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 published: 2005-10-20

De la ermita al Santuario hay que llegar...

La XXIII Peregrinación de los pueblos le fue puesta a Ella junto a los pies del Santuario

 

La Auxiliar, embellecida para salir en la peregrinación

The Auxiliar, nicely decorated to leave in pilgrimage

Die Auxiliar, liebevoll geschmückt, bereit für die Wallfahrt

 

 

Salida

Setting out

Aufbruch

 
 

Peregrinos de La Paz

Pilgrims from La Paz

Pilger aus La Paz

 
 

Los primeros peregrinos en la ermita de Hasenkamp

The first pilgrims at the wayside shrine in Hasenkamp

Die ersten Pilger kamen schon am frühen Nachmittag nach Hasenkamp

 
 

Remeras 2005

T-Shirts 2005

Heiß begehrt: die Pilger-Shirts

 
 

Homenaje a Juan Pablo II

Honoring John Paul II

Zu Ehren von Johannes Paul II

 
 

Peregrinos de la parroquia de Santa Teresita

Pilgrims from the Santa Teresita parish

Pilger aus der Pfarrei Santa Teresita

Fotos: Rios © 2005

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ARGENTINA, Tita Ríos. Sí, todo salió muy bien – después de mucha ansiedad a raiz de la experiencia del año pasado, cuando la peregrinación quedó trunca a mitad de camino por causa de un fuerte temporal de viento y lluvia que hizo imposible seguir a pie el recorrido. Con un sol resplandeciente, el cielo diáfano y una brisa reconfortante, miles de personas empezaron el viernes, 14 de octubre, a desandar los 90 kilómetros que separan a Hasenkamp de Paraná. A eso de las 17 horas y desde la ermita ubicada en el acceso de esa localidad, una interminable columna de gente dio los primeros pasos de la 23 edición de la Peregrinación de los Pueblos, la más larga del país, con una caminata de más de 24 horas, día y noche.

En una tarde preciosa de sol radiante y con cielo azul, después de la lluvia y el frío del día anterior, los peregrinos llegaron a Hasenkamp. El viento del día secó las banquinas por donde transitan los peregrinos. A las 15,30 hs. parecía que muy pocos serían los peregrinos que iban a salir y, paso a paso, se acercaban a saludar a la Reina y Victoriosa Señora que nos miraba de forma dulce y transparente. Las largas colas de vehículos esperaban conectarse con la radio peregrina que los acompaña a lo largo de la peregrinación. Los servidores junto a las banquinas velaban por la seguridad, dando orden de respetar las indicaciones a fin de que no ocurran accidentes. Los bomberos y patrulleros encabezaban la larga columna de peregrinos, le seguía la Mater en un estandarte, engalanada y radiante, la cruz procesional, los cadetes de la policía, y el grueso de los peregrinos.

Las cámaras y filmadoras de distintos medios de prensa corrían alrededor de la peregrinación que se largaba rápidamente. Al llegar la hora 17, los peregrinos eran cientos y cientos, una gruesa columna. El sacerdote Diego Rausch, uno de los presbíteros a cargo de la organización, calculó que entre 8 y 10 mil personas integraban la gruesa columna en el primer tramo. La bendición antes de partir fue emocionante, hicieron mención de las personas que no estaban allí pero los acompañaban con sus oraciones. "Alegres en la esperanza, caminamos con Maria a Jesús eucaristía".

El entusiasmo y la alegría de los participantes vence al frío

Al caer la tarde, la temperatura empezó a descender y el viento fresco iba obligando a los participantes a colocarse ropa de abrigo. Eso ocurría pasadas las 19.30, cuando estaban por llegar a la primera parada de descanso, ubicada en el campo Podversich, a poca distancia del cruce de las rutas 12 y 127. Pero el frío estaba siendo contrarrestado por "el entusiasmo y la alegría de los participantes", comentó un sacerdote. "Yo la vivo, la siento. Necesito venir, no pude dejar de venir". Las palabras de Betty resuenan entre el bullicio fuerte, en la hora y pico de descanso en el campo de Podversich. Hace nueve años que Betty es parte de la Peregrinación de los Pueblos y más de un par de ediciones que participa de la organización, desde la Parroquia Santa Lucía de su barrio.

Como Betty, miles de almas caminaban esa noche rumbo a Cerrito donde pensaban llegar a las 12, sin que todavía hiciera mella el cansancio, movidos por la fe. Y según comentó uno de los sacerdotes consultados, eran mayoría los jóvenes aunque también participaban del desafío de la distancia y el esfuerzo muchos adultos.

La marcha de las antorchas

Cuenta Ricardo Leguizamon, un periodista que acompañó a la peregrinación: "Cerca de las 2 del sábado, nueve horas después de abandonar Hasenkamp, la Peregrinación de los Pueblos ponía proa rumbo a El Palenque, en medio de una escena sobrecogedora: aproximadamente 5 mil velas —convenientemente protegidas con restos de envases Pet—fueron repartidas entre los peregrinos para dar inicio a lo que aquí se conoce como la marcha de las antorchas. En medio de la ruta, cobijados por la noche profunda, los cirios en alto trazaban un surco de luz inabarcable por la vista. Desde los altoparlantes, la Banda Roja le ponía ritmo de cumbia a Iglesia peregrina, uno de los hits dentro de la liturgia católica, y aquello se convirtió en un júbilo.

"Que no decaiga el entusiasmo, muchachos", alentaba el sacerdote José Carlos Wendler mientras todos coreaban: "Es hermoso ver bajar de la montaña los pies del mensajero de la paz...", en el tramo más difícil, el que va de Cerrito a El Palenque, adonde la columna de fieles llegó a las 4.35 del sábado. A esa hora, el frío hacía estragos, y obligaba a buscar cualquier reparo. A esa hora de la madrugada, el número de peregrinos superaba ya los 25 mil. Nadie se quejaba. De nuevo en la ruta, después de una parada de descanso, volverían los cánticos, los brazos en alto, y el rezo del Rosario de corrido, interminable. Lejos está, claro, de aquella iniciativa a pulmón que lanzaron, en 1983, Jorge Quiroz y Amelio Rodríguez cuando, sin pensarlo demasiado, dieron el puntapié inicial para lo que hoy es la mayor manifestación de religiosidad popular de Entre Ríos.

Y todos llegaron a la meta, a Ella y su Hijo, la XXIII Peregrinación de los pueblos le fue puesta junto a los pies del Santuario, donde Mons,. Maulión celebró la Santa Misa con los peregrinos.


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Last Update: 19.10.2005 Mail: Editor /Webmaster
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