published: 2005-09-09 |
Un mes ha pasado ya...Julio Tomalá, de Ecuador, regresó a Schoenstatt un día antes de cumplirse un mes |
Ecuador Ecuador Jugendfestival in Schönstatt: Teilnehmer aus Ecuador Fotos: Tomalá © 2005
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JMJ-MOMENTOS. Hace un mes en este terruño santo, a la sombra de nuestro Santuario Original sellamos una alianza de amor con la juventud del mundo, que dio fin al festival que unió a la juventud schooenstattiana de (casi) todos los países donde ha llegado el movimiento. En esos tres intensos días, fuimos testigos de cómo nuestra amada MTA reina en cada uno de sus santuarios y actúa en el corazón de cada uno de sus hijos, gracias al testimonio y vivencias compartidas entre los participantes del encuentro, sin importar la lengua nativa ni la cultura todos hablábamos el mismo idioma... el idioma de la Alianza de Amor. Entre cantos y risas se formaron nuevas amistades que en muchos casos se han convertido en vínculos fraternales; entre talleres que buscaban ver el mensaje de Dios y encontrar tu vocación, aprendíamos de las experiencias de otros; y en oraciones y vigilias se asentaban las ideas para dar paso al silencio fecundo tan típico del Santuario. Aprendimos a ser verdaderos hombres y mujeres, a no temer a la entrega, a ser generosos con nuestro tiempo y esfuerzo, a ser plenamente filiales y decir siempre si, a creer que se puede cambiar al mundo, a ver que las misiones apostólicas no son cosas del pasado sino una necesidad en nuestro mundo y que sí se puede ser parte del cambio. Nuestra familia, nuestro hogarNo creo que alguien que haya participado con todo el corazón de nuestro festival no haya vibrado con las canciones, o haya sido tocado por algún testimonio, no sentido la presencia de Dios en alguna persona, en algún momento, en algún lugar. Los schoenstattianos encontramos en Schoenstatt a nuestra familia y en el Santuario no sólo una fuente donde la gracia brota como agua cristalina, y donde siempre salimos llenos con la presencia real de Cristo, sino más aún, nuestro hogar donde nuestra Madre nos acoge y nos pone en el lugar más cálido de su pecho, en medio de su corazón y el de Su Divino Hijo. Estar en un lugar tan lleno de gracias como lo es el Santuario Original y compartir con nuestra familia internacional, además de ser un regalo increíble, debe ser para nosotros también una misión... la misión a la que nos comprometimos con la Mater hace un mes: a salir de su mano en busca de nuestro hermano, a llevar el tesoro de Schoenstatt a todos los que encontremos al paso, porque es tan grande y hermoso que no puede ser guardado sólo para nosotros, y poniendo todo de nuestra parte en la conquista, vivenciar cómo Maria hace en cada uno un Santuario Corazón. Es hora ya de ser valientes y adherirnos a la misión que nos encomendó nuestro Padre Fundador y que no sólo heredamos sino que siempre buscamos conquistar. En plena comunión con Cristo, en María, desde el Santuario, renovados en la Alianza, ser hombres nuevos para la nueva comunidad.... TÚ Y YO POR ELLOS. Misa del 10 de agosto y Alianza de AmorMás fotos |
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09.09.2005
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