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 published: 2005-09-27

¿Podremos regresar?

La otra "cara" del Jubileo de Cambrai: José Engling y la falta de nafta o: Mater, necesitamos una estación de servicio, ¡pero AHORA!!!

 

La delegación de Argentina en Cambrai – todo perfecto, por ahora

The delegation from Argentina in Cambrai  - so far, everything is perfect

Die Delegation aus Argentinien in Cambrai – so weit alles in Ordnung

 
 

Mater, no hay nafta!

MTA, there is no gas!

Gottesmutter, wir haben kein Benzin mehr!

 
 

José Engling ayudó – cuando estuvieron en la ruta a Eswars!

Joseph Engling helped – when they took the road to Eswars

Josef Engling hat geholfen – als sie nach Eswars abbogen

Fotos: Sandrone © 2005

 
   
CAMBRAI-MOMENTOS, Carolina Sandrone. El día 18 de septiembre a las 5 am partimos en dos autos para Thun St Martin, cerca de Cambrai, junto con la Hna Kornelia, una chica ecuatoriana, un Hermano de María y por supuesto las 6 chicas argentinas que ahora estamos en Schoenstatt (¡formando así la delegación más grande de la JF, descontando Francia, Bélgica y Alemania, y la delegación más grande de afuera de Europa!), a fin de participar en la celebración de los 40 años del Santuario de la Unidad. El jubileo estuvo muy hermoso, y además pudimos conocer todos los detalles sobre la vida de José Engling y recorrer los últimos lugares por los cuales él pasó. Hasta ahí, todo perfecto...

Vale decir: perfecto fue todo lo que re disfrutamos, pero naturalmente al cabo del mismo teníamos que regresar para retomar el día lunes nuestras actividades. Y allí vino la otra "cara" del jubileo...

Sin darse cuenta, la Hna Kornelia se quedó casi sin nafta en su auto. Al Hermano de María le quedaba todavía alguna reserva de nafta en su auto, pero no como para asegurar que podría llegar a destino, o al menos hasta la estación de servicio en la autopista... Por lo cual, una vez terminada la fiesta, tuvimos que ir a buscar, forzosamente, una estación de servicio para poder regresar a Schoenstatt.

Para colmo de males, era día domingo y nos encontrábamos en pleno campo, pero... hay algunos pueblos en el camino y, por último, está la ciudad de Cambrai... Enseguida, tras algunos kilómetros de viaje, ¡encontramos una estación en el pueblo vecino a Cambrai! Qué bueno - dijimos todos - ya podemos volver. Pasaban los minutos y la Hna. Kornelia seguía dando vueltas, sin cargar combustible, al igual que el Hermano. Acercándose al auto nos informa: "Aquí no se puede cargar nafta ya que sólo se puede pagar con tarjeta, y para eso hace falta una tarjeta especial, ¡de Francia!". Esto se repitió una y otra vez, hasta que por último decidimos ir a Cambrai, sin saber que allí sucedería lo mismo: algunas estaciones estaban cerradas, otras sólo aceptaban tarjetas de Francia, otras se habían quedado sin combustible, en fin, si seguíamos dando vueltas íbamos a quedarnos varados en el medio de la ruta...

Y la Mater dijo: ¡Hágase el combustible!

A esa altura ya todos estábamos desesperanzados, pero igual seguimos buscando. El auto se mueve casi con el olor a nafta: ¡le queda el último litro! En ese momento, en el auto de la Hermana empiezan a rezar para que la Mater se muestre Victoriosa - concretamente, llevándonos hasta una estación, lo más pequeña posible, donde haya servicio... - mientras que en el otro auto le rezábamos a José Engling pidiéndole que nos guiara hasta una estación en la que pudiéramos cargar combustible, ¡y que lo hiciera pronto! En medio de la ruta principal, el Hermano detiene el auto en doble fila para buscar un atajo a Eswars, donde se encuentra el memorial y el cementerio donde José Engling se despidió de sus compañeros antes de emprender su último camino aquí en la tierra. Aunque nos desviáramos del camino, por si en una de esas no podíamos volver, al menos llevemos a cabo una visita a Eswars! Y a los pocos minutos, ¡victoria! En una ruta lateral en las afueras de Cambrai, donde menos podía esperarse, aparece una estación de servicio, pequeña, ¡con un solo surtidor de nafta! El Hermano dobla hacia allí, y - oh sorpresa: ¡está abierta, con una señora en la caja y todo!

Logramos nuestro objetivo, y finalmente pudimos regresar sanos y salvos a nuestros hogares, a fin de reemprender nuestras tareas diarias. Pero no sin una parada previa en Eswars, y de saludar una vez más, aunque desde el auto, a la Mater en el Santuario ¡y agradecerle el favor!

 


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Last Update: 27.09.2005 Mail: Editor /Webmaster
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