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 published: 2005-09-27

De nuevo tengo sed de Dios

Encuentros en el Santuario Original: peregrinación diocesana de Limburgo, visitas de Ecuador, Chile, Paraguay...

 

Peregrinación de la diocesis de Limburgo: coro de Breitenbach

Diocesan pilgrimage from Limburg: Choir from Breitenbach

Diözesanwallfahrt aus Limburg: Chor aus Breitenbach

 
 

Misa de la peregrinación de Limburg

Mass of the pilgrimage from Limburg

Pilgergottesdienst der Limburger Wallfahrer

 
 

Familia Yarad, de Chile, en el “banco del Padre”

The Yarad family, from Chile, on the “bench of the Father”

Familie Yarad aus Chile auf der “Vaterbank”

 
 

Rossanna Heisecke, de Paraguay, con sus cuñados

Rossanna Heisecke aus Paraguay with her in-laws

Rossanna Heisecke aus Paraguay mit Schwager und Schwägerin

 

Misa de Alianza de la rama de madres de Ecuador

Covenant Mass of the Mothers’ League from Ecuador

Bündnismesse der Mütterliga aus Ecuador

 
 

La peregrinación de Ecuador

The pilgrimage from Ecuador

Die Wallfahrt aus Ecuador

Fotos: POS Fischer © 2005

 

 

 

SCHOENSTATT, mkf. "¿Recuerdas ese sentimiento que te invade cuando vuelves a tu hogar después de mucho tiempo?, ¿ese escalofrío que te recorre cuando sabes que estás a punto de llegar después de una larga ausencia?, ¿ese orgullo que te da cuando pisas tu tierra y te sientes en casa? Esa fue mi primera impresión de Schoenstatt, específicamente cuando entré por primera vez al Santuario original. Sí, por primera vez. Pero no importa que sea la primera o la milésima vez que lo hagas ya que siempre sientes lo mismo: ese lugar es tu lugar ¿por qué? porque está dentro de ti, lo vives, lo sueñas... lo único que cambia es que ahora lo puedes experimentar físicamente". Rafael Cuevas no lo hubiera soñado cuando escribió su experiencia de la JMJ y del Festival en Schoenstatt: el P. Franz Widmaier tomó su testimonio como tema central de la homilía en la peregrinación diocesana de Limburgo, el pasado 25 de septiembre.

Un acompañamiento musical muy hermoso, aportado por el coro San Jorge de Breitenau y la banda de instrumentos de viento de Heiderbach, realzó la celebración de la Eucaristía el pasado 25 de septiembre. Para los peregrinos – eran sobre todo personas mayores – se revivió así algo de lo que sucedió en agosto, durante el Festival internacional de la juventud: ese primer amor, decidido y vigoroso de los jóvenes de todo el mundo por el Santuario Original. Y como lo escribe espontáneamente Rafael Cuevas en su testimonio, en el encuentro con el Santuario Original no solo se trata de sentirse aquí cobijado y bien recibido, sino también de dejarse interpelar interiormente y cambiar y preguntarse: ¿qué quiere Dios, qué quiere María, qué debo hacer ahora por ellos, por el mundo? El P. Franz Widmaier les propuso esto a los peregrinos de Limburgo al inicio de su jornada.

En el transcurso del domingo podían elegir entre variadas ofertas de reflexión, meditación e información. Al mediodía se reunieron para rezar brevemente en el Santuario y continuaron rezando y cantando hacia la Iglesia de Peregrinos, para terminar allí con un homenaje a María.

Un magnífico clima otoñal para los peregrinos de Chile, Ecuador y Paraguay

Aún cuando en la planificación de su viaje a Schoenstatt no lo podían prever, les tocó la mejor semana del año para estar en Alemania. El magnífico clima otoñal fue "la frutilla del postre" (lo mejor) de la estadía en Schoenstatt de los peregrinos de Paraguay y de Chile, y para el numeroso grupo de madres schoenstattianas de Ecuador. Junto con el programa espiritual en Schoenstatt, pudieron visitar también Vallendar y Coblenza. Hicieron compras, fueron a comer, pasearon por las riberas del Rin, conocieron iglesias y edificios construidos hace cientos de años.

La familia Yarad, de Chile, dijo que próximamente alquilarían un auto para poder aprovechar realmente el tiempo en Schoenstatt pues ir y volver a pie al Monte Sión insume mucho tiempo y el camino es bien agotador, porque las colinas son más empinadas de lo que jamás se imaginaron; y no obstante, en el último día de su corta estadía en Schoenstatt, no querían renunciar a subir una vez más con sus hijos al Monte Schoenstatt, ver la habitación del Padre Kentenich en la Casa de formación y recorrer el mismo camino que él hizo en ese lugar. Lograron ubicarse todos juntos en el banco que solía ocupar el Padre Kentenich para rezar. "Me gustaría llevarlo a casa" dijo el más pequeño, menos mal que poco después estaba contento con un par de piedras del Monte Schoenstatt.

"Estuvimos aquí 36 horas, y por segunda vez en el Monte Schoenstatt", dijo Rosanna Heisecke, de Asunción, Paraguay. Llegó a Schoenstatt con sus cuñados y para ellos era muy claro que el Santuario Original es el centro de Schoenstatt: allí estaban en la Sta. Misa de la mañana, allí terminaban el día... y se asombraban que en algún momento se cerraba, no como en agosto, cuando estaba "sitiado" durante las 24 horas...

Alianza de Amor en el Santuario Original

El 24 de septiembre, fiesta de Nuestra Señora de la Merced, el grupo de peregrinos de Ecuador celebró su Sta. Misa de Alianza en el Santuario Original: algunas madres querían sellar aquí su Alianza de Amor y todas deseaban renovarla. Fue un momento especial cuando, una detrás de la otra, dijeron sus nombres antes de rezar la "pequeña consagración" como un modo de expresar su disponibilidad de renovar y querer vivir la Alianza de Amor...

En el mismo fin de semana, en la casa Marienland se realizó una jornada para madres con sus hijos de la diócesis de Aquisgrán. En la casa Sonnenau hubo un día de reflexión para la parroquia de Rennerod y una jornada para mujeres filipinas, la primera desde 1999. Una de ellas dijo, como comentario: "Ahora tengo de nuevo sed de Dios".

Traducción: aat, Argentina


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Last Update: 30.09.2005 Mail: Editor /Webmaster
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