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 published: 2005-09-20

Los santos son aquellos que lucharon y vencieron

Bendición de la estatua del Fundador de Opus Dei en el Vaticano

 

Bendición de la estatua

Blessing of the statue

Segnung der Statue

Foto: Opus Dei © 2005

 

 

 

ROMA, P. Alberto Eronti. Después de la audiencia general del 14 de septiembre,  antes de retornar a Castel Gandolfo el Papa se aproximó a la Plaza de Santa Marta para bendecir la estatua de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. El P. Alberto Eronti estuvo allí.

Ha pasado ya el mediodía y llueve en Roma, pero esta mañana cuando llegué al Vaticano el sol brillaba con destellos de fiesta: la Plaza de San Pedro bullía albergando más de 20.000 peregrinos que asistirían a la audiencia papal. Mi meta era el Patio de Santa Marta al interior del Vaticano, junto a la pared izquierda de la Basílica de San Pedro, donde a las 10,30 iba a tener lugar la ceremonia de bendición de la estatua de San Josemaría Escrivá, Fundador de la Obra del Opus Dei. Apenas entré percibí el aire de fiesta. El patio reunía ya unas 400 personas: monseñores, sacerdotes, religiosos y religiosas, un gran número de laicos y familias con niños. Me di cuenta enseguida que el sitio elegido para la estatua impedía ver el segundo patio, donde había al menos unas 150 personas más, sin contar el coral con 80 voces que estaba en la terraza vecina. Se destacaba la presencia de varios Cardenales, Obispos y Embajadores. Lo primero fue saludar a los conocidos de la Obra, en particular a los sacerdotes argentinos y chilenos a los que me une una hermosa amistad.

Hacer de la vida diaria un camino de santidad

A la hora estipulada la pantalla gigante de la TV comenzó a transmitir la ceremonia de bendición a fin de que todos pudieran ver bien lo que iba aconteciendo. En primer lugar habló Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. Contó que en 1947, cuando Josemaría llegó a Roma para iniciar la Obra en la ciudad eterna, pasó la primera noche en oración mirando hacia la ciudad del Vaticano. Quería con ello manifestar inequívocamente que la Obra por él fundada se entendía y tenía sentido en función y al servicio de la Iglesia. Citó también tres frases que, a lo largo del tiempo, fueron manifestando escalonadamente el sentir y vivir interior del santo: "Sea dada a Dios toda la gloria", "Que Cristo reine" y "Cuando sea levantado en alto, atraeré a todos hacia mí" (Jn. 12,32). Señalando la estatua, el Prelado recordó que las manos abiertas significan su apertura a recibir y dar, cumpliendo así la afirmación de San Pablo: "Lo que gratuitamente recibisteis, dadlo también gratuitamente". San Josemaría lo aprendió de la Virgen y bajo su protección lo vivió y enseñó a sus hijos espirituales. A ellos les dejó como herencia hacer de la vida diaria un camino de santidad, porque en todo lo verdaderamente humano hay presencia de lo divino.

A continuación habló Romano Cosci, el escultor que trabajó dos años un único bloque de mármol blanco para realizar la obra de casi 5 metros de altura. Manifestó que se asesoró con varias personas, pero que sobre todo había "dialogado" con San Josemaría a fin de poder plasmar en el mármol lo que el Espíritu le sugería. Dijo que la figura destila serenidad y paz. Para redondear el conjunto y dado que San Josemaría fundó la Obra un dos de octubre – día en que la Iglesia celebra a los Ángeles custodios – esculpió dos angelitos, uno de pie y el otro sentado teniendo éste la Biblia en sus manos, ya que por la Palabra fue hecho todo. Terminó diciendo muy sentidamente: "Ahora que el trabajo ha terminado, me siento como un padre que tras criar al hijo ha de dejarlo partir a fin que camine su camino de vida. En este trabajo he dejado un trozo de mi corazón…"

La Iglesia rodeada de Santos

Finalmente habló el Cardenal Arcipreste de la Basílica recordando el lugar exacto donde se ha colocado la escultura: en el corredor que conduce a la sacristía de la Basílica, en el transepto izquierdo de la Iglesia. Toda la Basílica está rodeada de santas figuras, hoy se bendice una nueva. Los santos son aquellos que lucharon y vencieron; que lucharon y perdieron, y supieron levantarse para recomenzar. San Josemaría Escrivá nos recuerda que el santo se ha de realizar en la vida diaria, aceptando lo positivo y lo negativo que ella le aporta, pero sabiendo encontrar en todo un sentido y un fin. En la vida no hay problemas, lo que hay son oportunidades y los santos supieron diferenciar y aprovecharon cada oportunidad que se les brindó.

Terminadas las palabras del cardenal Arcipreste comenzó la actuación del coro que por 30 minutos, y mientras esperábamos la llegada del Papa, nos fue deleitando con sus voces. A las 11,45 horas apareció el "Papamóvil" y recorrió el vallado mientras todos saludaban y vivaban a Benedicto XVI. El Papa aparecía sonriente, contento y se esforzaba por responder a los saludos y tomar en brazos a los pequeños para bendecirlos y besarlos. Llegado a lugar de la ceremonia bajó del automóvil y realizó la bendición con voz serena y nítida. Luego recibió el saludo del Prelado del Opus Dei y de los Cardenales, Obispos, Embajadores y de Romano Cosci y familia. Tras lo cual se alejó bendiciendo a los presentes.

Terminada la ceremonia pudimos acercarnos todos a contemplar y admirar la obra. El lugar donde ha sido colocada la figura del santo me pareció al inicio un lugar poco adecuado, pero no es así. En realidad todos aquellos que llegan por el camino de la sacristía, son "saludados" por San Josemaría que, con sus brazos medio extendidos y sus manos abiertas cumple la doble acción de dar y recibir, acoger y enviar.

En el día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la familia del Opus Dei vivió un acontecimiento de gracia. La alegría de ellos es la de la Iglesia, es la de todos los discípulos de Jesucristo.

Una "estatua del Padre" en cada Santuario del Corazón

El 15, fiesta de la Virgen de los Dolores, recordamos la partida de nuestro Padre a la Casa de todos que es el Padre de Jesús y Padre nuestro. Quizás sea bueno recordar que el Padre también "se ha quedado". El mismo nos dijo, cuando queráis encontrarme, buscadme en el Santuario". Que siempre lo encontremos en los Santuarios de la Familia, en los Santuarios del Hogar y, muy especialmente, en los Santuarios del corazón.

 


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Last Update: 20.09.2005 Mail: Editor /Webmaster
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