuvo 3 momentos culminantes:
Los momentos culminantes de la peregrinación: los dos Santuarios
...
Visitamos el "Santuario de todos nosotros", el gran anhelo del Padre;
visitamos el Santuario Matri Ecclesiae, en Belmonte, pocos días
después de su primer aniversario ¡Qué emoción, pisar
este lugar santo, que tantas oraciones nuestras recibió! Nivaldo
y Teresinha Abram nos reciben con gran calidez, el padre Alberto nos cuenta
la historia del Santuario, nos emocionamos con las anécdotas, nos
alegramos por el crecimiento de la Familia alrededor del Santuario, y
nos llenamos de gozo durante la Santa Misa, concelebrada por el padre
Alberto y el padre Guillermo. ¡Gracias, Madre, por permitirnos estar aquí,
en tu casa! ¡Gracias por querer estar en este lugar, tan cerca del Santo
Padre, en el "Corazón de la Iglesia"!
También estuvimos en el primer Santuario de la MTA de Roma, el
Santuario Cor Ecclesiae, desde cuyo patio se ve ¡la cúpula de San
Pedro! Verdaderamente este santuario está construido a la sombra
de San Pedro, bajo el manto amoroso de la Madre Iglesia, y ha sido hogar
de cada peregrino schoenstattiano en Roma desde su construcción.
En este momento estaban en plena tarea de refacción de la casa
y alrededores, por lo que las hermanas no cesaban de pedir disculpas por
las "incomodidades", que desde ya no existieron. El lugar respira paz,
aun en medio de una ciudad tan bulliciosa. Allí el padre Guillermo
celebró la Santa Misa, regalo diario para los peregrinos, que esperamos
ansiosamente la homilía de cada día, tan llena de vida,
tan profundamente mariana, tan sinceramente afectuosa…
... y el Papa con la Peregrina
El miércoles 21 de septiembre tuvimos la gran oportunidad: participamos
de la Audiencia General con el Santo Padre, Benedicto XVI. Imposible describir
la emoción que teníamos todos, tanto que nos levantamos
tempranísimo, a las 7 estábamos partiendo hacia San Pedro,
ya desayunados ¡increíble! Después de larga espera, de colas
interminables, de revisión en los puestos de seguridad, pudimos
entrar y gracias al madrugón conseguimos ubicarnos muy cerca del
pasillo central de la plaza, por donde suponíamos que pasaría
el Papamóvil. Patricia, acodada en la baranda, tenía en
sus manos una Peregrina que nos acompañó todo el tiempo
y, al pasar el Papa, comenzó a llamarlo -como lo hicieron los jóvenes
en la JMJ: "¡Benedetto, Benedetto!"-, cuando se volvió ella le
mostró la imagen y entonces, Benedicto XVI, con un gesto de agrado,
la bendijo y le sonrió. Todos nos sentimos partícipes de
esa sonrisa y de esa bendición, que creemos se puede extender a
toda la Familia de Schoenstatt. Cuenta Patricia: No teníamos certeza
por donde iba a pasar, sólo el deseo que fuera en el pasillo donde
nos habíamos ubicado. A las 10 en punto se escuchó el clamor
de la gente ante la aparición de Bendicto que comenzó a
recorrer la plaza en el papa móvil.
Yo había guardado mi cámara de fotos ya que mi objetivo
era que bendijera la peregrina que había llevado y que viera que
Ella también estaba presente. Entre apretujones y pisotones
esperábamos ansiosos su paso. Y así fue, cuando el papa
móvil dobló por el pasillo donde nosotros nos encontrábamos
la emoción fue enorme, y al grito de Benedeto, Benedeto se dió
vuelta, miró y cuando vió la peregrina abrió los
ojos con sorpresa, como cuando alguien se encuentra de golpe con una cara
conocida, y la bendijo.
No se imagina hermana la alegría, su rostro de sorpresa quedará
para siempre grabado en nuestros corazones.
Sentir la universalidad de la Iglesia
En resumen, nuestro paso por Roma fue muy breve, pero pleno de sensaciones
maravillosas: tuvimos la oportunidad de sentir la universalidad de la
Iglesia, tomamos contacto con los vestigios de las primeras comunidades
(en el Coliseo, en las catacumbas), y repasamos rápidamente la
historia de los sucesores de Pedro, los Papas, que nos aseguran que ESTA
es la Iglesia fundada por Jesús.
También nos encontramos con San Vicente Pallotti, fundador de
los pallottinos, inspirador de nuestra CAU. Y en Pompeya, en el Santuario
fundado por Bartolo Longo, descubrimos con asombro que los puntos comunes
entre ambos santuarios (Schoenstatt y Pompeya) son muchos y muy significativos
(el folleto que nos dieron está redactado, en su mayor parte, por
Mons. Claudio Giménez, pSch); allí el P. Guillermo tuvo
oportunidad de concelebrar la Santa Misa, justamente el sábado,
día dedicado a María. ¡Gracias pompeyanos, por recibirnos
con tanto afecto!
Por supuesto hicimos algo de turismo: tomamos café, comimos pizza
y pasta, visitamos Trastévere, la Fontana di Trevi, la Piazza Spagna,
el monumento de Vittorio Emanuele, caminamos por calles llenas de color
y sabor… una bella experiencia que vale la pena repetir.
Nuevamente damos gracias a Dios por permitirnos este viaje, a Jesús
por habernos "elegido", a María por su protección maternal,
y en el plano humano, gracias a quienes hicieron posible este sueño:
a Juan Carlos y Mariana que organizaron especialmente la economía;
a Patricia que estuvo en mil y un detalles de logística; al padre
Guillermo por ser un guía espiritual magnífico, verdadero
transparente de nuestro Fundador; a cada uno de nuestros compañeros
de viaje, por el cariño, por la buena onda, por ser "Con María,
Familia del Padre"
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