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 published: 2005-08-19

Faltan sólo unos metros… ¡ya llegamos!

El día de Alianza algunos participantes de la JMJ formaron una cadena humana que unió el Santuario de Colonia con la gran Catedral

Inicio de la cadena

Beginning of the chain

Anfang der Kette

Foto: Cabero © 2005

Con alegría en la cadena humana

Joy in the human Caín

Mit Fraude dabei in der Menschenkette

Foto: Schadt © 2005

 
 

Cadena en la calle Severinstrasse

Chain at Severinsstrasse

Kette in der Severinsstraße

 
 

Banderas y pañueletas en la cadena

Flags and towels in the chaín

Fahnen und Tücher verlängern die Kette

 
 

Vinculando el Santuario con la catedral

Uniting the Shrine with the cathedral

Das Heiligtum mit dem Dom verbinden

 

Jóvenes saludan a la Mater antes de ingresar a la cadena

A moment of prayer in the Shrine

Zuerst noch ein Moment des Gebets im Heiligtum

Fotos: Cabero © 2005

 

JMJ – SCHOENSTATT, pca. "Fue un día lleno de acontecimientos: primero la llegada del Papa, que pasó directamente por la iglesia María in der Kupfergasse, donde el Movimiento de Schoenstatt tiene a su cargo un centro espiritual. Y después la cadena humana formada desde el Santuario a la catedral ¡funcionó! ¡Estupendo!" dice Alwin Gerner a las 3.00 de la mañana, agotado y feliz. Fue una idea que surgió en la preparación de la JMJ, pero nadie se imaginó si se podría realizar y de qué manera. Pero después de la llegada del Papa, en un clima de alegría y entrega, en menos de una hora se logró formar una cadena humana desde el Santuario de Colonia hasta la gran Catedral. Jóvenes de diferentes países del mundo se dieron cita el 18 de agosto cerca de las 9 de la noche para ser parte de algo sin precedentes.

Colonia fue testigo de un hecho único, puesto que jóvenes de diferentes países y edades, junto con Padres de Schoenstatt y Hermanas de María, se unieron para lograr algo en común: unir el pequeño Santuario de Schoenstatt con la catedral en el día de Alianza y el día de la llegada del Papa Benedicto XVI a Alemania. Alwin, Decker, Luza, Daniela, Steffi, encabezaron la campaña de propaganda para buscar gente para la cadena humana. Johannes está en el comienzo de la zona peatonal. La Hna. Johanna María, en el Santuario: así comienza la cadena...

Las gracias del Santuario se derraman en la ciudad... a través de instrumentos humanos

Antes, la juventud schoenstattiana también se reunió a orillas del río Rin para saludar al Santo Padre. Cuando ya había pasado el Papa fueron al Santuario, y en el camino invitaron a todos los que encontraron a unirse para poder formar la cadena, "queríamos mostrar Schoenstatt como una gran Familia que ama a la Iglesia" comenta Agustín, de la Argentina. Es más... es un mensaje que tal vez medio inconscientemente se trasmiten tanto a sí mismos como a los demás: las gracias del Santuario no se derraman automáticamente en la ciudad, en la Iglesia: se necesitan instrumentos humanos que se ofrezcan como brazos extendidos de la Mater...

Muy cerca del Santuario se encontraba Benedikt, pero no nos referimos al Papa sino a Benedikt Hahn, de Alemania, que hoy selló su alianza con la Mater, "me siento muy feliz de pertenecer a una gran comunidad como es Schoenstatt" afirmó.

Las calles centrales de Colonia fueron invadidas por la cadena

Según la gente iba llegando al Santuario, se iba uniendo a la cadena. En la fila se podían ver a los voluntarios que corrían de un lado a otro para poder coordinar la acción que poco a poco se fue apoderando de las calles de Colonia. Primero la Severinstraße, calle tradicional del carnaval de esta ciudad. Más adelante la cadena fue subiendo por Hohe Strasse, zona peatonal y arteria principal comercial de Colonia. Para finalmente entrar en la plaza que está cerca de la catedral.

En esta cadena participaron cerca de 1.500 personas, jóvenes y adultos, también muchos no schoenstattianos. "Hasta ahora, esta ha sido mi más hermosa experiencia en la JMJ" dice con entusiasmo Mónica Renner, de la juventud schoenstattiana de Ulm–Alb–Donau.

A medida que se iba armando, los jóvenes invitaban a los transeúntes a que se unieran a la cadena. Muchos preguntaban qué se trataba, otros se unían espontáneamente.

"Viva Schoenstatt"

"Faltan 500 metros, ¡vamos!" anima la Hna. Johanna María al recibir una llamada al celular de la gente que está al inicio de la cadena. "Es una emoción indescriptible" nos dice Angsar; "es sentirse parte de una comunidad de fe internacional" comenta Julia, de Hungría; para Sara Leah, de Sudáfrica "ser parte de la cadena representa para mí la unidad de la Alianza de Amor para la juventud del mundo".

"Poco después de las 22 hs. ya estaba lista" dice Armin Schadt. "El Movimiento internacional de Schoenstatt mostró lo que significa formar una cadena"

Cantos en diferentes idiomas acompañaban el recorrido, flameaban banderas del Movimiento y de diferentes países y todos buscaban en su mochilla una pañoleta para aportar a la cadena. La alegría dominaba a todos: había quienes saltaban y la mayoría iba gritando "Viva Schoenstatt". El rezar en común la Pequeña Consagración venció la difícil barrera del idioma. "Por toda Colonia se oye el grito "Viva Schoenstatt" y la gente en la galería comercial preguntó por el Movimiento de Schoenstatt", dijo Armin Schadt.

"Tenemos algo que aportar a la Iglesia"

Los jóvenes también estaban conscientes del compromiso con la Iglesia. Daniel, de Portugal, decía "En la cadena pudimos notar que nosotros, los schoenstattianos, tenemos algo que aportar en la Iglesia". Para un grupo de la juventud de Chile (Carolina, Emilia, Trinidad y Magdalena) la cadena es una muestra del servicio a la Iglesia universal por parte del Movimiento: "Vamos a unir nuestro Santuario con la Catedral de Colonia. El día de hoy, día de la Alianza de amor, la Iglesia gira en torno a este lugar por la visita del Papa. Vamos a unir estos dos lugares en comunidad, con gente que viene de diferentes lugares del mundo, pero todos unidos en el corazón de la Mater"

"Yo no soy de Schoenstatt, pero me voy a poner en contacto"

De este modo también se despertó el interés de jóvenes que no conocían Schoenstatt. Por ejemplo Mara, de Brasil, dijo "Yo no soy de Schoenstatt, no sabía que estaba tan extendido en mi país, de regreso me voy a poner en contacto". A este respecto Marie Joseph, de la juventud femenina de Colonia, dijo "yo creo que luego de esto, Schoenstatt va estar más presente en esta ciudad, y espero que gente nueva se una al Movimiento".

En medio de estas emociones, luego de cerca 45 a50 minutos, el objetivo fue alcanzado. Para Luza y Gaby, voluntarias de la oficina de Schoenstatt de la JMJ , fue un momento muy especial. Ellas iban al inicio animando a la gente y por momentos no estaban seguras de poder completar el recorrido.

"Tú y yo, por ellos"

Un grupo de gente ya había formado una cadena desde la catedral: recorría la plaza principal y se dirigía hacia la Hohe Strasse. Fue al inicio de esta calle dónde se unió la cadena y de este modo se conectó la Catedral de Colonia con el Santuario. Para los voluntarios de la oficina de la JMJ, fue un sueño hecho realidad.

La cadena se desintegró de un modo especial. Unos a otros se decían "Tú y yo, por ellos" recordando de este modo la Alianza de amor por la juventud del mundo que días antes se selló en Schoenstatt original.

Agustín Lombardi, encargado de las actividades del Santuario en Colonia, dijo al final: "Costó comenzar, pero lo logramos. Y yo creo que mañana van a venir más peregrinos. Estos días estimo que por día vinieron 1.200 visitantes al Santuario-".

Terminada la actividad se podía ver en el centro de Colonia gente con banderas del Movimiento que gritaban ¡viva Schoenstatt!. Muchos fueron de nuevo al Santuario a despedirse la Mater. Y todos estaban felices por haber alcanzado el objetivo planeado.

 

   
 

 

   
 

 

   
 

 

   

 

Fotos: POS © 2005

   

 



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