 |
 |
Montserrat Pérez Marrero,, 15 años, de Torreón, Mexico Montserrat Pérez Marrero, 15 years old, from Torreón, Mexico Montserrat Pérez Marrero, 15 Jahre, aus Torreón (Mexiko) |
|
 |
|
Despues de los tallesres, los jovenes descansan cerca del Santuario Original After the workshops, youth is relaxing near the Original Shrine Zum Ausruhen und Austauschen nach den Workshops sitzen die Jugendlichen auf der Wiese vorm Urheiligtum. |
|
 |
|
La Hna M Thomasine cuenta de su encuentro con el Padre Kentenich Sister M. Thomasine with enthusiasm shares about her encounters with Father Kentenich Sr. M. Thomasine erzählt begeistert von ihrer Begegnung mit Pater Kentenich. |
|
 |
|
Jovenes en el taller de la Hna Thomasine Listening attentively Die Jugendlichen lauschen aufmerksam. |
|
 |
|
Julio Tomalá Delgado de Guayaquil (Ecuador), fue a cargo de un taller Julio Tomalá Delgado aus Guayaquil ( Julio Tomalá Delgado aus Guayaquil ( Fotos: Kanya © 2005 |
|
JMJ – SCHOENSTATT, eka. ¿Recibió alguna vez un mensaje de texto de Dios? ¿Cómo puedo descubrir las huellas de Dios en mi vida y en lo cotidiano? ¿Cómo encuentro el camino a la felicidad? ¿Cuál es mi vocación? ¿Cómo puedo dominar mi vida? Sobre estos y muchos otros temas habrá talleres, rincones creativos, foros de discusión y mucho más a lo largo de una tarde, en el marco del Festival de la Juventud.
"Fueron temas profundos y movilizadores" dice Montserrat Pérez Marrero (15 años), de Torreón, (Méjico). Pero ella ya está pensando en la próxima experiencia: "Esta noche tendremos de nuevo un concierto, junto con miles de jóvenes. Cantará también gente de Schoenstatt".
Un punto culminante de la tarde fue la representación de "La irradiación de la paternidad" hecha por el grupo de teatro de la Universidad de Glasgow. Es la última obra que escribió el Papa Juan Pablo II antes de ser elegido al pontificado. "La irradiación de la paternidad" será presentada también en Colonia, durante la JMJ.
Gana Chile
En el área del "Festival de los deportes" se celebró el campeonato internacional de fútbol. Chile se presentó con tres (¡!) equipos y así se quedó con el título de campeón mundial con una victoria sobre un limitado equipo suabo.
En otro lugar hay jóvenes que elaboran brazaletes para la JMJ. Servirán como símbolo para la Alianza de Amor que el miércoles sellará la juventud schoenstattiana por la juventud de todo el mundo. Durante la JMJ se repartirán los brazaletes a tantos jóvenes como sea posible.
"El Padre"
Unos 50 jóvenes escuchan atentamente el relato de la Hna. M. Thomasine Treese, que habla en el taller: "Lo hemos conocido". "Él" es el Padre José Kentenich. La Hna. M. Thomasine Treese se encontró con él en Milwaukee, en el año 1964: "Cuando hablo del Padre Kentenich, digo solamente "Herr Pater", "el Padre", y todos sabemos de quien se trata".
"Vine a este taller porque quiero conocer más al Padre Kentenich", dice David Rößler (25 años) de la diócesis de Würzburg. "Me interesan especialmente las pequeñas minucias que le importan verdaderamente a un hombre y sobre las cuales la mayoría de las biografías no dicen nada".
La Hna. M. Thomasine está en el Movimiento de Schoenstatt desde su primera infancia. El Padre Kentenich no la conoció entonces, aunque ella haya crecido en la cercanía de Schoenstatt, porque en ese tiempo él estaba exiliado en Milwaukee (desde 1952). "Mis padres siempre hablaban muy bien de él. Para mí él era simplemente una gran personalidad y un hombre que debía estar muy cercano a Dios, porque de lo contrario no podría haber fundado Schoenstatt".
A sugerencia de una maestra ella comenzó a escribirle regularmente al Padre Kentenich. "Yo consideraba que era sensato escribirle. No se me ocurrió qué podría escribirle, así que simplemente le envié mi Horario Espiritual. Esas cartas pertenecen sencillamente a mi vida, yo no podría decir que fueron escritas por rutina, pero fueron parte de mi vida. Mi maestra también me sugirió que viajara a Milwaukee para visitar al Padre Kentenich. Por un lado esto me atrajo, porque verdaderamente me habría gustado comprobar personalmente si él era realmente un gran hombre. Pero en aquel entonces yo era muy tímida, no quería hacer un largo viaje y de todas maneras Norteamérica me parecía algo horrible".
Hacia Milwaukee
Sin embargo la Hna. M. Thomasine viajó pronto a Milwaukee. "Yo quería ser Hermana misionera en África. Me había presentado en la comunidad de las Hermanas de Maria, pero no fui aceptada porque en ese momento no había otra candidata a Hermana misionera. No querían que viajara una sola". Fue algo insólito que ella no fuera aceptada, esto no pasó nunca antes. "Ahora vete a Milwaukee", le dijo su maestra nuevamente. Y ella fue. Buscaba una nueva dirección a su vida.
El primer encuentro con el Padre Kentenich se produjo en el Santuario de Milwaukee: "Fue inmediatamente después de mi llegada. Entré en el Santuario y allí estaban dos matrimonios sellando su Alianza de Amor. El Padre Kentenich estaba sentado en un rincón y observaba todo. Después él fue adelante con los matrimonios y les deseó bendiciones, saludó a cada persona que estaba en el Santuario y se acercaba cada vez más a donde yo estaba. Por algún motivo él sabía quien era yo y dijo que se alegraba de que estuviera allí. Esto fue maravilloso para mí, fue hermoso sentir que él me esperara"
La Hna. M. Thomasine quiso conversar con el Padre Kentenich. "Rápidamente confié en él. Le conté toda la historia de mi vida y también me confesé con él". Después de esa confesión el Padre Kentenich rezó una oración: "Mater, ayúdame a comprender a esta persona para que la guíe como Dios lo desea". La Hna. M. Thomasine: "Yo estaba casi avergonzada de que un hombre tan grande pidiera ayuda en esa situación".
Un regalo para la Mater
Daniel Rößler dice: "Cuando se escucha a la Hna. Thomasine se puede imaginar cuanta calidez irradiaba el Padre Kentenich. Ella resplandece mientras habla".
El Padre Kentenich le dio un nuevo rumbo a la vida de la Hna. M. Thomasine: él la motivó a estudiar inglés, y finalmente ella decidió quedarse en Milwaukee. "Fue el 19 de octubre de 1964, para las bodas de oro de Schoenstatt. Yo le había ofrecido como regalo a la Mater: que pudiera quedarme en Milwaukee y ser Hermana de María. Jamás me arrepentí de esa decisión. Antes tenía la idea fija de ser Hermana misionera en África, pero el Padre Kentenich reconoció que Dios tenía otro camino previsto para mí, y entonces me guió hacia él", cuenta la Hna. M. Thomasine. Ella vivió 30 años en Estados Unidos.
Son las pequeñas cosas las que conmueven
"Quedé fuertemente impresionado con el testimonio de la Hna. Thomasine, estas pequeñas cosas son las que conmueven a un hombre. Por ejemplo, en la historia donde ella se queja de una Hermana de comunidad ante el Padre Kentenich porque ella tenía unos tics insoportables. El Padre Kentenich dijo solamente: ‘Cuando Ud. sea tan anciana como ella, entonces no se reirá más de estas cosas’. Fue una frase breve, pero para la Hna. Thomasine fue la expresión de una gran sabiduría", dijo Daniel Rößler.
Florian Weininger (28 años) de Nuremberg: "Lo que encuentro más interesante es este aspecto de la búsqueda de huellas. El Padre Kentenich le dijo que debía estar tres días en el Santuario y escribir todas las situaciones en las que Dios hubiera dejado sus huellas en su vida en el último tiempo. Así pudo ella reconocer el plan de Dios".
"Mensaje de texto" de Dios
El taller "Mensaje de texto de Dios" trata sobre la búsqueda de huellas en la propia vida. El coordinador del taller fue Julio Tomalá Delgado (21 años), de Guayaquil (Ecuador): "Fue muy enriquecedor pero nada fácil pues participaron personas que tenían distintos grados de conocimiento. Algunos no habían escuchado jamás algo sobre la búsqueda de huellas. Entonces destaqué que de todos los testimonios se pudo aprender algo. No soy de aquellos que coordinan simplemente los talleres, sino que yo mismo me llevo algo nuevo".
La búsqueda de huellas será ofrecida también en Colonia, durante la JMJ en el centro schoenstattiano de encuentros que funcionará en la iglesia de la Sma. Trinidad.
Traducción: aat, Argentina