"¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!"

Como viví la Jornada Mundial de la Juventud y el Festival Internacional: Pablo Idalsoaga, Chile

El Santuario Original, hogar de todos

The Original Shrine, home of all

Das Urheiligtum, Heimat für alle

Chile está presente Chile is present Chile ist dabei!
Encuentro de la juventud de Schoenstatt del mundo Encounter of the Schoenstatt Youth of the whole world Die Schönstattjugend erlebt sich als weltweite Gemeinschaft
En comunión con los heroes In community with the heroes In Verbundenheit mit ihren Helden
Unidos en la alianza, unidos en la misión United in the covenant, united in the mission Verbunden im Liebesbündnis, verbunden in der Sendung Fotos: Ibalaca © 2005

JMJ-MOMENTOS. Lo primero y más impresionante, para todos lo que no conocíamos Schoenstatt, fue encontrarnos con el Santuario original, la tumba del Padre, la iglesia de la Adoración y la tumba de los congregantes héroes, poder estar ahí, donde el Padre junto a los congregantes fundó el Movimiento y pidió a la Mater que se estableciera en esa capillita para convertirla en un lugar de gracias. También poder meditar en la tumba de los congregantes, que fueron capaces de entregar su vida por completo por Schoenstatt, ofrecerla por nuestra Familia.

Esto se convierte en un desafío para todos los que estuvimos ahí, el desafío de seguir su ejemplo, de ser, como ellos santos de nuestro tiempo, porque hoy no se necesitan personas buenas, ni siquiera muy buenas, sino personas como ellos ¡SANTAS!. Santos de la vida diaria, santos en lo cotidiano: hacer lo ordinario extraordinariamente bien.

Y con todo esto poder experimentar en el lugar de origen qué es Schoenstatt, las gracias que la Mater tiene para nosotros en esta tierra santa, percibir el cobijamiento, la transformación y el envío que nos regala nuestra Madrecita.

Un encuentro con la Familia de Schoenstatt

En el Festival de la Juventud pudimos encontrarnos con la juventud de distintos países, cada una con su estilo, su originalidad y profundidad. Pudimos también crear vínculos fundamentales en la vida de la familia de Schoenstatt, pudimos vivenciar que somos la gran Familia de Schoenstatt.

Y experimentar "in situ" el real sentido de las palabras del Padre Kentenich en el Cántico al terruño:

"¿Conoces aquella tierra cálida y familiar
que el Amor eterno se ha preparado:
donde corazones nobles laten en la intimidad
y con alegre sacrificio se sobrellevan;
donde cobijándose unos a otros
arden y fluyen
hacia el corazón de Dios;
donde con ímpetu brotan fuentes de amor
para saciar la sed de amor que padece el mundo?" (H.P. Nº 600)

Estas palabras podían respirarse en cada rincón de nuestro Schoenstatt: cada uno se sentía en casa en esa tierra cálida y familiar, donde cada uno de nosotros era uno de esos corazones que laten en la intimidad y con alegre sacrificio se sobrellavan.

Y en cada momento del festival y de nuestra estadía en Schoenstatt nos cobijamos unos a otros ardiendo en el fuego del Espíritu Santo y fluyendo hacia el corazón del Padre eterno.

Una alianza de amor "mundial"

Y el momento cumbre de todo esto fue cuando como juventud schoenstattiana internacional hicimos una Alianza de amor con nuestra Madre y Reina tres Veces Admirable de Schoenstatt por la juventud de todo el mundo: nos pusimos en sus manos para que Ella nos proteja y así se produzca un intercambio de corazones e intereses: Ella con los nuestros como juventud mundial de Schoenstatt y nosotros con los de Ella, comprometiéndonos y entregando todo al Capital de gracias. Así, de nosotros deben, con ímpetu brotar fuentes de amor para saciar la sed de amor que padece el mundo, que es, estoy seguro, un gran interés de la Mater

Y desde ahí, con nuestra Alianza de amor, "unser weg bewegt": nuestro camino comienza ¡A conquistar el mundo para la Mater!

Ahora ya podemos decir:

"Yo conozco esa maravillosa tierra:
Es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada
¡es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!"