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 published: 2005-09-02

La vida se enciende en la vida

Taller sobre el estilo de comunicación en Schoenstatt

 

Comunicación: un dialogo

Communication: a dialogue

Kommunikation: Dialog

Foto: Ríos © 2005

 
 

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Fotos: POS Fischer © 2005

 
 

SCHOENSTATT, mkf. "Prefiero media hora de lectura de la revista MTA que escuchar una homilía de tres cuartos de hora sobre la existencia de Dios", escribía desde el frente de batalla durante la primera guerra mundial Adolf Baldauf, uno de los schoenstattianos de la primera hora. La diferencia que había entre el artículo de la revista MTA y la homilía sobre la existencia de Dios era que después de media hora – como máximo – de lectura, quienes la leían quedaban asombrados y entusiasmados al descubrir algo que les parecía que nunca antes habían comprendido tan claramente ni experimentado tan fuertemente: Dios está aquí, aquí, en el centro de lo que sucede a mi alrededor; aquí hay personas que viven con su confianza puesta por entero en Él, lo experimentan muy cercano, cuentan con su obrar... y surge el anhelo de intentar acercarse, como ellos, a Él. Esta es la fuerza de la "cercanía a la vida" que aún 90 años después logra captar a lo que leen los artículos de la revista MTA. Fue el Padre José Kentenich quien desarrolló y enseñó un estilo de comunicación que transmite espontáneamente la vida de una manera que pueda encender la vida. En el mes de septiembre se llevará a cabo en Schoenstatt un taller que abordará algunos aspectos claves de la comunicación kentenijiana.

Cada vez hay más conciencia de que existe un genuino estilo schoenstattiano de comunicación, que hay un "carisma comunicacional" basado en la Alianza de Amor. En una primera aproximación pueden mencionarse tres fines esenciales de la comunicación en la visión del Padre Kentenich:

Crear familia, arraigarse en el conocimiento y el interés mutuo

Todo gira en torno a despertar la vida, fortalecer la vida, transmitir la vida. En la primera edición de la revista MTA, el Padre Kentenich puso estas palabras en boca de la Mater: quiero visitarlos, contarles, hacerlos partícipes, hacer que se alegren y sufran con los otros. El que quiera saber cuán sólida es una familia, debe preguntar a sus integrantes: ¿cuánto dialogan entre ustedes? ¿Cuánto saben el uno del otro? ¿Cuánto sabe cada uno de las actividades de los demás? ¿Qué les cuentan los demás integrantes de la familia? El nivel de comunicación determina el grado de vinculación familiar; cuanto mejor es la comunicación, tanto más sólida es la familia, y por dispersa y "distante" que se halle geográficamente, no se pierde la vinculación familiar.

En la medida en que la comunicación es pobre, aumenta la desconfianza y el afán de controlar. La "comunicación al estilo de Schoenstatt" se basa siempre en un diálogo (es una comunicación dialogal). El Padre Kentenich utiliza una imagen para esto: "sentarse en torno a la mesa" y conversar; un concepto muy diferente de la "comunicación vertical, de arriba hacia abajo", donde la comunicación está dirigida solamente hacia el receptor y no hay un retorno significativo por parte de este hacia la fuente del mensaje. La falta de retroalimentación a través del diálogo conduce al ámbito sociocultural de hoy a un lenguaje cada vez más inadecuado". Un problema que se experimenta muchas veces en la Iglesia. Es totalmente distinto el diálogo que mantienen los que están "sentados en torno a la mesa", del diálogo que se funda en un "interés mutuo".

Impulsar los procesos de renovación con libertad interior

Despertar impulsos hacia la autoeducación a partir del testimonio de otros, dejarse enriquecer por los demás, estimular – a través de las experiencias ajenas – el abandonarse a la gracia: esto es también comunicación schoenstattiana. Los procesos de vida que tuvieron éxito impulsan a aplicarlos en la propia vida espiritual y a la aspiración a la santidad en el sentido de "la vida se enciende en la vida".

Ánimo para el testimonio misionero

Finalmente, la comunicación schoenstattiana impulsa a dar un testimonio misionero, aspira a despertar el espíritu apostólico a través de la transmisión de experiencias exitosas, alienta a compartir el testimonio sobre el obrar maravilloso de Dios en la propia vida, en la propia familia, y a trasmitir las propias experiencias de la gracia. Por consiguiente significa un no rotundo a los interminables cuestionamientos propios y a la discusión de principios, para pasar a encarnar "la actitud del Magníficat": "Mi alma alaba la grandeza del Señor" ¡en mi vida! En 1994 explicaba el teólogo en comunicaciones van Caalsten: "Sólo a través del testimonio – antípoda de las discusiones sobre la fe – se puede expresar la experiencia integral de la fe. Todos reciben con respeto un testimonio verdadero, porque allí se manifiesta una experiencia auténtica que también los demás pueden compartir. Y aún cuando se cierren a ella, este testimonio es como una invitación". Justamente es eso lo que – décadas atrás – el Padre Kentenich comenzó a hacer y a enseñar: La vida se enciende en la vida. No es difícil descubrir aquí las gracias del Santuario.

"Servir desinteresadamente a la vida ajena"

Las mismas exigencias que puso el Padre Kentenich como educador se las transmitió también a los "trabajadores de la comunicación" schoenstattianos, sean periodistas, redactores, corresponsales o que estén involucrados de alguna manera en el proceso de la comunicación: "Servir desinteresadamente a la vida ajena". Incluso el acento fundamental recae totalmente sobre la vida "ajena": la vida de los demás y la vida que espontáneamente me es ajena porque proviene de otra cultura, de otro país, de otro modo de manifestarse. Dice el Padre Kentenich: "No puedo contentarme jamás con utilizar a los hombres, aunque sea para el fin más alto. No, yo debo interesarme personalmente por ellos, por todos y cada uno de los más mínimos detalles de su vida".

Se puede crecer y entrenarse en la propia capacidad de encenderse por la auténtica vida. Lo que no logra encenderme a mí de alguna manera, no puedo hacer que encienda a los demás.

Solamente quien arde de corazón por Schoenstatt puede transmitirlo...

El estilo schoenstattiano de comunicación, tema de un taller: "La vida se enciende en la vida", a realizarse el 24 y 25 de septiembre en Schoenstatt.

Traducción: aat, Argentina



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Last Update: 09.09.2005 Mail: Editor /Webmaster
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