Un pequeño Santuario de Schoenstatt y un día de puertas abiertas más un maravilloso lugar en medio del bosque y la ilimitada confianza en Dios, dio como resultado: un verdadero regalo-sorpresa de Dios.

4 de septiembre: Una fiesta familiar en la Casa Marienstein

Fiesta en el Santuario de Endel, en el norte de Alemania Party at the Shrine in Endel, in Northern Germany Begegnungsfest beim Heiligtum in Endel, Oldenburger Land
Especialidades de Endel Specialties of Endel Spezialitäten aus Endel
Juegos para los niños The children could play Spiele für die Kinder
Montar un poney! Riding a pony! Ponyreiten
El equipo feliz The happy team Das glückliche Team Fotos: Linde © 2005

ALEMANIA, Endel, Hna. Beata Linde. Una fiesta literalmente planeada y preparada sin ton ni son, sin imaginar cuántos invitados llegarían, qué aceptación tendría el programa... Y la gran sorpresa: en un día de agradable temperatura estival, con un cielo azul libre de nubes, llegaron a la Casa Marienstein en Visbek, Endel, (en el norte de Alemania donde casi no hay Movimiento), cerca de 500 personas, lo llamativo eran las muchas familias jóvenes con niños. Llegaron familias en bicicleta y caminando, que en comparación con los autos, no tenían ninguna dificultad para estacionar. La calle de acceso a la Casa Marienstein hasta la calle principal estaba ocupada totalmente por los autos. Igualmente estuvieron ocupados todos los lugares de estacionamiento, pero a pesar de eso no se produjo caos en ninguna parte.

Comentario de un visitante: "Hermana, ¡hay que tener una confianza en Dios como la suya! Ud. no sabía cuanta gente vendría hoy". Y la respuesta: "No, no lo sabíamos. Esta fiesta es un verdadero regalo-sorpresa de Dios. ¡Y un regalo de Él cae siempre bien!"

Durante los preparativos se comprometieron a trabajar muchos voluntarios y con el P. Draude, la Hna. M. Engeltraud y la Hna. M. Beata, prepararon todo el lugar para la fiesta: rifas, feria y mercado de pulgas, barquillos, helados y bebidas, un puesto de ventas de "Especialidades de Endel", trampolín, paseos en pony, trabajos creativos y varios juegos para los niños, un oasis para las familias, presentaciones del payaso Georg Post, el coro de niños de Rechterfeld, y algunos jóvenes que contaron vivencias de su participación en la Jornada Mundial de la Juventud, y hasta el café y las tortas que se sirvieron en la casa y en las mesas que estaban afuera: todo contribuyó a la gran alegría de grandes y chicos.

Los acompañó la bendición de Dios...

Al comienzo del encuentro todos fueron invitados a una breve oración en el Santuario de Schoenstatt, acompañada por el coro de niños de Rechterfeld. El P. Draude bendijo a cada uno de los niños presentes y esta bendición los acompañó durante la tarde pasada en torno a la Casa Marienstein.

Al atardecer se celebró la Sta. Misa al aire libre, delante del Santuario. Cantaron en ella cinco hermanos de la familia Krause, de Vechta, y como final oportuno de la fiesta se hizo una corta procesión por el bosque, con pequeñas velas encendidas. Durante esta procesión fue desarmado el trampolín y también partieron los ponys a su lugar. Así fue más fácil para los niños terminar el día en un clima tranquilo. Aún se ofrecieron bocadillos en torno a una hoguera y una ronda de cantos que terminó con la canción popular "¡Adiós! Buenas noches..."

Esta fiesta fue un verdadero regalo-sorpresa de Dios ¡es para alegrarse!

Traducción: aat, Argentina