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 published: 2005-09-14

La "dulce" Juventud Femenina

La Juventud Femenina de Villa Ballester conquistó la estatua de la Inmaculada

 

Quarten, Schönstattheiligtum

Bendición de la estatua de la Inmaculada, en Villa Ballester, Argentina

Blessing of the statue of the Immaculate Virgin, in Villa Ballester, Argentina

Segnung der Statue der Immakulata in Villa Ballester, Argentinien

En Marienheim  rodeando la primera ermita que levantaron las hermanas

At “Marienheim”, around the first wayside shrine that the sisters erected

Im Marienheim, beim ersten von den Schwestern errichteten Bildstöckchen

 
 

Feria de dulces

Jam fair

Marmeladen-Show

 
 

La juventud deja huellas de sus manos en los ladrillos

The youth left their traces of their hands at the bricks

Die Jugendlichen ließen Spuren ihrer Hände auf den Ziegeln

 
 

Las novicias y unas hermanas cantaron

The novices and some sisters singing

Die Novizinnen und einige Schwestern singen

 

Mariela,  jefa de rama descubre la Inmaculada

Mariela, leader of the branch, “revealing” the statue

Mariela, die Leiterin der Mädchenjugend, “enthüllt” die Statue

 
 

Misa con el Obispo diocesano

Mass with the bishop

Messe mit dem Diözesanbischof

Fotos: Saeuberlich© 2005

 

 

 

ARGENTINA, jfb. "HIJAS, DESDE AQUÍ, QUE QUIEN LAS MIRE ME VEA". Este fue el lema que a lo largo del año ha acompañado a la Juventud Femenina en Villa Ballester en la conquista de la imagen de la Inmaculada. Desde el año pasado, cuando la Familia de Villa Ballester comenzó a prepararse para las bodas de plata del Santuario Nazaret, la Juventud femenina comenzó a preguntarse cuál sería su regalo para el Santuario, para la querida Reina que les ha guardado tanta fidelidad a lo largo de estos años. Pero ¿qué significa esto de la "dulce" J.F?

En este contexto surgió el profundo anhelo de "conquistar la estatua de la Inmaculada" y colocarla en el jardín de la sede del Movimiento, junto al Santuario. Era un desafío enorme esto de conquistar la Inmaculada. Comenzando por el precio: parecía inalcanzable. Pero como recordaba el Padre José Kentenich: "La medida del anhelo es la medida del cumplimiento" pusieron manos a la obra. ¿Pero qué podían hacer para conseguir el dinero necesario? Tal vez ¿vender tortas? ¿Rifas? ¡Noooo! ¡Hacer dulces, esto es, mermeladas! Y no precisamente porque supieran hacerlas. Comenzaron de cero y poco a poco se fueron perfeccionando. Buscaron un nombre para las mermeladas: "TU DULCE J.F". Diseñaron las etiquetas, eligieron los frascos...y lo más importante: ¡las recetas! Con esto colaboraron las mamás y las abuelas con su experiencia en la cocina.

Armaron grupos de 5 o 6 chicas que se turnaban cada sábado para "fabricar mermeladas" en la Casa del Movimiento. Comenzaban a las 8 de la mañana, almorzaban rápidamente en alguna pausa y a las 15hs. debían estar listas para las reuniones de grupo.

Así, desde hace un año y medio cada sábado la sede del Movimiento se ha convertido en el segundo hogar, y "a la sombra" del Santuario Nazaret, trabajó por la "Mater Inmaculada" su "dulce" J.F.

El anhelo por lo más noble y puro

Como inicio de toda esta preparación espiritual invitaron, en julio de 2004, al Asesor de la J.F., el Padre Horacio Sosa, para que ilumine el camino hacia la Inmaculada a través de una charla. Se formó una comisión de espiritualidad que promoviera el conocimiento de todo lo referente a la Inmaculada. Desde entonces fueron descubriendo la necesidad y la importancia de despertar en cada una y en toda la juventud el anhelo por lo más noble y puro a imagen de la Mater. La urgencia de luchar por encarnar los rasgos de la auténtica mujer, que sea capaz, tal como lo anheló el Padre José Kentenich, de "cruzar por el barro del mundo como lo hace la luz cuando toca el lodo: sin mancharse" JK

Esta conquista les regaló la gracia de unirse como rama, de trabajar hombro a hombro, de crecer juntas y de no tener miedo a intentar el "ascenso" hacia el hermoso ideal de la rama nacional: "Hijas del Padre, forjadoras del Reino", y de poner en práctica el lema de la rama diocesana: "Hijas, desde aquí, que quien las mire me vea", (que en algo evoca el lema de la diócesis: "Desde aquí, en fidelidad crucificada, forjemos el Nazaret del Padre")

¡Llegó el anhelado 3 de septiembre!

El día era muy hermoso. La jornada comenzó con la bienvenida, a las 10.30 hs. A las 11 hs. Odette Vallendor una de las fundadoras de la Juventud Femenina en Villa Ballester (y por lo tanto en la Argentina), les contó cómo fue el inicio de la J.F y los encuentros que tuvo con el Padre y Fundador.

A las 12 hs. siguieron las "huellas del Padre" en el Marienheim, sede de la comunidad católica alemana donde se establecieron las primeras Hermanas de María que llegaron a la Argentina en 1935, y donde se alojó el Padre Kentenich durante sus muchas visitas a Villa Ballester entre 1947 y 1952.

Después un grupo de mamás las esperaban con el almuerzo listo, bien calentito.

La Hna. M. Rosana, asesora de la J.F, les preparó un momento de oración y de adoración en el Santuario. Allí pudieron tener un encuentro profundo con Jesús: le entregamos todos los esfuerzos, la aspiración al ideal y también todo aquello que se pudo hacer tan bien y que no fue causa de su alegría, pero que seguramente en su infinita misericordia todas esas miserias ya las ha transformado en gracias.

La Santa Misa celebrada por la tarde fue presidida por el Obispo diocesano, Mons. Guillermo Rodríguez Melgarejo acompañado por el Asesor nacional de la rama, el Padre Horacio Sosa Carbó.

En las ofrendas llevaron al altar la maqueta llena de las azucenas que simbolizaban los aportes al capital de gracias, también frascos de mermeladas: horas de trabajo y entrega; un ramo de azucenas: simbolizando la pureza que quieren conquistar y el tener el coraje de ser distintas.

Luego de la Sta. Misa llegó el momento tan largamente esperado por todas. La imagen sería descubierta y bendecida por el Obispo...¿Cómo explicar con palabras lo que pasaba en cada corazón? Era una sensación hermosa, de tenerla allí. Ya no era un sueño: era una realidad... Estaba allí, vino para quedarse, para no marcharse nunca más.

Estamos cansadas de mediocridad...

Con una profunda emoción, las jóvenes rindieron homenaje a la Reina Inmaculada:

"¡Inmaculada! ¡Cuánto te anhelamos! ¡Cuánto te esperamos! Y hoy la medida de ese anhelo te hace realidad, ¡aquí en nuestro Santuario Nazaret te haces presente para nunca más marcharte! Desde aquí ¡un Reino de Amor se está gestando! Eres la conquista de la juventud que avanza con paso heroico. Avanza rompiendo vanidades, estableciendo confines hasta donde llega el sol.

Avanza sin desmayar. ¡Desde aquí todo el mundo es patria!
Patria del gran Padre, que educó corazones filiales para la Inmaculada.
Y ellas, por El se entregan, por Ella avanzan, firmes, audaces, audaces de esperanza".
"Estamos cansadas de mediocridad...
Estamos cansadas de mentiras...
Estamos cansadas de pactar con el soborno y la hipocresía.
Estamos cansadas de ver cómo se va perdiendo el valor de la pureza, el sentimiento de lo más delicado y noble en nuestra juventud... convirtiendo su cuerpo en objeto de placer.
Estamos cansadas...
¡Por eso te buscamos, María!

Queremos escalar las cumbres de los ideales que nos muestran tu Estrella, Campanario vivo que anuncia a los hombres la alborada de una mañana nueva.
Sabemos que obras el milagro en nosotras cada día para que nuestros ojos transparentes irradien calor y manos bondadosas alivien los dolores.

Míranos: aquí estamos".
"¡Aseméjanos, Madre a Ti!
Madre, ¡que quien nos mire te vea!
Porque al vernos en Ti, el Padre contemplará a su Hija predilecta
Y en Ti contemplaremos al Padre.

Madre, aseméjanos a Ti,
es nuestra súplica es nuestro anhelo, es nuestra entrega y conquista".
"Padre, mira nuestra juventud, míranos a los ojos,
Míranos con tu mirada de Padre y Profeta.
Míranos Padre y envíanos desde aquí a forjar Nazaret, tu Nazaret,
en fidelidad crucificada.

Como María haznos Primavera Sagrada a fin de que surja la mujer nueva,
para la patria nueva.
Por eso te busco, por eso te llamo.
Por eso te necesito. Educadora y Madre mía, María".
"¡Marías, qué bella eres Tú!
¡Qué bella es tu simplicidad!
Ser Inmaculada es asumir el dolor de los demás.
Ser Inmaculada es ser toda para todos, en Dios.
Ser Inmaculada es ser como el Padre
que fue Padre de todos.
Con corazón indiviso, su mirada – límpida fuente de paz –,
serenaba el mar borrascoso e iluminaba la más cerrada tormenta.
Paz y pureza, remanso, río fecundo, Padre.
Espiga, pureza y pan: Inmaculada,
Mujer Promesa: Una Patria Nueva
Somos tuyas y eres nuestra...te pertenecemos!
¡Nos perteneces para siempre!
Alianza de hijas y una Reina, Alianza de un Padre que nos amó
porque pequeñas.
Tu Santuario, desde aquí nos reúne y nos convoca: ¡aquí estamos!
Mujeres nuevas, Primavera Santa, ¡nuestra Reina!"

"Hijas, desde aquí, que quien las mire me vea"

Después de la bendición fueron invitadas las señoras que pertenecieron a la Juventud femenina y se les entregó una azucena en gratitud por su fidelidad en estos largos años transcurridos.

La noche estrellada miró sorprendida los fuegos artificiales que cerraron el día de fiesta de la J.F.

"¡Que María Inmaculada proteja a toda nuestra juventud a lo largo y ancho del mundo entero y despierte en los corazones el anhelo por los más grandes y nobles ideales, y nos regale la gracia necesaria para tener el coraje de ser distintas, de nadar contra la corriente!

Que resuenen siempre en nuestros corazones sus palabras:

«Hijas, desde aquí, que quien las mire me vea»"

Saludos de integrantes de la Juventud femenina:

"¡Hola, chicas! Quería agradecerles a todas por haber puesto tanta buena voluntad durante todo el día sábado, algo que no olvidaré jamás. Comenzando por la charla de Odette, de la que recibí mucho más de lo que esperaba... Me encantó haberla escuchado y conocer sus experiencias con el Padre Kentenich y la historia de "nuestra" J.F.

Continuando con las "huellas del Padre" con el matrimonio Greppi, que hizo que nos diéramos cuenta de lo que fue la estadía del Padre Kentenich en este lugar y para este Santuario del que hoy somos parte. ¡Gracias por la buena voluntad que pusieron en los viajes en ómnibus, donde me divertí muchísimo!

Luego comimos muchas empanadas y compartimos la rica torta que hizo Karen. Nos entretuvimos con los juegos preparados por las universitarias. ¡Muchas gracias! ¡Estuvieron muy buenos!

Más tarde, el encuentro con Cristo que nos hizo reflexionar sobre nuestro compromiso con la rama y con nuestro ideal.

Finalmente ¡el encuentro con nuestra tan esperada Inmaculada! ¡Qué felicidad! Parecía un sueño que ya esté ahí, ante nosotras... Y seguimos festejando con los videos en homenaje a la Inmaculada (¡Gracias, Hermana Rosana!). Y la sorpresita a la Hermana (¡que no se la esperaba!) y el homenaje que finalizó con los fuegos artificiales (donación muy generosa).

¡Muchísimas gracias por toda la alegría que irradiaron en este día, demostrando lo que esa imagen significa para todas: nuestro ideal, nuestro esfuerzo y nuestras oraciones...

¡Unidas para siempre en el corazón de "nuestra" Inmaculada, Majo."

"Querida J.F de Ballester,
Haciéndome eco de los mensajes de correo electrónico de Fiore y Majo, quiero agradecer en primer lugar a la Mater por regalarnos este hermoso tiempo de preparación para su llegada, por habernos elegido a nosotras como J.F para que reinara en nuestro jardín.

Y también, creo justo y necesario agradecernos a cada una de nosotras por ser instrumentos dóciles en las manos de la Mater, porque dejamos que Ella sacara lo mejor de nuestros corazones y que por todos lados sonara la música de Dios que brotaba de la alegría honda que se da en el corazón cuando la Mater y el Padre son el motivo. Gracias a cada aporte al capital de gracias de cada sábado, de cada fruta que pelamos, de cada frasco que lavamos, de cada madrugón... Gracias a todo eso, entregado por amor, la Mater hoy puede reinar en nuestro jardín.

¡Que Dios bendiga siempre a esta J.F de Ballester!

Unidas en el Amor,

María Nazaret."



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